Una jueza federal en Oregón bloqueó temporalmente el plan del gobierno del presidente Donald Trump de desplegar tropas federalizadas de la Guardia Nacional en Portland. La jueza federal de distrito Karin Immergut emitió la orden el sábado a la espera de más argumentos en una demanda presentada por el estado y la ciudad.
La Casa Blanca, sin embargo, respondió con un desafío, indicando que apelará la decisión, mientras que el presidente Trump autorizó simultáneamente el despliegue de 300 miembros de la Guardia Nacional en Chicago, Illinois. Además, el domingo se anunció que 300 efectivos de la Guardia Nacional de California serán enviados a Oregón.
Bloqueo judicial en Oregón
La jueza Immergut, nombrada por Trump, falló a favor de los demandantes, indicando que las protestas relativamente pequeñas registradas en Portland no justifican el uso de fuerzas federalizadas. La jueza advirtió que permitir el despliegue podría dañar la soberanía estatal de Oregón.
En su fallo, Immergut enfatizó que EE. UU. es “una nación de leyes constitucionales, no de ley marcial”, y que el país mantiene una “tradición duradera y fundamental de resistencia al exceso de poder gubernamental, especialmente en la forma de intrusión militar en asuntos civiles”.
Aunque el presidente goza de un “gran nivel de deferencia” para federalizar tropas de la Guardia Nacional cuando las fuerzas policiales no pueden ejecutar las leyes de EE. UU., la jueza concluyó que ese no era el caso en Portland. Los demandantes pudieron demostrar que las protestas nocturnas frente al edificio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) generalmente eran “pequeñas y sin incidentes” antes de la orden del presidente. La determinación del presidente de que la ciudad estaba “devastada por la guerra” y sus afirmaciones de que Portland era una “zona de guerra” fueron caracterizadas como “ridículas” por las autoridades de Oregón.
El fiscal general de Oregón, Dan Rayfield, aplaudió el fallo, calificándolo como un “control saludable sobre el presidente” y reiterando que “Portland no es la fantasía devastada por la guerra del presidente”.
A pesar de que el gobierno federal había federalizado 200 tropas de la Guardia Nacional de Oregón, estas tropas habían sido vistas entrenando en la costa en anticipación del despliegue, pero no parecían haberse trasladado a Portland. Las protestas en el área, limitadas a una cuadra en la ciudad, habían aumentado ligeramente tras el anuncio del despliegue del 28 de septiembre.
La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, sugirió que la lucha legal continuará, declarando que el presidente Trump “ejerció su autoridad legal para proteger activos y personal federal en Portland” y que esperan ser “reivindicados por un tribunal superior”.
Tropas de California a Oregón y conflicto con Chicago
Tras el bloqueo de la jueza Immergut, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció el domingo que el presidente Trump enviaría 300 efectivos federalizados de la Guardia Nacional de California a Oregón. Newsom, un demócrata, afirmó que estas tropas habían sido puestas bajo control federal hace meses contra sus objeciones, en respuesta a disturbios en Los Ángeles.
Newsom prometió luchar contra la medida en los tribunales, condenando el despliegue como un “abuso asombroso de la ley y el poder”. Acusó al comandante en jefe de utilizar al ejército como “un arma política contra los ciudadanos estadounidenses”.
Mientras la disputa por Oregón escalaba, el presidente Trump autorizó el sábado el uso de 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois para proteger activos y agentes federales en Chicago.
La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, justificó esta acción citando “disturbios violentos continuos y anarquía” que, según ella, los líderes locales no han sofocado.
El gobernador demócrata de Illinois, JB Pritzker, criticó duramente la medida, calificándola de innecesaria y “una actuación fabricada”. Pritzker reveló que el gobierno de Trump le había dado un “ultimátum: llama a tus tropas, o lo haremos nosotros”, lo que consideró “absolutamente escandaloso y antiestadounidense”.
El DHS informó que la decisión de enviar tropas federales a Chicago se produjo después de un incidente en el que agentes de la Patrulla Fronteriza en el suroeste de Chicago fueron embestidos y rodeados por vehículos. Los agentes dispararon en defensa propia contra una mujer, ciudadana estadounidense, que intentó atropellarlos. La mujer, que portaba un arma semiautomática, fue dada de alta del hospital esa tarde.
Contexto de despliegues federales
El presidente Trump desplegó o amenazado con desplegar tropas en varias ciudades de Estados Unidos, particularmente aquellas gobernadas por demócratas, incluyendo Los Ángeles, Washington, Chicago y Memphis.
Esta estrategia sigue a controversias anteriores. En 2020, Trump envió agentes federales a Portland en medio de protestas por la justicia racial. Ese despliegue provocó enfrentamientos nocturnos, y agentes federales fueron grabados en videos virales arrestando a personas y llevándolas en vehículos sin insignias.
En un caso legal similar en Los Ángeles, un juez federal dictaminó anteriormente que el despliegue de unos 4.700 soldados y marines era ilegal. El gobierno de Trump apeló ese fallo. El gobernador Newsom, refiriéndose a los despliegues, sostuvo que, para Trump, “esto nunca ha tenido que ver con la seguridad. Tiene que ver con el control”.