En medio del velatorio privado del Papa Francisco en la capilla Santa Marta, dos figuras destacan junto al féretro: los miembros de la Guardia Suiza. Vestidos con sus característicos uniformes coloridos, estos hombres forman parte del escuadrón que tiene la misión exclusiva de proteger al Papa y a la Ciudad del Vaticano. Aunque su atuendo llama la atención, poco se conoce sobre este cuerpo militar, considerado el más antiguo del mundo.
Con más de 500 años de servicio al Santo Padre, la historia de la Guardia Suiza se remonta a 1506. Su origen se halla en mercenarios suizos que, huyendo de la pobreza, fueron encontrados por el papa Julio II. Este Papa, buscando expandir los dominios de la Iglesia católica, necesitaba hombres para sus guerras y para formar una guardia nacional. A través de la Federación de Cantones suiza, consiguió a los hombres católicos que aceptaron unirse a su ejército. El objetivo inicial era la protección del Papa, sus tesoros y sus palacios.

La Guardia Suiza tuvo un momento cumbre en el Saqueo de Roma de 1527. En esa ocasión, defendieron al papa Clemente VII, reteniendo al enemigo en la plaza de San Pedro mientras el Santo Padre huía al Castillo de Sant’Angelo. Sin embargo, la guardia también enfrentó períodos de debilidad. En años de paz, carecían de armas y su efectividad decayó, al punto de no poder resistir cuando Napoleón secuestró a Pío VII en el siglo XIX, ni impedir la caída de Roma en 1870.
Fue el comandante Jules Repond quien impulsó el resurgir de la Guardia Suiza. Implementó entrenamiento militar moderno, renovó las armas y estableció el uniforme icónico que los hace inconfundibles. Además, fijó una serie de requisitos que deben cumplir quienes deseen formar parte de este importante escuadrón.
El llamativo uniforme actual, con sus colores azul, rojo y amarillo, fue establecido por Repond. Antes de él, vestían ropas diversas sin un diseño unificado. Se dice que el atuendo de colores surgió de una obra de arte del pintor renacentista Rafael.

Para integrar las filas de este selecto grupo, los aspirantes deben cumplir estrictas condiciones que rigen hasta la actualidad:
- Ser católico practicante.
- Ser varón.
- Ser ciudadano suizo.
- Tener entre 19 y 30 años.
- Gozar de buen estado de salud.
- Aprobar una prueba psicofísica para soportar el estrés.
- Medir al menos 1,74 metros.
- Haber realizado el servicio militar en Suiza.
- Ser profesional o tener aprobado el acceso a la universidad.
- Poseer licencia de conducir categoría B.
- Mantener el celibato o estar soltero durante 5 años de servicio, aunque pueden casarse si tienen más de 25 años.
- Comprometerse a un servicio mínimo de 26 meses.
Así, la Guardia Suiza continúa cumpliendo su histórica función de proteger al Papa y ser la ejército privado del Vaticano, un cuerpo con una rica historia y exigentes requisitos.