El año pasado, el mercado de vehículos 0 km terminó convulsionado por la suba de precios, en el marco del reacomodamiento que impulsa el gobierno de Javier Milei. Mientras se esperan los nuevos valores, este 2024 arranca con la expectativa de menos ventas.
Según la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (Acara), 2013 terminó con 449.438 patentamientos (424.949 si se acota a vehículos para pasajeros y comerciales livianos), 10,2% más que en 2022. El 67% fueron vehículos nacionales, cuando antes de que empezara la restricción a la importación la relación en el país era 60% importados y 40% locales.
Toyota fue la marca líder con 22% de participación, pero si Stellantis suma sus tres marcas (Fiat, Peugeot y Citroën) supera el 25%. El vehículo liviano más vendido fue el Fiat Cronos (fabricado en Córdoba) con 11,2% del mercado.
En diciembre, el patentamiento bajó 48,6% mensual y 6,2% interanual por la suba de precios y la incertidumbre. En noviembre, la mayoría de las marcas elevaron sus valores entre 10% y 14%; el último mes de 2023 comenzó con alzas similares, pero tras la devaluación post asunción de Milei aplicaron otro incremento que, en algunos casos, sumó en total 40%.
Según Sebastián Beato, presidente de Acara, el mercado logró “cifras más que aceptables” por el esfuerzo de todo el sector, pero ahora la actividad muestra “una tendencia a desacelerarse”. Nuevos aumentos y menos poder de compra de los salarios hacen prever que la demanda baje 20% este año, con un mercado de 340 mil a 350 mil vehículos livianos y comerciales livianos.
Para enero se espera 35 mil patentamientos (26% menos en la comparación interanual) y que los precios suban la mitad del salto registrado en diciembre, pero eso todavía está por verse. “Las terminales aún no pasaron las listas de precios. En este momento, todo está conversación con el Gobierno, sobre todo la aplicación de los impuestos internos y a la importación”, explica Beato.
La apuesta es lograr una baja o suspensión de impuestos para reducir el impacto de la suba del tipo de cambio con el dólar y de la inflación. Incluso algunos proponen un “plan canje” que dinamice el sector hasta que la economía se estabilice y otros incrementos de precios por debajo de la devaluación para lograr ofertas competitivas.
“En los últimos cinco años tuvimos un mercado de 400 mil unidades. Pero veníamos de 750 mil patentamientos. Mientras tanto, tuvimos que adaptarnos para poder mantener nuestras estructuras”, asegura Sebastián Parra, titular de Acara Córdoba.
Las concesionarias tienen cinco actividades principales: venta tradicional, usados, plan de ahorro, servicio postventa (taller) y repuestos. Los últimos ítems fueron las áreas que más crecieron en los negocios para poder sostenerse.
En general, la proyección es un primer semestre con caída de ventas y una segunda mitad del año con recuperación, en base a la estabilización de los precios y a la recomposición de la oferta de importados regionales.
“De a poco, el año se va a ir normalizando. Tendremos un primer trimestre muy desafiante, ciertas variables como la oferta que va a ser algo más normal y con una demanda más natural y no con tanta intervención del sector público, de manera tal que se cuide la producción y empleo y que el mercado a finales de año se recupere”, agrega Darío José Ramonda, vicepresidente de Centro Motor Toyota.
