Grupo Betania inauguró oficialmente el edificio Betania Rondeau, un desarrollo de 105 departamentos de uno y dos dormitorios, con pileta, SUM, amenities y un local comercial, ubicado en Nueva Córdoba.
El proyecto demandó 48 meses de ejecución y, según la empresa, todas las unidades están vendidas, a excepción del local comercial, por el estancamiento del consumo.
“Cada vez que terminamos un edificio sentimos la satisfacción del deber cumplido. Son 6.500 m2 cubiertos y una inversión que, a valores de hoy, ronda los U$S 10 millones”, precisó Rodrigo Martínez, CEO de Grupo Betania.
La compañía, una de las principales desarrollistas de Córdoba, mantiene un ritmo sostenido de obras y proyecta cerrar el año con dos entregas más. Una de ellas será Betania Boulevard, ubicado sobre bulevar Illia, que presenta un 97% de avance y cuya inauguración está prevista para comienzos de 2026.
La otra, en diciembre, será la primera torre de Distrito Betania, el proyecto más ambicioso del grupo, que incluye tres torres con un total de 45 mil m2.
“A fin de año, entregaremos la primera torre del Distrito, de unos 10 mil m2, sobre calle Perú. La segunda, sobre calle Vélez Sársfield, de 25 mil m2, ya lleva un año de obra. Y pronto iniciaremos la tercera, Torre Temple, con otros 10 mil m2 más”, anticipó Martínez.
“Con eso completaremos el proyecto más importante de la historia de la empresa”, añadió.
Un mercado más dinámico impulsado por el dólar alto
Los integrantes de Grupo Betania aseguran que, iniciado el último trimestre, ya cumplieron los objetivos de venta del año.
El repunte de los últimos meses, advierte, fue resultado de la suba del dólar. Como la firma comercializa sus desarrollos en pesos, mejoró la capacidad de compra de los ahorristas.
“Cuando el dólar estaba a $ 1.100, no vendíamos casi nada. Hoy, con un tipo de cambio más alto, el mercado volvió a traccionar. Nosotros medimos nuestros costos en pesos y el único componente dolarizado es la tierra. Eso hace que quienes tienen dólares puedan comprar más metros, y que nuestras propuestas sigan siendo competitivas frente al mercado”, agregó.
El esquema de venta en moneda local, destacó Martínez, fue una de las estrategias que comenzó cuando el mercado se movía en un contexto de alta inflación, y que les dio previsibilidad a los compradores, actualizando precios con el costo de la construcción.
Costos y precios: señales de estabilidad
Pero este año cambió la evolución de los costos de la construcción. Martínez subrayó que el rubro muestra una estabilidad inédita en comparación con la inflación de la economía.
“El costo de nuestra industria viene subiendo al 1,5% mensual, por debajo del promedio de los precios en general. La apertura de importaciones frenó la suba de materiales, e incluso bajaron algunos precios”, afirmó.
El hierro fue uno de los insumos donde más se notó el cambio. “Antes estaba hasta el doble del valor internacional. Hoy, gracias a la competencia externa y a la normalización del mercado, los precios se alinearon con los valores internacionales”, explicó.
Martínez también destacó el mayor acceso a materiales importados (por ejemplo, porcelanatos y grifería asiática) y la tendencia de los proveedores locales a ajustar valores para no perder competitividad.
“Eso redujo los costos en dólares y estabilizó el mercado. A su vez, mantiene los precios de los inmuebles en niveles históricamente bajos si se los compara con la región”, agregó.
Córdoba, todavía barata en dólares
Según el CEO de Betania, el valor del metro cuadrado en Córdoba sigue siendo de los más bajos de Sudamérica.
“Si uno compara con Uruguay, Chile o Brasil, los precios están entre 40% y 50% por debajo. Cuando se consoliden las variables macroeconómicas y vuelva el crédito hipotecario, el valor de las propiedades va a volar”, aseguró.
El empresario considera que la necesidad de viviendas en Argentina es altísima, pero la falta de crédito restringe la capacidad de compra.
“Cuando se unan el mercado financiero y el de la construcción, no va a haber oferta suficiente para cubrir la demanda. Ese será el gran salto del sector”, proyectó.
Los planes para 2026
Con más de una decena de obras activas —entre ellas, Green Park en Valle Escondido y Green Life 3 en General Paz—, Betania mantiene su plan de expansión y apunta a consolidarse en los segmentos de viviendas de media y alta gama.
El empresario anticipó que cada edificio tiene un plazo de ejecución de unos 48 meses, especialmente por la complejidad que implican los subsuelos de cocheras.
“Nuestro compromiso es cumplir los plazos o incluso adelantarlos. Preferimos ser prudentes con las fechas y sobrecumplirlas, que es nuestra diferencia con la competencia”, señaló.