El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ingresó a mediados de la semana pasada a territorio sirio y dijo que las tropas israelíes permanecerán en la zona de manera indefinida, desdibujando la frontera con su vecino del norte.
Desde su creación en 1948, Israel nunca tuvo fronteras plenamente reconocidas. A lo largo de su historia, los lindes con sus vecinos árabes se desplazaron como consecuencia de guerras, de anexiones, de ceses del fuego y de acuerdos de paz.
Ahora, la caída del presidente sirio, Bashar Assad, generó una situación que podría volver a remodelar las fronteras de Israel.
Cuando Assad fue derrocado a principios de este mes, Israel se trasladó rápidamente al lado sirio de una zona de amortiguamiento desmilitarizada de 50 años de antigüedad. Netanyahu describió la medida como defensiva y temporal, y dijo que tenía como objetivo asegurarse de que ninguno de los grupos que luchan por el poder dentro de Siria amenazara a Israel.
Pero, en la visita del martes al lado sirio de la zona de amortiguamiento, dejó claro que Israel planea quedarse por algún tiempo. Hablando en la cumbre del Monte Hermón, azotada por el viento, con vistas a Siria, dijo que Israel permanecerá “hasta que se encuentre otro acuerdo que garantice la seguridad de Israel”.
Evolución de los límites
En 1947, la ONU aprobó un plan para dividir lo que entonces era el Mandato Palestino, controlado por los británicos en estados judíos y árabes. La disputada ciudad de Jerusalén iba a ser administrada por la organización internacional.
Este plan, sin embargo, nunca se implementó. Israel declaró su independencia en mayo de 1948 y los países árabes vecinos declararon la guerra. Esa guerra terminó con Israel controlando alrededor del 77% del territorio, con Jordania controlando Cisjordania y Jerusalén Este, y Egipto controlando la Franja de Gaza.
Guerra de Oriente Medio de 1967. Durante los seis días de combates de la guerra de Oriente Medio de 1967, Israel capturó Cisjordania y Jerusalén Este, de Jordania y de Gaza, y la Península del Sinaí, de Egipto. Además, los Altos del Golán, de Siria.
Inicialmente celebrada por Israel, la victoria relámpago sentó las bases para décadas de conflicto que siguen resonando en la actualidad.
Israel anexionó rápidamente Jerusalén. Este, hogar de los lugares sagrados judíos, musulmanes y cristianos más sensibles de la ciudad, así como de su población palestina.
Aunque Israel nunca anexionó formalmente Cisjordania, incorporó gran parte del territorio mediante la construcción de asentamientos que ahora albergan a más de 500 mil judíos israelíes.
Israel también construyó asentamientos en el Sinaí, en el Golán y en la Franja de Gaza.
Acuerdo de paz de 1979 con Egipto. En virtud del primer acuerdo de paz de Israel con un país árabe, Israel devolvió la Península del Sinaí a Egipto y desmanteló todos los asentamientos allí emplazados.
Anexión del Golán en 1981. Israel anexionó los Altos del Golán, una región montañosa estratégica que domina el norte de Israel. En 2019, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, se convirtió en el primer y único líder extranjero en reconocer el control de Israel. El resto del mundo sigue considerando que la zona ocupada es territorio sirio. Netanyahu anunció esta semana que quiere expandir la población de colonos del Golán después de la caída de Assad.
Invasión del Líbano en 1982. Después de una breve invasión del Líbano contra militantes palestinos en 1978, Israel volvió a entrar en el país en 1982, en una operación que se convirtió en una ocupación del sur del Líbano que duró 18 años. Israel se retiró en 2000 bajo el intenso fuego de Hezbollah.
Acuerdos de Oslo de 1993. Israel y los palestinos alcanzaron un acuerdo de paz provisional que concede a los palestinos autonomía en Gaza y en partes de Cisjordania, al tiempo que deja intactos los asentamientos israelíes. Los acuerdos estaban destinados a allanar el camino para una solución de dos estados, pero las repetidas rondas de conversaciones de paz terminaron en fracaso. Los palestinos buscan toda Cisjordania y Gaza para su esperado estado, con Jerusalén. Este como su capital.
Retirada de Gaza en 2005. El entonces primer ministro, Ariel Sharon, encabezó una retirada unilateral de Gaza, desarraigando a todas las tropas y 21 asentamientos del territorio. Dos años después, los militantes de Hamas invadieron Gaza y derrocaron a la Autoridad Palestina.
Guerra de 2023 en Gaza y en el Líbano. En respuesta al atentado transfronterizo de Hamas el 7 de octubre del año pasado, Israel invadió Gaza en una operación que continúa. Los líderes israelíes no establecieron un plan claro para la posguerra, pero indicaron que mantendrán una zona de amortiguamiento a lo largo de la frontera de Gaza con Israel, junto con algún tipo de presencia militar a largo plazo. Algunos partidarios de la línea dura de la coalición gobernante de Netanyahu pidieron el restablecimiento de los asentamientos judíos. En octubre, tropas terrestres israelíes invadieron el sur del Líbano después de un año de combates con militantes de Hezbollah. En virtud de un alto el fuego, Israel se comprometió a retirarse para finales de enero de una franja de tierra que está ocupando.
Experta no cree en una ocupación a largo plazo
Carmit Valensi, experta en Siria del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, dice que no cree que la presencia israelí en Siria se transforme en una ocupación a largo plazo. Considera que Israel tiene poco por ganar provocando a Al-Sharaa, también conocido como “Abu Mohammed al-Golani”, y que una ocupación a largo plazo sería costosa económicamente y para el Ejército israelí, fatigado por la guerra.
Qué se avizora tras el cambio de gobierno en Damasco
Cuando las fuerzas de oposición derrocaron a Assad el 8 de diciembre, las fuerzas militares israelíes se trasladaron al lado sirio de la zona de amortiguamiento desmilitarizada, establecida después de la guerra de Medio Oriente de 1973. Israel controla ahora la zona y tiene como objetivo el interior del país.
Aunque Israel dijo que la medida es temporal, su presencia indefinida generó críticas internacionales de países como Egipto, Turquía y Arabia Saudita, así como de las Naciones Unidas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, instó a todos los países con intereses en Siria a “tratar de asegurarse de que no estamos provocando ningún conflicto adicional”.
El nuevo gobierno sirio ya presentó una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre los avances israelíes en territorio sirio. El líder del mayor grupo insurgente, Ahmad al-Sharaa, condenó públicamente las operaciones de Israel, pero dijo que Siria no busca un conflicto militar con ese país vecino.