El presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su “gran descontento con Rusia” y la postura de Vladimir Putin de no detener los bombardeos sobre territorio ucraniano. La amenaza de aranceles del 100% fue detallada como “aranceles secundarios”, los cuales se aplicarían a terceros países o entidades que comercien con Rusia, un país sancionado.
Esta advertencia se produce tras semanas de frustración de Trump por la falta de avances en un acuerdo, y es mucho más concreta que declaraciones anteriores que no detallaban posibles sanciones.
La postura de Trump hacia Putin experimentó un “fuerte cambio” en comparación con su último encuentro el 20 de enero, donde buscaba poner fin a la guerra. El “punto de inflexión” ocurrió el pasado 3 de julio, cuando, en una llamada telefónica, el presidente ruso le comunicó a Trump que no desistiría de sus objetivos en Ucrania.
Simultáneamente a esta amenaza, Trump confirmó un acuerdo para el envío de armas a los países miembros de la Otan para que estos, a su vez, las transfieran a Ucrania. El líder republicano enfatizó que Estados Unidos no realizará pagos por estas armas, sino que las fabricará y los países europeos las comprarán.
Según Trump, los miembros de la Alianza “tienen mucho dinero y quieren hacerlo”, refiriéndose al envío de armamento a Kiev, el cual se retomaría después de una reciente congelación de suministros por parte del Pentágono para revisar inventarios.
Entre el armamento que se enviará se incluyen “todo el asunto de los Patriots, con Noruega involucrada”, además de misiles y municiones, lo que sugiere la posibilidad de armas ofensivas. Trump explicó que se negociará para que 17 baterías de Patriots, que un país miembro de la Otan no necesita, o una gran parte de ellas, se destinen a Varsovia (presumiblemente para ser entregadas a Ucrania).
El presidente estadounidense calificó este acuerdo como “muy importante”, destacando que representa “miles de millones de dólares en equipo militar” que se comprará a Estados Unidos, se destinará a la Otan y se distribuirá rápidamente al campo de batalla, con Ucrania comenzando a recibirlo.
