Córdoba Resistencias Eléctricas (CRE) es una pyme fundada hace 20 años por Mónica Fuentes y su marido Carlos Margaría, cuando comenzaron a fabricar resistencias eléctricas en barrio General Bustos. Con la segunda generación a su cargo, encabezada por Florencia y Luciano Margaría, inició un camino de expansión hacia nuevos rumbos, un paso que la acaba de convertir en proveedora de resistencias eléctricas para plantas nucleares. Con esto, ya inició un plan para duplicar su capacidad productiva y su plantel de trabajadores.
La firma rubricó un convenio el año pasado con Nucleoeléctrica Argentina SA (Nasa) para ingresar a su programa de desarrollo de proveedores nacionales, compitiendo con otras dos empresas argentinas.
La empresa acaba de recibir la habilitación para ser proveedora de Nasa, lo que le permitirá ahora empezar a fabricar resistencias eléctricas críticas destinadas a los presurizadores de las centrales nucleares Atucha I y II. Se trata de un pedido de 100 resistencias, la mitad de las cuales debería fabricarlas en lo que resta del año.
Para este tipo de resistencias, no hay proveedores ni siquiera en Latinoamérica, por lo cual debían ser importados desde los países desarrollados. En el mundo, estos insumos son fabricados por grandes compañías como Watlow (Estados Unidos), Framatome-Thermocoax (Francia), BWX Technologies (Canadá-EE.UU.) y Chongqing No.17 Factory (China).
Se trata de piezas centrales en el funcionamiento de las centrales, ya que permiten mantener las condiciones de presión del circuito primario en un rango óptimo.
Con este hito, CRE se convierte en la primera empresa argentina y latinoamericana en lograr la habilitación y la capacidad productiva para fabricar y abastecer resistencias de presurizador. Esto no sólo implicó tener que alcanzar estándares de calidad y certificaciones de las empresas líderes, sino también renovar la certificación de normas ISO 9001, aplicar procedimientos de transformación digital y mejora continua de procesos, y encarar una reingeniería de la producción que arrancó a finales de 2024.
Este proceso le permitió a la firma lograr un nivel de competitividad entre 40% y 50% mejor con relación a los precios internacionales.
El primer paso será cumplir con la producción pedida para las centrales de Atucha. Pero también se abren nuevas posibilidades de trabajo con Nasa para otras plantas de energía nuclear fuera del país.
Más planta y trabajadores
Es por esta razón que puso en marcha un plan de expansión. En su actual sede en Diagonal ICA, la firma tiene dos naves de entre 200 m2 y 250 m2. Para finales del año que viene, tiene previsto inaugurar una nueva planta de 400 m2 con oficinas en Punto 53, un nuevo parque industrial privado que se está desarrollando en Unquillo, cerca de la ruta 53 (de allí su nombre).
“En 2025, la empresa inició una nueva etapa de expansión con la apertura de nuevas plantas industriales en la provincia de Córdoba, destinadas a ampliar su capacidad instalada, incorporar líneas de producción más especializadas y responder a la demanda local y regional. Estas nuevas instalaciones reflejan el compromiso de la empresa con la generación de empleo calificado y con la proyección de su know-how a nuevos mercados, incluyendo sectores de altísima complejidad como el nuclear”, remarca Florencia Margaría del área de Nuevos Negocios de CRE.
Actualmente, la pyme tiene cerca de 25 colaboradores. La idea es duplicar el staff, para lo cual llevará parte de su actual equipo a la nueva planta, para asegurar la capacitación de los ingresantes.
“Es un trabajo que requiere perfiles de mucha especialidad, un nicho que requiere mucho oficio”, agrega.
Este crecimiento está ligado al trabajo como proveedor de Nasa; pero, como todo en esta industria, se trata de procesos a mediano y largo plazo.
Cabe advertir que los insumos para la energía nuclear es un mercado en expansión: se estima que a nivel mundial el mercado de resistencias de presurizador supera los U$S 1.200 millones anuales, con un crecimiento proyectado del 5% anual impulsado por nuevas centrales y la extensión de vida de las existentes.
Luciano Margaría, a cargo del departamento de Ingeniería de CRE, adiciona: “Este logro también refleja el impacto de las políticas de desarrollo de proveedores promovidas desde empresas estatales como Nasa, que buscan fomentar el crecimiento de la industria nacional, generando oportunidades para que pymes innovadoras se integren en sectores de alta exigencia técnica. CRE es un ejemplo tangible de cómo estas iniciativas pueden transformar la realidad productiva de un país, dando lugar a nuevos líderes industriales con proyección regional”.