Durante el aterrizaje, en una pista cubierta de nieve, un avión perdió el control y se volteó, sufriendo daños en el fuselaje y perdiendo las alas. Al menos ocho personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad. La mayoría de los ocupantes fueron evacuados.
La aeronave era un Bombardier con capacidad para 95 pasajeros, registrado a nombre de Delta Airlines desde enero de 2010. El aeropuerto de Toronto Pearson confirmó el incidente e informó que los equipos de emergencia respondieron al llamado. Todos los pasajeros y la tripulación fueron contabilizados.
Toronto experimentó fuertes nevadas desde el jueves pasado, lo que provocó la cancelación de numerosos vuelos y retrasos. Aunque las condiciones climáticas habían mejorado este lunes, se esperaban temperaturas muy bajas.
Antes del accidente, el aeropuerto había informado que esperaba un día intenso con más de 130.000 viajeros y alrededor de 1.000 vuelos, mientras las aerolíneas se recuperaban de una tormenta de nieve que había dejado más de 22 centímetros de nieve. Fotografías en redes sociales muestran el avión boca abajo en la pista, sin alas y con humo saliendo del fuselaje.