El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijail Podoliak, cifró en 115.000 los soldados rusos que murieron o resultaron heridos en combate desde el inicio de la invasión ordenada a finales de febrero por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Según explicó el asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, el Ejército de Rusia perdió a 36.000 tropas, a la par que cifró en 12.000 los milicianos muertos en combate. “El resto están heridos”, apuntó Podoliak.
El funcionario ucraniano estimó también que Rusia apenas puede contar con el 35 por ciento del total de las tropas que tomaron por completo la autoproclamada República Popular de Lugansk, ubicada en el este de Ucrania y con aspiraciones prorrusas.
Ya el lunes, el Estado Mayor del Ejército de Ucrania señaló en un mensaje en su cuenta en la red social Facebook que durante los combates “han sido destruidos 1.589 carros de combate, 804 sistemas de artillería y 246 lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados”.
Asimismo, indicaron que también fueron derribados “217 aviones, 187 helicópteros, 105 sistemas de defensa antiaérea, 2.629 vehículos y tanques de combustible, 15 embarcaciones, 658 drones y 144 misiles de crucero”.
La guerra en Ucrania estalló el 24 de febrero tras la orden de invasión dada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que días antes había reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, situadas en el Donbás y escenario de un conflicto desde 2014.
Moscú todavía no ofreció otro recuento de bajas, desde que en marzo avisó que unos 1.300 soldados habían muerto en el primer mes de combates. Los funcionarios occidentales aseguran que esta cifra sólo representa una fracción de las pérdidas reales.
