El gobierno de Donald Trump comunicó su decisión de retirar a Estados Unidos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), marcando la tercera vez en la historia que el país abandona la organización. Esta medida fue informada a la directora general, Audrey Azoulay, y se fundamenta en que la participación en la Unesco “no redunda en el interés nacional de Estados Unidos”.
La decisión, que entrará en efecto el 31 de diciembre de 2026, tiene como uno de sus principales motivos la aceptación de Palestina como Estado miembro por parte de la Unesco. Desde la Casa Blanca, se señaló que la incorporación del “Estado de Palestina” es “muy problemática, contraria a la política de Estados Unidos y contribuyó a la proliferación de la retórica antiisraelí dentro de la organización”.
Además de la cuestión palestina, la administración estadounidense remarcó una diferencia de agendas con la Unesco, afirmando que la organización “trabaja para promover causas sociales y culturales divisivas y mantiene un enfoque desmesurado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”. Se describió esto como “una agenda globalista e ideológica para el desarrollo internacional que está en contradicción con nuestra política exterior de Estados Unidos que es, en primer lugar, ‘America First’”. El comunicado del Departamento de Estado también enfatizó que la participación en organizaciones internacionales “se centrará en promover los intereses estadounidenses con claridad y convicción”.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos se desvincula de la Unesco por motivos políticos o de gestión. La primera retirada ocurrió en 1984, bajo la administración de Ronald Reagan, quien consideraba que la agencia estaba mal gestionada, era corrupta y servía para promover intereses de la Unión Soviética. Estados Unidos se reincorporó en 2003 durante la presidencia de George W. Bush, y permaneció como miembro por 15 años.
Posteriormente, en 2017, durante su primer mandato, Donald Trump ya había anunciado una retirada previa citando un sesgo contra Israel, la cual entró en vigor un año después. Es importante recordar que desde 2011, Estados Unidos e Israel dejaron de financiar a la Unesco luego de que la organización votara para incluir a Palestina como estado miembro. Recientemente, Estados Unidos había regresado a la organización después de una ausencia de cinco años, a solicitud del gobierno de Biden. Ahora, con este nuevo anuncio, el país se prepara para una tercera salida.