Clara Marman, una de las argentinas secuestradas por el grupo terrorista Hamas durante el ataque a Israel del 7 de octubre de 2023, compartió su desgarrador testimonio sobre los 53 días que pasó en cautiverio en la ciudad de Rafah, dentro de la Franja de Gaza. En una entrevista con Radio Mitre, Marman describió con detalle las condiciones de su secuestro, las amenazas constantes y el sufrimiento psicológico que padecieron ella, su familia y otros rehenes.
“Todavía seguimos secuestrados”, afirmó Marman, destacando el trauma que persiste incluso después de su liberación en noviembre de 2023. La incertidumbre y el miedo constantes formaban parte de su día a día, en un escenario donde la libertad era una ilusión lejana. “La incertidumbre más grande es no tener libertad y no poder decidir absolutamente nada, incluso tener que pedir permiso para ir al baño”, relató.
Junto a su pareja Luis, su hermano Fernando, su hermana Gabriela, su sobrina Mía y su perra Bella, Marman fue sacada a la fuerza de un kibutz en el sur de Israel y llevada a través de un túnel hacia Gaza. Tras una caminata de varias horas, llegaron a un departamento en Rafah, donde fueron retenidos bajo la vigilancia de cinco secuestradores armados. “No tuvimos agresiones físicas, pero había mucha agresión psicológica. Estábamos todo el tiempo temblando de miedo porque nos amenazaban con sus armas”, recordó.
Las condiciones de vida en cautiverio fueron extremadamente duras, con escasa comida y sin acceso a medicación necesaria. “Los secuestradores tenían una gran cantidad de productos que usaban para cocinar, pero lentamente se fueron acabando. En los últimos días, lo único que teníamos era pita, pan árabe y agua”, relató Marman. La falta de atención médica y la imposibilidad de tomar sus medicamentos diarios generaron un sufrimiento adicional.
A mediados de noviembre, como parte de un acuerdo con Israel, Hamas liberó a las mujeres y niños, poniendo fin a los 53 días de cautiverio de Marman. Sin embargo, su pareja y su hermano fueron retenidos por 120 días más, hasta que el ejército israelí logró liberarlos. “El proceso de recuperación es largo, y lo más importante es que todos los rehenes puedan regresar a sus hogares”, expresó Marman, al referirse a la liberación de otras personas secuestradas, como Romi Gonen, Doron Steinbrecher y Emily Damari.
“Es fundamental darles tiempo para que puedan rehabilitarse, porque nuestra recuperación, y la de todos, todavía no terminó. A pesar de estar fuera, seguimos sintiendo que estamos atrapados”, concluyó Marman, reflexionando sobre la sensación de secuestro que persiste en su vida cotidiana tras haber vivido el horror de Gaza.
En otro plano, Israel llevó a cabo una nueva liberación de prisioneros palestinos, en el marco de un acuerdo de alto el fuego con Hamas. Este domingo, un grupo de 90 prisioneros, en su mayoría mujeres y menores, fue excarcelado. La liberación siguió a la entrega de tres mujeres israelíes que habían estado secuestradas por Hamas, quienes fueron trasladadas al hospital Sheba en Tel Aviv para recibir atención médica.