Las exportaciones crecen y las importaciones también, solo que las primeras van como Franco Colapinto y las compras van en el auto con Max Verstappen. En el primer cuatrimestre, las exportaciones crecieron 5,8% y las importaciones 35,7%. Ahora, si ponemos la lupa en abril -últimas cifras oficiales- las exportaciones crecieron 2,3% y las compras 37,3%.
Aunque los especialistas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central pronostican exportaciones por U$S 82.810 millones y las importaciones U$S 73 mil millones, estiman un superávit comercial para todo el 2025 de U$S 9.811 millones. Si el pronóstico se cumple, sería la tercera mayor cantidad exportada en la historia de Argentina.
Las exportaciones son empujadas por las subas en las compras de India (60%), Chile (20%) y Estados Unidos (18%). Cuidado, se caen Brasil (8%) y China (14%). Por un lado, el impacto de la devaluación con Brasil debilita la competitividad argentina.
Párrafo aparte merece India, el país más poblado del mundo. Creciendo a tasas altas (¿tasas indias en lugar de tasas chinas?) y cambiando su base alimentaria, está comprando más y es inevitable su transición a dietas más diversificadas. Los importadores viajan a Cantón, los exportadores a India.
El impulso de la exportación viene por dos tipos de mercaderías: Manufacturas de Origen Industrial (MOI), que aumentan 11,8%, y las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), que aumentan 4%.
Importaciones que importan
Las compras al mundo vienen creciendo más rápido que las exportaciones. Hay tres rubros que vuelan, según el Indec: bienes de capital y bienes de consumo, que crecen ambos 69%; autos el 101% y las compras por Courier –envíos puerta a puerta– el 167%.
Los bienes de capital son maquinarias y tractores que el Gobierno alienta a importar, con un régimen de pagos más flexibles que para el resto de las mercaderías, y un arancel relativamente menor. También ha implementado el ingreso de maquinaria usada, que ha comenzado a arribar al país y será un boom de importaciones de este tipo de bienes. Algo adicional en este tema, es el sistema de leasing en la compra de bienes de capital, que también influirá, dado que las cuotas pueden ser descontadas del Impuesto a las Ganancias y se observa un crecimiento en esta operatoria. El leasing se viene usando principalmente para compra de camiones, tecnología, maquinaria para la construcción aunque viene creciendo el uso en maquinaria agrícola según Ramiro Baré, presidente de Leasing Argentina.
Las importaciones vienen subiendo principalmente desde el origen China (81%), Brasil (44%), Alemania (28%) y Estados Unidos (10%). Desde Alemania se importan bienes de capital; el ingreso de maquinaria es útil para mejorar la competitividad de la industria argentina.
El producto más importado en el primer cuatrimestre del año fueron los porotos de soja de Paraguay, para producir harina y aceite. Dentro del ranking de lo más importado están también los autos, camiones y camionetas, autopartes, medicamentos, partes de celulares y abonos.
Una debilidad en la industria argentina y latinoamericana es la baja participación en las cadenas globales de valor (CGV), y el bajo contenido de insumo importado en los bienes exportados. El crecimiento de la importación de bienes intermedios, lo hace algo menos del 10%. Esta baja participación tiene como fundamentos ser grandes exportadores de bienes primarios, y escasa especialización en la producción de bienes intermedios que ingrese a las CGV. Por el contrario, por mucho tiempo, la política industrial parecía buscar producir todo acá, en una economía que los números la muestran como la cuarta más cerrada del mundo, según el Banco Mundial.
Dentro de los rubros más importados hay dos que están en debate o análisis: las importaciones de partes de celulares para ensamblarse en Tierra del Fuego y por otro lado los fertilizantes y abonos. Las partes de teléfonos son el sexto producto más importado en nuestro país y los abonos el décimo.
Según Fundar, el costo del régimen de Tierra del Fuego representa U$S 1.100 millones al país, que ingresan a esa provincia exenta de aranceles y luego arriban al país sólo con el pago de impuestos internos. Es el mayor régimen de exenciones que nació en 1972 y beneficia a 15 mil empleos, entre directos e indirectos.

Falta fertilización
Por otro lado, la importación de abonos y fertilizantes es un gran tema de análisis, aunque buscando su incentivación. El empeoramiento en niveles de fósforo, boro, magnesio y calcio es preocupante, dijo Hernán Sainz Rozas –especialista del Inta– en el Simposio Fertilidad 2025.
Roberto Rotondaro, presidente de Fertilizar AC, agregó que el consumo de fertilizantes fue de cinco millones de toneladas el año pasado, con dos tercios de ellos provenientes de la importación. El consumo aumentó por cinco en los últimos 30 años, desde un millón de toneladas a cinco millones, pero debería superar los 10 millones de toneladas. El dato preocupante es que dejaron de producirse 40 millones de toneladas de granos debido a la falta de fertilización.
¿Cómo estimular la importación de esta mercadería que impacta en mayor producción y más ingreso de divisas? Según la Bolsa de Comercio de Rosario, Brasil consume más del doble de fertilizante por hectárea que Argentina.
El resultado entre Argentina y Brasil es claro, goleada de la verde amarilla. Del 2016 hasta hoy, ellos pasaron de producir 245 millones de toneladas de granos a 360 millones, mientras que nosotros pasamos de 121 millones de toneladas a 126 millones, según datos del Indec. Ellos aumentaron 47%, nosotros 4%.
