Para 2023, la Agencia Córdoba Innovar y Emprender estima que habrá más de 600 nuevos emprendimientos que surgirán de las incubadoras de empresas de toda la provincia.
El año pasado, la entidad provincial puso en marcha la segunda edición del programa Córdoba Incuba, que asiste y potencia a las incubadoras de Capital y del interior provincial.
Las incubadoras de empresas son organizaciones que se dedican a cobijar proyectos de nuevos negocios que están en sus inicios, aunque generalmente reciben iniciativas basadas en ideas que ya fueron validadas en el mercado y tienen una cierta consistencia.
Estas entidades son mayormente dependientes del Estado, universidades o cámaras empresariales, dado que son altamente deficitarias porque el emprendedor, en su etapa inicial, no puede pagar el asesoramiento que brindan.
Su tarea principal es ayudar al emprendedor a convertir a un proyecto en una empresa, capacitar a sus fundadores y ofrecer contactos y mentores para que puedan salir y sostenerse de forma autónoma en el mercado.
La primera edición de Córdoba Incuba se ejecutó entre 2017 y 2020, alcanzando a 12 incubadoras que ayudaron a dar origen a 336 emprendimientos nuevos.
La semana pasada, al cumplirse el primer año de la segunda edición de este programa, que alcanza a cerca de 15 incubadoras, la Agencia provincial hizo un balance a mitad de camino, destacando que los aprendizajes conseguidos con la primera edición permite proyectar un crecimiento en la cantidad de nuevos emprendimientos a conseguir.
Aprender de la experiencia
“La clave de ejecución de los programas que lleva adelante la Agencia Córdoba Innovar y Emprender es el aprendizaje continuo que se acumula con cada experiencia”, asegura el informe.
En su versión inicial, Córdoba Incuba acompañaba con dinero a las incubadoras para financiar principalmente los costos operativos de sostener su actividad.
A partir del segundo año de la primera edición, los fondos se complementaron con mediciones de desempeño, para identificar qué mejoras podrían hacer. También ofreció actividades de vinculación con el ecosistema emprendedor y la asistencia para formar los equipos técnicos de las incubadoras participantes.
Esta iniciativa de optimización permanente tuvo un reconocimiento internacional, en la novena edición del Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde la Agencia obtuvo el primer puesto en el Concurso Aprendizajes, Innovaciones e Investigaciones.
Según destaca la entidad provincial, otro aprendizaje fue comprender la diversidad de incubadoras participantes, en aspectos como el tipo de emprendimientos que reciben, sus formas de gerenciamiento, las necesidades y los entornos en las que se desenvuelven.
En función de estos datos, dividió a las incubadoras en tres categorías.
En la categoría Despegue, que incluye entidades con menos de cuatro años o que no participaron de la primera edición, se encuentran:
- Incubadora de Empresas de Aerca, de Villa María.
- Andén, de la Facultad Regional Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
- Impulso 21, de la Universidad Siglo 21.
- Fundación E+E.
- Fundación para el Desarrollo Local y Regional, de Río Cuarto.
- Incubadora del NOC, del noroeste cordobés.
- We Start.
- Incubadora de la Municipalidad de Jesús María.
También está la categoría Graduado, que incluye a incubadoras con más de cuatro años o que ya participaron de la primera edición de Córdoba Incuba:
- Cluster Incuba.
- Co-Innova.
- DoingLabs, de la Universidad Blas Pascal.
- Fundación para la Incubación de Empresas (Fide), de la Municipalidad de Córdoba, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la UTN.
- Fundación Gen-E.
Finalmente está la categoría Academia, que incluye a las incubadoras de proyectos de base científico-tecnológicos:
- Incubadora UNC.
- Incubadora UNRC, de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Al respecto, Diego Casali, presidente de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender asegura: “Se ha logrado fortalecer una comunidad de Incubadoras de Empresas que han tenido mejoras en su infraestructura, equipos de trabajo, vínculos con el ecosistema y en su desempeño general”.
