Florencia Moyano Carranza es una auténtica emprendedora y pionera. En 2002, cuando en Córdoba no existía la figura de wedding planner, ella se animó a dar ese paso, y marcó un camino hacia la profesionalización en la organización de eventos sociales y corporativos. Hoy es una de las event planner más buscadas y la persona que está detrás de las bodas más originales y exclusivas.
Referente indiscutible en el rubro, desde hace más de 20 años dirige su propia empresa: Florencia Moyano Carranza Meetings & Events, responsable de eventos que llevan su sello distintivo de calidad e innovación. Entre otros, el almuerzo oficial de inauguración del Congreso Internacional de la Lengua Española en Córdoba, en 2019.
Desde hace un tiempo, trascendió las fronteras de la provincia, encarando proyectos en todo el país e incluso en el exterior. Este año organizó su primera celebración nupcial –de cinco días– en Europa.
Es analista en Relaciones Públicas e Institucionales, organizadora profesional de eventos, diplomada en Logística Organizativa, Ceremonial e Imagen, y consultora en Ceremonial y Protocolo.
Además, es coautora del e-book Organización de Eventos (2014), del Colegio Universitario IES Siglo 21; creadora de “Recibir con Estilo”, un ciclo y clases sobre buenos modales, ceremonial y protocolo social, y de “Mesas, Arte & Música”, una muestra anual a beneficio, que combina decoración de mesas, arte y música en vivo.
En lo institucional, es miembro de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Eventos (Aofrep).
Fue profesora de Etiqueta Empresarial (Universidad Siglo 21), de Organización de Eventos, Ceremonial y Protocolo (IES Siglo 21), y de Organización de Eventos y Relaciones Públicas y Negociación (Instituto Terciario Nuestra Sra. de Lourdes, Unquillo, Córdoba).
Colabora con distintos medios de comunicación gráficos, radiales y televisivos, como invitada y columnista.
–Cuando te preguntan a qué te dedicás, ¿qué respondés?
–Soy organizadora de eventos. Cuando empecé, en el año 2002, no se usaba en Argentina el término wedding planner o event planner.
–¿Cómo se te ocurrió dedicarte a organizar eventos?
–Trabajaba en un estudio jurídico y un día vi un aviso en un diario sobre un curso de organización de eventos, ceremonial y protocolo, que se dictaba una vez por semana, los sábados, en Buenos Aires. Y me llamó la atención. En aquel entonces, no era muy accesible viajar a Buenos Aires y, además, estaba casada y era mamá.
–Todo un tema...
–Mi marido me apoyó para que hiciera el curso y me inscribí. Durante seis meses, viajaba todos los viernes en colectivo, iba al curso que duraba solo dos horas y volvía los domingos. Terminó el semestre y estaba la opción de seguir estudiando seis meses más, y yo pensé: “Sí, quiero seguir”. Junto con la parte teórica, teníamos la posibilidad de realizar pasantías; algunas eran, por ejemplo, desarmar el cotillón de una fiesta. Cuando terminó el curso, la profesora me dijo que tenía que organizar un evento en Córdoba. Pensé: “Cómo voy a hacer un evento si no sé nada”. Pero me animé y organicé una capacitación sobre ceremonial y protocolo en un hotel. Y salió impecable. No gané un peso, pero pagué todos los gastos. Seguí durante un año y medio organizando capacitaciones sobre distintas temáticas y siempre me iba muy bien.
–¿Te acordás cuál fue el primer casamiento que organizaste?
–Claro. Me llamó un hombre, lo cual no es común, porque por lo general son las mujeres las que se ocupan de la organización de una fiesta, y me dijo que quería contratarme para su casamiento. Nunca me preguntó si ya lo había hecho antes. Fue una celebración que duró tres días y prácticamente hice todo yo sola.
–¿Todo vos sola? ¿Y cómo te fue?
–Como no tenía experiencia, no había dimensionado todo lo que había que tener en cuenta. Obviamente, no gané plata porque no sabía ni siquiera cómo cobrar, pero fue una gran experiencia que me dio el conocimiento que necesitaba para continuar. Renuncié a mi trabajo en el estudio jurídico y decidí dedicarme 100% a la organización de eventos. No tenía ni un solo cliente, pero sabía que era lo mío.
–Y luego vino el segundo, el tercero y una larga lista, incluso en otras provincias y en el exterior.
–Primero, empecé a hacer celebraciones en otras ciudades de Córdoba y luego en otras provincias, como Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca y Mendoza. También organizamos bodas en Uruguay, República Dominicana y, este año, en Italia.
–¿Cómo llega una event planner cordobesa a organizar una boda en Italia?
–Fue algo que nunca me hubiera imaginado, pero sí deseado. En 2023, fui a Italia de vacaciones y me crucé con varias novias y pensaba “cómo me gustaría organizar una boda acá”. Y un día, una novia, a la que le organizamos su casamiento acá, nos pidió hacer otra fiesta en Italia, en Noto, Sicilia. Fueron cinco días de festejos y una experiencia inolvidable.
