Aunque aún lejos del volumen que se maneja en otros países de la región, el mercado de capitales en la Argentina sigue su avance, apalancado sobre todo por la estabilidad macroeconómica.
Este tipo de fondeo, alternativo al tradicional que obtiene a través de los bancos, cumple un rol significativo, no sólo para financiar al sector productivo, por medio de acciones u obligaciones negociables (ON), sino también al sector público, mediante la adquisición de los bonos y las letras que colocan el Tesoro o el Banco Central.
Datos del Mercado Argentino de Valores (MAV) indican que en diciembre de 2024 la negociación de cheques de pago diferido (CPD), tanto físicos como electrónicos, facturas de crédito electrónicas (FCE) y pagarés alcanzó un estimado de $ 1,4 billones. De esta manera, el acumulado del año pasado marcó un incremento interanual del 24% y ascendió al nivel récord de $ 14,4 billones.
Por otra parte, teniendo en cuenta el promedio de todos los meses del año, el instrumento de mayor volumen operado en el MAV durante 2024 fue el pagaré, con una participación promedio del 67% en el total negociado.
Pero no todo es color de rosa. En las últimas semanas, saltaron varias alarmas cuando se conoció que empresas del sector agropecuario como Los Grobo, Agrofina y Surcos avanzaron en la presentación de un concurso preventivo de acreedores, según lo hicieron saber a través de comunicaciones elevadas ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), en el marco de la caída de los precios globales de los commodities.
En proceso de afianzamiento
Referentes del mercado de capitales observan que el crecimiento del sector está aprovechando el impulso a favor que produce la política de estabilización de precios, superávit fiscal y control monetario del Gobierno nacional.
Manuel Tagle, presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, comenta que la Argentina tiene un mercado de capitales más chico que otros países de la región, producto de las políticas intervencionistas del Estado que afectaron la confianza de los eventuales inversores.
Sin embargo, destaca: “El año pasado, el mercado de capitales pegó un gran salto porque se financiaron U$S 10 mil millones en obligaciones negociables, cuando el promedio histórico había sido en los últimos años U$S 2.400 millones o U$S 2.500 millones. Esto quiere decir que el mercado de capitales, con esta política, comenzó a tomar más dimensión”.
Para Pablo Pereyra, gerente general de Acindar Pymes SGR (Sociedad de Garantía Recíproca), la situación actual del país está llevando al fortalecimiento del mercado de capitales.
“Con la posibilidad de ingreso de nuevo fondeo, de nuevos inversores, el sistema es una herramienta sumamente atractiva que complementa lo que es el financiamiento tradicional vía bancos”, asegura el directivo.
Victoria Alfonso, asesora financiera y especialista en financiamiento Pyme en Focus Investment Management, agrega que en este panorama las SGR están trabajando a full.
“El tema es que para el que toma deuda está quedando caro en pesos. Lo que sí, hay mucho mercado para lo que es pagaré hard dollar, aunque por este lado no todas las SGR califican para esta operatoria”, señala Alfonso.
A su turno, Agustín Martínez, portfolio manager en Dracma, recuerda que el mercado de capitales es el lugar que conecta a los inversores con el financiamiento que requieren las empresas.
“Ahí es donde se ve que el mercado de capitales argentino no está cumpliendo del todo esa función. El mercado local es todavía muy transaccional, es muy del día a día. Falta pensar en el ahorro a mediano y largo plazo”, evalúa.
Agro: ¿alarmas o casos puntuales?
Mientras tanto, los referentes coinciden en que los recientes incumplimientos de pago por parte de algunas empresas, principalmente del sector agropecuario, son casos puntuales que tienen más que ver con procesos internos de las compañías que con eventuales inconsistencias en el mercado de capitales.
“Son situaciones puntuales de empresas que se endeudaron en dólares con instrumentos del mercado de capitales y realmente el sector agropecuario ha estado pasando un momento difícil, entre otros motivos, por la quietud del tipo de cambio y la sequía, a lo que se suma que el precio de los commodities estuvo más bien a la baja el año pasado”, evalúa Tagle.

Alfonso manifiesta también que esta situación no ha afectado la operatoria habitual: “Por lo menos, no se ve nada inusual a nivel mercado que indique que se hayan dejado de operar instrumentos por esa razón”.
Al respecto, Pereyra menciona que todo lo que tiene que ver con el sistema de sociedades de garantía recíproca en los últimos años ha evolucionado muchísimo el nivel de análisis de crédito.
“Estos incumplimientos son hechos aislados, propios en alguna medida de un sector económico que arrancó 2024 con una determinada mirada económica que no se dio y, en definitiva, el problema que se suscitó tuvo que ver explícitamente con razones propias de las empresas, no con una cuestión que afecte sistémicamente a las SGR”, opina el referente de Acindar Pymes.
