El ejército israelí se retiró del principal hospital de Gaza tras dos semanas de asalto, según dijeron residentes palestinos, dejando un gran rastro de destrucción.
Cientos de personas regresaron al hospital de Shifa y la zona circundante tras la retirada el lunes de madrugada. Al llegar encontraron cadáveres dentro y fuera del recinto.
El ejército israelí ha descrito la operación como una de las más exitosas en los casi seis meses de guerra, y afirma que mató a decenas de milicianos de Hamás y otros grupos, además de conseguir información valiosa.
Un residente, Yahia Abu Auf, dijo que aún había pacientes, personal médico y personas desplazadas cobijadas en el complejo. Varios pacientes habían sido trasladados al cercano hospital Ahli, señaló, y las topadoras del ejército habían pasado por un cementerio improvisado en el recinto hospitalario.
Combates en Shifa
Los combates en torno a Shifa demostraron que Hamás aún puede oponer resistencia incluso en una de las zonas más castigadas del territorio. Israel afirmó que prácticamente había desmantelado a Hamás en el norte de Gaza y retiró a miles de soldados de la zona a finales del año pasado.
La incursión también destruyó un hospital que alguna vez fue el corazón del sistema sanitario de Gaza, pero que los médicos y el personal habían tenido dificultades para volver a poner en funcionamiento, aunque fuera parcialmente, tras un anterior ataque israelí en noviembre.
Israel declaró que lanzó el más reciente ataque contra el Hospital Shifa debido a que altos cargos de Hamás se habían reagrupado allí y planeaban atentados. Israel identificó a seis oficiales del ala militar de Hamás que, según dijo, murieron en el interior del hospital durante el asalto. También afirmó que se incautaron armas y valiosos datos de inteligencia.
El ejército dijo que abatió a 200 milicianos dentro y fuera de Shifa, aunque no aportó pruebas de que todos fueran combatientes.
La incursión desencadenó días de intensos combates por las manzanas aledañas a Shifa, donde los testigos informaron de ataques aéreos, bombardeos a viviendas y soldados que iban casa por casa para obligar a los residentes a marcharse.
Tras la retirada de las tropas, cientos de palestinos regresaron a buscar a sus seres queridos perdidos o examinar los daños.
Mohammed Mahdi, quien estaba entre los cientos de personas que habían regresado, describió una escena de “destrucción total”. Dijo que varios edificios quedaron destruidos por las llamas. Contó seis cuerpos en la zona, incluidos dos en el patio del hospital, aunque no estaba claro cuando habían fallecido.
Videos que circulaban por internet mostraron edificios calcinados y sumamente dañados. Varios testigos dijeron que las excavadoras del ejército habían arado una fosa común que había sido excavada en noviembre en el patio del hospital, dejando al descubierto muchos cadáveres.