–¿Es una experiencia que se puede repetir?
–Ahora me entusiasmé y quiero organizar más bodas en Europa; me encantaría en Inglaterra y en Francia.
–¿Cómo cambió el negocio en estos 20 años?
–Cuando empecé, por ejemplo, no había internet ni redes sociales, con lo cual era muy difícil mostrar lo que te imaginabas para una fiesta. Yo sabía muy bien qué tipo de fiesta quería hacer. Fue un camino largo, pero nunca bajé los brazos porque soy muy terca, persistente y perseverante.
–¿Tu especialidad son las bodas? ¿Qué tienen las bodas que te gustan tanto?
–Las bodas tienen esa parte emotiva que es lo que me moviliza. Lo tengo clarísimo. Siempre digo que el día en que ya no me emocione una fiesta, me dedico a otra cosa.
–La gente se sigue casando y festejando.
–Absolutamente. La gente quiere celebrar y mucho más después de la pandemia. Se valoran mucho los momentos compartidos con los seres queridos, la familia, los amigos. No tengo estadísticas sobre si la gente se casa más o menos ahora, pero en nuestro caso seguimos trabajando muchísimo.
–Sobre todo, grandes fiestas.
–Sí, cada vez con mayor despliegue. Para nosotros, lo normal son festejos que duran dos días. Hicimos también celebraciones de tres, cuatro y hasta cinco días.
–¡Cinco días!
–Es común en lo que se conoce como bodas destino, que es un nicho en el que nos estamos enfocando desde hace un tiempo. Es un concepto nuevo en Argentina, pero bastante difundido en otras partes del mundo. Consiste en hacer el festejo en un lugar que no es el de origen ni el de residencia de al menos uno de los novios. Argentina tiene un gran potencial para ocupar un lugar destacado en este mercado, que va de la mano del turismo.
–Está entre las nuevas tendencias, ¿no es así?
–Existen desde hace tiempo en otras partes del mundo y cobraron más notoriedad luego de la pandemia. En Argentina es incipiente. Hay provincias como Mendoza en donde el concepto está más desarrollado. Nosotros hicimos una boda en Mendoza bajo este formato: el novio era oriundo de Córdoba y la novia, de Nueva York; y los dos vivían en Israel. Los invitados, por supuesto, vinieron de distintos lugares.
–¿En Argentina y, particularmente, en Córdoba hay potencial para desarrollar el producto?
–Totalmente. No sólo creo que hay potencial, sino que, además, vengo trabajando en esto desde hace tiempo para tratar de involucrar a otros actores en la temática, que vincula a los organizadores de eventos con el turismo. Argentina –y, por supuesto, Córdoba– tiene muchísimas virtudes para ser un país atractivo para las bodas destino. Tenemos escenarios increíbles, muchísimos atractivos turísticos y un plus: la idiosincrasia de los argentinos, que se caracterizan por ser excelentes anfitriones.
–¿La organización de eventos sociales ha sido históricamente un rubro subestimado en la economía?
–Se podría decir que sí. En general, cuando se habla de la actividad pensando en su impulso y promoción, se enfoca en los eventos corporativos, cuando, en realidad, los sociales también son muy importantes; incluso, muchas veces, tienen más envergadura que los corporativos. Desde mi lugar, quiero aportar para que se visibilice más nuestra actividad y se la tome en cuenta a la hora de planificar iniciativas que favorezcan el desarrollo del rubro.
–¿Cuál sería ese impulso que nos falta para posicionarnos como país en el mercado de las bodas destino?
–En principio, mayor representatividad institucional. Me refiero a presencia en los foros, congresos y demás actividades que se realizan en todo el mundo, grandes eventos vinculados a las bodas destino y de las que Argentina prácticamente no participa. Tenemos que mostrarnos al mundo como un destino atractivo para este tipo de eventos.
–Para vos, ¿sigue siendo el trabajo soñado?
–Sinceramente sí.
Pionera en el concepto “event planner”
Nombre. Florencia Moyano Carranza (49).
Casada con. Ernesto.
Hijos. Franco y Valentino.
Le gusta. Caminar, estar en familia, viajar y leer.
Profesión. Event planner, productora de eventos sociales y corporativos, y organizadora de eventos sociales y corporativos.
Empresa. Florencia Moyano Carranza Meetings & Events.
Cargo. Directora.
Proyecto para 2025. “Seguir haciendo esto que amo”, dice.
Un dato. “Me atrevo a decir que fui la primera organizadora de eventos sociales en Córdoba; quiero decir, sin tener catering, salón, ambientación u otro servicio al que le sumara la organización. Hasta ese momento (2002), el rubro no existía exclusivamente como tal”, asegura.
Teléfono. (351)564-5940.
E-mail. florenciamoyanocarranza@gmail.com.
Instagram. @florenciamoyanocarranza.