Las operaciones de la tecnológica cordobesa Santex en Argentina aumentaron su participación comparadas con la exportación a países desarrollados. Hasta hace algunos años, sus ventas internacionales comparadas con las registradas en el país tenían una relación de nueve a uno; actualmente, están en ocho a dos.
Este crecimiento en las operaciones en el país se debe a que las empresas locales y de la región están demandando cada vez más asesoramiento para aplicar la inteligencia artificial (IA) a su actividad, una tecnología que todas quieren implementar pero muy pocas saben cómo y para qué.
Por esta razón, en los primeros días de abril, la firma fundada y liderada por el cordobés Juan Santiago inauguró una oficina de 640 m2 en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Palermo, en la que invirtió U$S 2,5 millones.
La nueva sede tiene las mismas características de sustentabilidad que tiene en Córdoba (luz natural para un bajo consumo energético, biofilia, un auditorio inteligente y flexible, una cocina con barra gastronómica, lugares para los hijos recién nacidos de los empleados, actividades para el bienestar de sus colaboradores, etcétera) que se suma a un espacio para hacer streaming (genera contenidos en temas relevantes de tecnología, de cultura, de sustentabilidad y de inclusión).
Este nuevo espacio se suma a las oficinas que tiene en Córdoba, en Lima (Perú) y en Miami y en San Diego (Estados Unidos). De sus más de 900 empleados, Santex tiene en Buenos Aires 400 colaboradores.
“En los últimos tres años, se duplicaron nuestras operaciones en el país. La llegada a Buenos Aires está ligada a los nuevos clientes que estamos atendiendo por un nuevo vertical que cada vez tiene más importancia: la consultoría en IA. Los directivos les dicen a sus gerentes que usen la IA, pero ellos no saben por dónde arrancar”, explica Walter Abrigo, socio y director general de Santex.
Básicamente, la consultoría consta en montar un laboratorio, donde se trabaja en cómo mejorar, optimizar y eficientizar los procesos productivos, adaptando lo que hay en materia de IA, combinando y cocreando nuevas soluciones, dado que en todos los casos se necesita una adecuación a los sistemas informáticos de las empresas.
“Así como antes teníamos un vertical dedicado a la tecnología para la movilidad, hoy tenemos otro vertical para la IA; hasta hace un par de años, no era un negocio per se, eran ideas; actualmente, el impacto es muchísimo más grande”, resalta el directivo.

Madurez tecnológica
Después de mantener un ritmo de crecimiento de dos dígitos en los últimos años, en 2024 Santex registró un avance de 7%.
Para Abrigo, un factor que ayuda al crecimiento de Santex en Latinoamérica es que la región todavía está atrasada en materia tecnológica. Sin embargo, el mercado regional viene registrando un proceso de madurez en lo tecnológico que entusiasma a Santex.
“Hace una década, las áreas de tecnología no estaban en la mesa chica donde las organizaciones toman las decisiones. Actualmente, se han podido sentar a esa mesa para generar soluciones de crecimiento en las empresas”, resalta Abrigo.
De todas maneras, entre el 81% y el 82% de las operaciones de Santex están en Estados Unidos y en Europa, principalmente Alemania y el Reino Unido. Del resto, la mayor parte está en Argentina, pero también vienen creciendo en Panamá, en Colombia y en México.
Sus principales mercados son los rubros de salud, de alimentos, de agro y de finanzas.
Para este año, en función del escenario complejo que se plantea a nivel global, proyecta otro avance del 5%, la mitad de este crecimiento concentrado en Argentina.
“Antes, éramos una compañía netamente exportadora. Hoy empiezan a conocer que estamos tomando parte del mercado local, nos posicionamos como un proveedor importante para el desarrollo tecnológico de las organizaciones”, agrega.
Todavía es una incógnita cuál será el impacto real de la política de aranceles que impulsa el presidente estadounidense Donald Trump. La visión de Santex es que afectará a todas las compañías, pero no de la misma manera, por lo cual habrá que esperar un tiempo para tener precisiones sobre las consecuencias.
Lo que sí está claro es que la industria del software ya no puede ofrecer sólo programación, porque la IA ha bajado los costos y precios. “La compañía que se especializa en IA puede seguir avanzando en el mercado; si te quedaste en lo tradicional, probablemente no puedas competir por precio”, previene.