El Índice Prisma Medios de Pago mide en forma regular el uso que hacen los argentinos de las tarjetas de crédito, de débito y prepagas.
En el primer semestre de 2021, el indicador confirma el avance del uso de tarjeta de débito: siguiendo la línea del gran impulso que logró durante la pandemia, el débito creció un 32,9 por ciento interanual, comiendo mayor espacio al efectivo.
En Córdoba, por su parte, creció 14,5 por ciento año/año la cantidad de tarjetas de débito activas; mientras que las de crédito descendieron casi siete por ciento.
Del total de transacciones realizadas con plásticos en el país en el primer trimestre, 46,6 por ciento fueron con débito (un salto respecto del 38,6 por ciento de hace un año); otro 51 por ciento con tarjeta de crédito (en igual lapso de 2020 fueron el 58,5 por ciento) y el resto con tarjetas prepagas (2,88 por ciento).
El débito fue usado casi en igual medida para compras (48,3 por ciento) y retiro de efectivo en cajero (48,5). En el resto de los casos (3,15%) para sacar fondos en comercios.
Ahora, el combustible del crédito
Por su parte, el uso de tarjeta de crédito se mantuvo estable –sin crecimiento- en el arranque del año.
Los planes “Ahora” sostienen una importante participación en las compras con tarjeta: equivalen al 24,3 por ciento del total de consumo con crédito (el pago en cuota cuota insume el 58 por ciento), y aportan más de la mitad de la compra en más de una cuota.
Luego de las compras de fin de año, no hay grandes cambios en las proporciones de uso de Planes Ahora siendo los planes de largo plazo, los preferidos de los consumidores.
Los planes hasta seis cuotas son los más utilizados con más del 80 por ciento de participación.
Sin embargo, esto está asociado no sólo a la elección del consumidor sino a la mayor disponibilidad de esas propuestas. En la medida en que se genera oferta de mayor financiación, es aprovechada: el índice muestra que los planes de 13 a 24 cuotas y más de 24 crecieron interanual 105 y 138 por ciento, respectivamente.
