El proyecto de SpaceX, la nave espacial Starship, sufrió un inesperado revés durante su séptimo vuelvo de prueba este jueves, cuando la nave estalló poco después de un despegue exitoso desde la base de la empresa en Texas, Estados Unidos. El incidente fue confirmado por la propia compañía, que señaló que la nave sufrió un “desmontaje rápido e imprevisto” durante su ascenso, lo que resultó en la pérdida de la segunda etapa de la nave.
A pesar de la explosión, SpaceX logró recuperar con éxito la primera etapa del cohete, el Super Heavy, que aterrizó en la base terrestre gracias a un sistema de pinzas automatizado. Este aterrizaje controlado representó un avance importante, ya que fue la segunda vez que SpaceX logra capturar exitosamente el propulsor de este cohete, el más grande y poderoso del mundo.
Durante la transmisión en vivo del evento, los técnicos de SpaceX informaron que habían perdido contacto con la nave poco después del despegue, y que la Starship debía amerizar en el océano Índico tras realizar un vuelo suborbital de aproximadamente una hora. Sin embargo, la explosión impidió que se alcanzara el objetivo.
Lo que hacía aún más relevante esta prueba es que, por primera vez, la nave Starship llevaba carga al espacio. El cargamento consistía en una decena de réplicas de los satélites de internet Starlink, que no pudieron ser desplegados debido al incidente. Este vuelo de prueba tenía como principal objetivo poner a prueba mejoras significativas en la nave, incluida la capacidad para desplegar carga útil en el espacio, y realizar experimentos relacionados con la captura y reutilización de naves.
Los equipos de SpaceX continuarán analizando los datos de esta misión para identificar la causa exacta del fallo. A pesar de la pérdida, la empresa de Elon Musk subrayó que cada vuelo proporciona valiosa información que ayudará a mejorar la fiabilidad de la Starship en futuras misiones. “El éxito depende de lo que aprendemos, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad de la nave espacial Starship”, señaló SpaceX en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter).
En cuanto al regreso del Super Heavy, su aterrizaje fue una de las pocas notas positivas del día. Esta recuperación controlada del cohete propulsor demuestra el progreso continuo de SpaceX en sus esfuerzos por hacer más sostenibles los viajes espaciales mediante la reutilización de sus componentes, una de las características distintivas de la empresa.
El hecho ocurrió en un contexto de gran expectación, ya que la misión de este jueves estaba destinada a ser una prueba clave para el futuro de la Starship, con el objetivo de llevar a cabo vuelos más complejos y avanzar en los planes de SpaceX de colonizar Marte y otras misiones espaciales ambiciosas.
Mientras tanto, los restos de la nave estallada fueron avistados cayendo en el Caribe.