Sofía es un nombre bastante popular, pero no todas las sofías se pueden apropiar de un nombre y convertirlo en marca. Se necesita mucha determinación y seguridad, algo que a Sofía Sarkany, hija mayor del famoso empresario Ricky Sarkany, no le faltaba. Al contrario, le sobraban ganas, talento y sobre todo visión e ideas.
Sofía Sarkany era una niña especial. De pequeña llenaba sus cuadernos de diseños de prendas. Terminó el colegio sabiendo que quería estudiar diseño de indumentaria y trabajar en la empresa familiar, un gigante del calzado. Pero los planes se aceleraron producto de un diagnóstico médico que obligó al empresario a bajar la intensidad de sus obligaciones.
Ricky citó a su hija y al resto del equipo gerencial de la compañía y, de un día para otro, Sofía estaba trabajando con su papá. Al comienzo, pudo ingeniárselas para estudiar y trabajar a la vez, pero luego de un mes y medio se dio cuenta de que la carrera de Diseño de Indumentaria no la satisfacía de la misma manera que lo hacía entrar en contacto con la industria de la ropa. Así descubrió una afinidad por las artes. Luego de un par de meses resistiendo la tentación, se entregó por completo a este mundo. Empezó cursos de dibujo, expresión creativa, ilustración digital y pintura, entre otros, cursando la mitad del día mientras que a la vez trabajaba en la empresa familiar.
Con la seguridad de estar en el camino correcto, siguió armando su propia carrera. Durante los cuatro años posteriores, realizó cursos de diseño gráfico y finalmente se mudó a Londres, donde estudió Arte Contemporáneo en el prestigioso Central Saint Martin’s College. Fue allí cuando redescubrió su amor por la moda y, de regreso en el país, volvió a trabajar en la empresa familiar, esta vez con un proyecto propio.
Sofía, una marca con nombre propio
Bajo el ala de su papá y con 25 años, Sofía abrió su primer local en Shopping Alcorta. La marca se centraba en indumentaria y accesorios, con un estilo diferenciado. Enfocada en un público más joven, comenzó su expansión utilizando los canales y recursos de la compañía familiar.
La pasión por la moda y los negocios heredada de su padre y de su abuelo ayudaron a Sofía a abrirse camino en la industria de la moda local. Presentó sus colecciones en BAFWeek, la pasarela de moda más importante del país, y desarrolló su marca con productos de moda urbana, vestidos de fiesta, una línea de denim, accesorios, lentes, zapatos y hasta perfumes. Con cada colección, la marca fue creciendo y ganando adeptos entre las consumidoras más jóvenes.
Sofía Sarkany ha sido una de las promesas de la industria. Su energía contagiosa recuerda el entusiasmo que su papá Ricky imparte cada vez que brinda una charla o una entrevista. Una mente creativa inquieta que dejó esta dimensión.
Sofía falleció en un hospital de Miami a los 31 años, producto de un avanzado cáncer de útero con el que su cuerpo luchó desde 2018. Hacía pocos días que Félix, su hijo nacido por vientre subrogado, había conocido este mundo.
"Fui muy feliz" fueron sus últimas palabras antes de ingresar a la terapia intensiva en el inicio del fin de semana.
