En un nuevo avance de la denominada “guerra” contra las pandillas liderada por el presidente Nayib Bukele, la justicia de El Salvador dictó sentencias masivas contra 248 integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13).
La Fiscalía General de la República informó este domingo que los condenados son responsables de una serie de delitos graves, incluyendo homicidios y desapariciones forzadas.
Penas que superan el milenio
Entre los sentenciados destaca el caso de Marvin Abel Hernández Palacios, conocido bajo el alias de “Nocturno de Teclas”. Este pandillero recibió la pena más elevada del proceso: según la agencia AFP, la condena alcanzó los 1335 años de prisión, mientras que otros reportes locales, como el de El Salvador Times, la sitúan en 1393 años.
A Hernández Palacios se lo vincula con más de 20 homicidios agravados, entre los que se encuentran los asesinatos de los hermanos Guerrero Toledo y la futbolista Jimena Granados.
Otros diez pandilleros también recibieron penas que oscilan entre los 463 y los 958 años de cárcel. Entre ellos figura Kelvin Edgardo Germán Rivas, alias “Sapa”, condenado a 873 años por su implicación en 14 homicidios y 12 desapariciones. Los delitos imputados al grupo incluyen feminicidio agravado, tráfico ilícito de drogas, tenencia ilegal de armas de fuego y agrupaciones ilícitas.
El contexto del “Régimen de Excepción”
Estas condenas se dan bajo el amparo del régimen de excepción vigente desde marzo de 2022, el cual permite realizar arrestos sin una orden judicial previa. Desde el inicio de esta medida, más de 90.000 personas han sido detenidas y alojadas en cárceles de máxima seguridad.
Si bien las autoridades informaron que cerca de 8 mil personas fueron liberadas posteriormente tras comprobarse su inocencia, la política de “mano dura” continúa generando controversia.
Éxito en seguridad y críticas internacionales
La gestión de Bukele ha logrado reducir los índices de homicidios a niveles históricos, erradicando virtualmente la violencia en zonas antes dominadas por el crimen organizado. Este resultado le valió la reelección en febrero de 2024 con más del 80% de los votos.
Sin embargo, organismos defensores de derechos humanos denuncian abusos sistemáticos por parte de las fuerzas de seguridad. Entre las críticas principales se encuentran:
- La realización de juicios colectivos donde se procesa a grandes grupos de personas simultáneamente.
- La falta de abogados individuales para los acusados.
- Arrestos arbitrarios basados en criterios subjetivos, como el “nerviosismo” de los ciudadanos durante operativos.
El sistema judicial salvadoreño actual funciona como una inmensa red de pesca diseñada para capturar a los depredadores más peligrosos del océano; sin embargo, por su gran tamaño y la velocidad con la que se desplaza, termina atrapando también a especies inofensivas que se encontraban en el lugar equivocado.
