El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó este domingo haber mantenido una conversación telefónica con su par venezolano, Nicolás Maduro.
Al confirmar la comunicación, Trump fue parco sobre el contenido, declarando: “No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”. A pesar de confirmar el diálogo con el gobernante chavista, el presidente estadounidense optó por no comentar al respecto.
La confirmación de la llamada se da en un contexto de creciente presión internacional. Poco antes, el senador republicano Markwayne Mullin, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado estadounidense, reveló que el gobierno de Estados Unidos le había ofrecido a Maduro la oportunidad de abandonar el país.
Mullin, legislador por Oklahoma, afirmó: “Por cierto, le dimos a Maduro la oportunidad de irse”, y añadió que se le dijo que podía dirigirse a Rusia o a otro país.
Respecto a las amenazas militares, el senador Mullin aclaró que Trump dejó “muy claro que no vamos a enviar tropas a Venezuela”, e indicó que el objetivo es proteger las costas estadounidenses. Esta aclaración se produjo luego de que Trump advirtiera de hecho el cierre del espacio aéreo venezolano un día antes. Sin embargo, Trump también dijo que su advertencia sobre el espacio aéreo no era una señal de un ataque aéreo inminente, pidiendo a la gente que “No supongan nada al respecto”.
Venezuela denuncia “violación de su soberanía”
En respuesta a las acciones de Washington, el gobierno de Venezuela denunció formalmente la “violación de su soberanía” ante la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci).
El ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayán, anunció esta medida el domingo. El funcionario indicó que el Estado venezolano, en el marco de su diplomacia de paz, denunció por escrito ante la OACI las “graves amenazas contra nuestro espacio aéreo que atentan contra la seguridad en este hemisferio”.
Velásquez Araguayán criticó que el presidente estadounidense anunciara sorpresivamente el “supuesto cierre del espacio aéreo venezolano, sin tener la autoridad requerida” y sin ningún basamento legal. El ministro, citado por EFE, calificó el acto como un caso de “interferencia ilícita”, tipificado como un grave delito en el anexo 17 del Convenio de Aviación Civil Internacional, al difundir información falsa que pone en peligro la seguridad operacional de la aviación.
El Gobierno de Venezuela rechaza categóricamente que la Administración Trump intente “amedrentar y presionar” a las aerolíneas internacionales que operan en el país y transitan el FIR Maiquetía. Según el ministro, esta presión causa perjuicios y daños económicos a empresas aéreas de naciones como Turquía, España, Portugal, Colombia, Brasil y Panamá, bajo el “fraudulento supuesto del control” del espacio aéreo suramericano.
El ministro Velásquez Araguayán ratificó que el único ente autorizado para regular el espacio aéreo venezolano es exclusivamente la Autoridad Aeronáutica Nacional (Inac), e insistió en que “Ningún poder extranjero podrá sustituir, en forma alguna, el ejercicio de la jurisdicción venezolana”.
La advertencia inicial de Trump se publicó el sábado en su red social Truth, donde pidió a aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas que consideraran que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores “permanecerá cerrado en su totalidad”.
Por el momento, las aerolíneas Copa, Wingo, Boliviana de Aviación y Satena, junto con las compañías locales Avior y Conviasa (estatal), mantienen sus operaciones en el país.





