Martínez aporta que “se trata de casos puntuales de ese rubro en particular, porque las retenciones están altas, el precio internacional de la soja cayó y el dólar se depreció, cuando todos estos agentes estaban esperando lo contrario. Pero no afectó al resto del mercado, porque el sector ligado a la energía y al petróleo, por ejemplo, sigue firme y los inversores continúan mostrando confianza”.
Perspectivas y costos financieros
Aunque las perspectivas para este año, en caso de sostenerse el superávit fiscal, son auspiciosas para el mercado de capitales, el sistema no está exento de materias pendientes.
Según Tagle, un tema que hay que resolver es el cepo cambiario. “El Gobierno sabe que hay que resolverlo porque genera trastornos que no son deseables. Tampoco se puede pretender que el Gobierno haga un salto al vacío. Por el contrario, para avanzar en este sentido tiene que lograr cierta confianza y un acuerdo quizás con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para poder liberar el tipo de cambio”, explica el titular de la Bolsa de Comercio local.
Pereyra, a su turno, observa que el contexto posibilita, inicialmente, una mayor demanda de crédito para capital de trabajo.
“Las empresas necesitan ese financiamiento de capital de trabajo para darles plazo a sus clientes y, en alguna medida, para acompañar ese mismo plazo con proveedores. Ahí es donde creo que el mercado de capitales, a partir de justamente su simplicidad de herramientas, va a ser un actor clave. Es algo que se va a dar a lo largo del año, definitivamente”, resalta el referente.
En cuanto a los costos financieros de los instrumentos, Pereyra indica que, en este nuevo contexto con una tasa de interés real positiva, tanto las empresas como las entidades que analizan crédito tienen que mirar con mucha más atención el peso de ese costo financiero en la estructura de costos totales de una compañía.
“Tenemos que ser eficientes en el uso de herramientas. El contexto en donde antes se licuaba el costo financiero hoy no existe más, por lo que la empresa tiene que jugar con el costo real de ese financiamiento”, insiste el referente.

Un desafío: romper el tabú de que “es difícil”
Comparado con otros países de la región, la relativa pequeñez del mercado de capitales argentino revela, por un lado, el desconocimiento que persiste a nivel local de las distintas alternativas de financiamiento; y, por otro, las posibilidades ciertas de expansión que tiene esta operatoria de cara al futuro.
“Nos falta mucho conocimiento. Es importante educar a las empresas, sobre todo a las pymes, en todos los instrumentos que existen y sus posibilidades. Hay compañías que no salen del banco y del cheque porque todavía están atadas al tabú de que el mercado de capitales es difícil”, cuenta Victoria Alfonso.
Para la referente, “si uno se pone a ver los números, el mercado de capitales ha crecido, pero hay todavía para enseñar, para invitar a que se sumen a usar el mercado, no como reemplazo del banco, pero sí como aliado”.
En esta sintonía, Pereyra menciona también que el desafío educativo es el más importante. “No nos olvidemos de que Argentina cerró 2024 con una relación crédito al sector privado sobre PIB cercana al 6,5% o el 7%, y es un nivel bajísimo respecto de cualquier país de la región”, recuerda.
“Tenemos que trabajar fuertemente en sostener niveles educativos y de asesoramiento para que se conozcan estas herramientas, porque me parece que una vertical importantísima de crecimiento hacia delante de la Argentina justamente pasa por la penetración del crédito al sector privado”, insiste el referente de Acindar Pymes.
En tanto, Tagle menciona dentro de los desafíos para el sector financiero que se mantenga la actual política económica.
“Lo que el Gobierno tiene que profundizar en 2025 es la reducción aún más del gasto público, para poder disminuir la presión fiscal. Además, los gobiernos provinciales y municipales tienen que generar un proceso de convergencia hacia la política del Gobierno nacional”, señala.
Otro reto para el sector financiero es aprovechar el viento de cola que provocó el blanqueo de capitales. Alfonso asegura que el impacto de esta medida fue cuatro veces mayor que el que inicialmente se esperaba.
La asesora financiera pondera que el blanqueo “movió mucho el mercado y generó demanda, sobre todo de pagarés de hard dollar y todo lo que son obligaciones negociables. Ha habido un incremento muy grande en la cartera que manejamos y de cuentas de gente que, a lo mejor, no hubiese llegado de otra forma al mercado de capitales porque tenía sus dólares guardados”.
Finalmente, Martínez menciona también como un desafío para la expansión del mercado la consolidación de la estabilidad macroeconómica.
“La publicación del tweet del Presidente (Javier Milei, sobre el activo digital $Libra) hizo que las acciones cayeran luego aproximadamente un 6%, que los bonos retrocedieran un 2% (aunque luego se recuperaron) y que el riesgo país subiera; ese tipo de cosas todavía son un desafío y hacen que la rueda no gire con la libertad con que debería hacerlo”, cierra el referente de Dracma.