¿Podría tomarse parte de lo pagado por retenciones como pago de impuestos a la importación de fertilizantes y abonos? De esa manera aumentar la importación, promover el uso y bajar el costo de los mismos.
Otras importaciones que son un boom son las del régimen de courier o también llamados envíos “puerta a puerta”, que aumentaron 167%, representando U$S 50 millones por mes. Uno de cada tres argentinos ya compraron afuera por este sistema y hay 10 mil entregas diarias de productos por courier, con un valor promedio de U$S 250. Además que se habilitó el ingreso de medicamentos y alimentos de uso específico, entre otros, todo indica que seguirá creciendo.
Exportaciones
Las exportaciones podrían terminar este año siendo de cerca de U$S 83 mil millones, las terceras más altas de la historia, detrás de las de 2022 y 2011.
Hay una relación entre importaciones y exportaciones como el ingreso de maquinaria agrícola, bienes de capital, fertilizantes, porotos de soja y bienes intermedios que significan más producción y exportación.
Las exportaciones argentinas están concentradas en pocas provincias. De lo que vende Argentina al mundo, U$S 68 de cada U$S 100 son producidos en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba (12,5% del total nacional). La cuarta provincia exportadora es Neuquén con 4,8%, lejos de las primeras tres.
En la otra punta, Formosa exporta solo U$S 37 millones al año, U$S 219 millones La Rioja y U$S 258 millones Corrientes. Tierra del Fuego tampoco aporta mucho al total nacional (0,5%), vendiendo U$S 413 millones.
Los productos más exportados en este primer cuatrimestre:
- Harina de soja.
- Maíz.
- Aceite de soja.
- Aceite crudo de petróleo.
- Autos.
- Oro.
- Trigo.
- Aceite de girasol.
- Carne.
- Maní.
Casi todos son producidos en tres provincias, salvo petróleo y oro, que proviene de Neuquén, Santa Cruz, Catamarca y San Juan -exporta bastante más que Mendoza aunque con sectores que tienen menos marketing-.
El Gobierno decidió bajar las retenciones a trigo y cebada. Esta última es una de las nuevas estrellas, de la cual se exportaron U$S 400 millones contra U$S 200 millones por carbonato de litio en el primer trimestre.
Un tema esencial en la economía argentina es el ingreso de divisas y el nivel de reservas. En cuanto a este tema, la agroexportación ingresó U$S 2.524 millones en abril, 32% más que en 2024 y 34% más que en marzo, según la Cámara de la Industria Aceitera. Analizando los números del Indec, en el cuatrimestre los productos primarios crecieron sólo 0,3% y las MOA sólo 4% por lo que esos porcentajes de liquidación de divisas no podrían repetirse en los próximos meses.
Los primeros 100 días de Trump
Los datos oficiales de los 100 días de gobierno de Donald Trump indican que están al borde de la recesión con una caída de 0,1% del PBI en el primer trimestre, contra 0,4% de crecimiento de la Unión Europea (UE).
En Estados Unidos (EE.UU.), el déficit comercial creció 92% porque todos importaron mercaderías anticipándose a la guerra comercial.
Ahora llegó la tregua y comenzó una carrera mayor para traer desde China todo lo posible antes que finalice el período de 90 días. La alta demanda de fletes se puede sentir en los costos de los mismos. Y también pueden faltar barcos que quieran ir hacia otros mercados. Las importaciones de EE.UU. al mundo vienen creciendo 42%.
India se espera que crezca casi 7% este año e Indonesia también tendrá crecimiento récord. Según el estudio “El Mundo en 2050” de PWC, India sería la segunda economía a nivel global en ese año e Indonesia la cuarta, teniendo un gran salto países como Vietnam.
La guerra comercial y su tregua introduce incertidumbre en la economía global. La continuación de las negociaciones entre los dos gigantes China y EE.UU. debe ser seguidas con atención.
Argentina y los dólares
En el primer mes de vigencia de la banda cambiaria, aumentaron los depósitos en dólares en U$S 1.200 millones. La gente compra verdes y los deja en el banco. El Gobierno parece tener suficientes dólares para evitar deslices cambiarios. Aunque aún no pudo aumentar reservas, que a fin de junio deberían ser de U$S 3.700 millones, según se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El salto en importaciones es notable y también en viajes al exterior, lo que aumenta la presión en el mercado cambiario. Según Guido Sandleris, la canasta básica en Argentina es la segunda más cara de la región detrás de Uruguay.
El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) significó hasta ahora U$S 13 mil millones, de los cuales la mitad son de YPF, por lo que la clave siguen siendo las exportaciones para hacerse de dólares. Este año cerraría con superávit comercial, aunque debería tenerse en cuenta la balanza de servicios.
Los atrasos cambiarios fueron ventanas donde la importación creció, algunos sumaron tecnología y se capitalizaron para mejorar la competitividad. Son tiempos de interesante oportunidad para ese tipo de acciones. También tuvo impacto en el empleo y en ciertos sectores.
Argentina está en un cambio de escenario, mientras el contexto global se modifica también entre tensiones y guerras, comerciales y de las otras.
(*) Docente de la UNC, UCC y Universidad Siglo 21