El papa León XIV aterrizó este domingo en Líbano con un mensaje centrado en la paz, la “reconciliación” y un fuerte llamado a los ciudadanos para que se “queden en su país”. Esta visita, que se extenderá por 48 horas, constituye la segunda etapa de su primera gira internacional desde que fue elegido líder de la Iglesia católica, iniciada previamente en Turquía.
El Pontífice, quien es estadounidense nacionalizado peruano, fue recibido en el aeropuerto por el presidente libanés Joseph Aoun. Aoun es notable por ser el único jefe de Estado cristiano del mundo árabe. Líbano, un país multiconfesional de 5,8 millones de habitantes, decretó dos días festivos con motivo de la visita papal, y numerosos ciudadanos se congregaron en las calles con la esperanza de verlo.
Un llamado a la permanencia y la reconciliación
En un discurso pronunciado en el palacio presidencial en Beirut, León XIV instó a los libaneses a no huir a pesar de la crisis endémica y la difícil recuperación tras la guerra con Israel. “Hay veces que es más fácil huir o simplemente resulta más práctico irse a otro lado”, declaró, subrayando que “Hace falta verdadero valor y visión de futuro para quedarse o para volver a su país”.
El papa también hizo un llamado a los libaneses para que “tomen el camino de la reconciliación” con el fin de cerrar las “heridas personales y colectivas” en una nación marcada por profundas divisiones.
Contexto de crisis y emigración
Líbano enfrentó una sucesión de graves crisis desde 2019. Estas incluyen un colapso económico que agravó la pobreza, la devastadora explosión de 2020 en el puerto de Beirut, y la reciente guerra del movimiento islamista Hezbolláh con Israel.
Pese al rol político significativo de los cristianos en el país, su número mermó en las últimas décadas, un fenómeno atribuido principalmente a la emigración de los jóvenes. Aunque no existen cifras oficiales, el centro de investigación independiente Al Doualiya estima que unos 800.000 libaneses emigraron entre 2012 y 2024.
Postura sobre el conflicto regional
La comitiva del Pontífice, en su camino hacia el palacio presidencial, atravesó los suburbios del sur de Beirut, que son considerados bastión de Hezbolláh, donde simpatizantes del movimiento chiita se agolparon en la carretera para darle la bienvenida. Cabe destacar que Hezbolláh había instado al papa el sábado anterior a que rechazara “la injusticia y la agresión” de Israel contra Líbano.
En cuanto a la inestabilidad en Oriente Medio, León XIV reiteró a bordo del avión papal que la solución de dos Estados es “la única solución capaz de resolver el conflicto” entre israelíes y palestinos. La Santa Sede apoya la solución de dos Estados y reconoce el Estado de Palestina desde el año 2015. Esto ocurre en un momento de tensión regional, pues el ejército israelí intensificó sus ataques en el sur del Líbano en las últimas semanas, alegando que su objetivo es el movimiento proiraní, a pesar del alto el fuego alcanzado hace un año.
El papa León XIV es el primero en visitar Líbano desde el viaje realizado por Benedicto XVI en 2012.
