Los representantes diplomáticos de Marruecos y de Panamá pasaron por Córdoba en el marco de la Expo Ganadera del Centro, que se desarrolla hasta este martes en el Centro de Convenciones Córdoba. La visita dejó señales claras: la provincia es vista como un socio estratégico para la provisión de alimentos, de genética animal y de productos agroindustriales.
Los embajadores en Argentina de Marruecos, Fares Yassir, y de Panamá, Juan Luis Correa, no sólo recorrieron la feria, sino que también mantuvieron reuniones con el ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, y con empresarios vinculados al comercio exterior. El objetivo común: abrir nuevas oportunidades comerciales que conecten a Córdoba con el noroeste de África y con Centroamérica.
Demanda de carne, de genética y de maní
Marruecos atraviesa un serio problema: seis años consecutivos de sequía redujeron en 38% el stock ganadero nacional. Frente a este déficit, se volcó a la importación de carne, de animales en pie y de genética animal (embriones para reproducción), con el propósito de reconstituir su rodeo. Este año, por caso, importó más de 30 mil toneladas de carne congelada.
En este contexto, Argentina, y particularmente Córdoba, aparecen como proveedores naturales. Actualmente, el país africano ya importa carnes de Brasil, de Uruguay, de Paraguay, de Francia y de Australia, pero busca diversificar su matriz y sumar a la Argentina.
“El gran déficit de carnes abre un mercado muy interesante. No se trata sólo de carne congelada, sino también de genética animal y de transferencia tecnológica”, explicó Yassir. El diplomático valoró la capacidad argentina para producir razas adaptadas a climas adversos, lo que representa una ventaja para su país.
El diplomático puso su mirada también en el maní, producto insignia de Córdoba. Marruecos consume miles de toneladas al año de frutos secos, con picos en dos celebraciones religiosas: el nacimiento del Profeta y la festividad de Ashura. En ambas fechas, el maní y sus derivados son protagonistas del consumo masivo. “Cada barrio en Marruecos tiene tiendas que tuestan y venden maní. Es parte de la vida cotidiana”, agregó.
A su vez, Marruecos concentra el 70% de las reservas mundiales de fósforo, insumo esencial para producir fertilizantes. Argentina ya importa la mitad de este insumo, pero a través de intermediarios. Por eso, la propuesta marroquí es hacerlo en forma directa e incluye instalarse en una zona franca en Santa Fe, para reducir costos logísticos y de intermediación, lo que abarataría 25% el precio de los insumos para el agro argentino.
Además, el país árabe también se presenta como un hub (nodo) logístico que conecta a Europa y a África, por su conexión directa a través del Estrecho de Gibraltar. El puerto de Tánger-Med, que mueve más de 11,5 millones de contenedores al año, es uno de los más grandes del Mediterráneo y ofrece a las empresas argentinas la posibilidad de distribuir en tiempo real hacia España, hacia Italia y hacia otros mercados estratégicos.
Panamá: un acuerdo en marcha
También el diplomático centroamericano puso su mira en la carne (sobre todo cortes premium) para una economía que ofrece un perfil complementario. Panamá está enfocada en los servicios, principalmente logísticos y financieros, y se ha consolidado como un hub de distribución global gracias al canal interoceánico, a sus cinco puertos activos y a las zonas francas.
Correa destacó al respecto que, en los próximos cinco a seis años, Panamá invertirá U$S 11 mil millones en obras vinculadas al canal, a la expansión portuaria y a la infraestructura energética, que consolidarán aún más su posición como centro de operaciones para empresas extranjeras.
Actualmente, la aerolínea panameña Copa Airlines tiene cinco vuelos diarios con Buenos Aires, dos desde Córdoba, lo que potencia la conectividad. “El mayor usuario de Copa Airlines en la región es Argentina”, subrayó Correa.
En lo comercial, el vínculo bilateral atraviesa un momento de expansión. Panamá ya compra a la Argentina repuestos, maquinarias y motores para la agroindustria. Además, varias firmas argentinas se están instalando en zonas francas panameñas, aprovechando sus tratados de libre comercio con Estados Unidos, con la Unión Europea, con Centroamérica y con el Caribe.
La novedad es que, al haberse convertido en país asociado del Mercosur, Argentina y Panamá avanzan ahora en un acuerdo comercial bilateral. Según adelantó, el embajador intercambiará en noviembre las listas de productos que integrarán la negociación arancelaria con sus pares argentinos.
Para Córdoba, esto abre posibilidades concretas en el envío de carne premium, de quesos (Correa quedó muy impactado por el caso de Sensaciones Queseras, el grupo exportador pyme cordobés) y de soja procesada, entre otros productos agropecuarios. “Panamá puede ser una base para que Argentina distribuya desde allí hacia Centroamérica y hacia el Caribe, un mercado de 50 millones de personas, con menores costos y mayor competitividad”, aseguró Correa.
El país centroamericano busca colocar en Argentina ananá, banana y café, y está interesado en maní, en maíz y en el desarrollo de proyectos vinculados a etanol y a la alimentación animal.
Una mirada compartida de la Argentina
Más allá de las necesidades de cada país, los dos embajadores coincidieron en que Córdoba tiene un enorme potencial exportador y más en el actual contexto argentino.
“Argentina necesita seguir en este camino de reformas, porque la inversión extranjera, que le tiene miedo a la ausencia de la seguridad jurídica, nunca va a aterrizar, aunque tengan un Rigi. Todavía no ha logrado todo lo que el país necesita para terminar de abrir el mercado”, resaltó Yassir.
Al respecto, Correa agregó: “Yo le tengo mucha fe a la Argentina. Los cambios estructurales para los cuales la sociedad votó a Javier Milei demoran y se demora ver los resultados en el tiempo. Pasada esta etapa electoral, y tras haber tranquilizado la inflación y haber resuelto el problema del déficit fiscal, de hecho, el país va a crecer; de hecho, este año Argentina es el que más crecerá en términos reales en América latina”.