El mercado financiero se hunde en la incertidumbre por la falta de definiciones sobre el impacto en el régimen cambiario que tendrá el próximo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y eso disparó las coberturas contra el dólar, que en su versión blue se acercó a los $ 1.300.
La sostenida demanda de la divisa se percibió desde el inicio de las operaciones del martes, ignorando las palabras previas del ministro de Economía, Luis Caputo, quien intentó llevar calma a los inversores en una entrevista televisiva.
También hubo una fuerte presión sobre los dólares futuro que se apartó de la pauta de devaluación de 1% en las posiciones hacia fin de año. Las subas fueron del orden de 4% y a diciembre se fijó un precio de $ 1.390.
El clima enrarecido se nutre de las dudas en la negociación con el FMI, las trabas que enfrenta el trámite legislativo del DNU que habilita el endeudamiento, y la decisión de muchos inversores de tomar ganancias tras las fuertes subas de los últimos meses y esperar que se aclare el panorama con “moneda dura” en sus carteras.
A su vez, las señales que llegan desde el Banco Central tampoco son las más alentadoras, dado que pasó de una posición compradora a una vendedora (vendió U$S 215 millones este martes y U$S 745 millones en tres días) y caídas diarias en el nivel de reservas brutas que se ubican en U$S 27.206 millones.
Frente a este escenario, en el mercado paralelo el billete subió $ 30 y cerró en $ 1.285 (+2,4%), mientras que en Córdoba rozó los $ 1.300.
En la plaza financiera el MEP trepó hasta $ 1.298 (+3,9%) y el Contado con Liquidación finalizó la rueda en $ 1.301 (+3,5%).
De esta forma, la brecha entre el oficial y los dólares alternativos volvió a la zona de 20%.
A su vez, los bonos tuvieron otra jornada en rojo y el riesgo país trepó hasta los 784 puntos, mientras las acciones del Merval cayeron 3% y los ADRs de acciones argentinas en Wall Street se desplomaron hasta 7%.
Mal escenario
Consciente de este escenario luego de un lunes en el que el mercado ya había enviado señales de nerviosismo, Caputo decidió dar una entrevista el martes por la mañana antes de la apertura de la rueda con la intención de frenar las expectativas negativas.
Pero “Toto” no aportó nada nuevo, tampoco asumió la responsabilidad de presentarse en el Congreso de la Nación ante la Comisión Bicameral –envío miembros de su equipo- y el mercado le respondió en consecuencia.
Durante la conversación fue consultado dos veces acerca de cómo quedará el esquema cambiario con la implementación de las medidas que se desprenderán del programa con el FMI y Caputo eludió la respuesta.
El ministro se limitó a decir que “no habrá cambios para la gente”, pero no por las medidas que pudiesen adoptarse sino por la supuesta solidez del plan económico.
En una plaza ávida de definiciones para tomar decisiones, este concepto fraguó las dudas y afianzó las acciones defensivas en los negocios.
Al igual que en anteriores intervenciones, el ministro se limitó a enfatizar que “no habrá salto devaluatorio” porque hay “pocos pesos”.
Caputo argumentó que “la cantidad de pesos apenas alcanza a 6,5% del PIB. Típicamente eso en Argentina era entre 14 y 18 puntos del PIB, entonces hay una tercera parte de los pesos que debía haber para el funcionamiento de la economía. Ahora falta que esos pesos estén bien respaldados. Así habrá una moneda fuerte y una inflación cayendo”, añadió.
Acerca de la suba del dólar, conjeturó que “la demanda es porque hay stocks con los que todavía hay que lidiar, por ejemplo los dividendos de las empresas”.
A partir de allí, volvió a decir que los dólares del FMI irán a las reservas para respaldar los pesos que están emitidos y así impedir corridas cuando se libere el mercado.
El jefe del Palacio de Hacienda defendió el DNU y afirmó que sólo se solicita la autorización para tomar nueva deuda porque el contenido técnico del acuerdo con el FMI “lo negocia el Poder Ejecutivo”
“Nunca estos acuerdos pasaron por el Congreso. Lo que se aprueba es el crédito público. Los detalles son confidenciales”, se excusó Caputo.
Consultado sobre el monto, el funcionario dijo que aún no se conoce porque “lo define el Directorio del FMI cuando discute el acuerdo. Nosotros no lo sabemos”.
Acerca de la aprobación del programa, Caputo enfatizó que “el ajuste fiscal y monetario que pide el FMI ya lo hicimos el año pasado. Estamos en un caso atípico para el FMI. Nosotros nos pusimos metas más difíciles que las que pone el organismo”.
En paralelo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, habló en el Foro Económico Internacional de las Américas (IEFA) que se desarrolló en un hotel céntrico de la Ciudad de Buenos Aires y aseguró que “el tipo de cambio resulta del sistema marco económico”, en cerrada defensa del actual tipo de cambio.
Sin que las palabras surtieran efecto, horas más tardes el Banco Central activó los mecanismos de intervención para evitar una disparada mayor de los dólares financieros.
Durante su intervención televisiva, Caputo se refirió a la posibilidad de una “flotación” del tipo de cambio y afirmó que se puede implementar “si la economía es sana”.
“La gente percibe que la Argentina no puede flotar porque típicamente salió mal porque había déficit, que se financiaba con emisión. Esa emisión no era demandada y ese sobrante se iba al dólar. Argentina puede flotar como cualquier otro si están dadas las condiciones macroeconómicas para hacerlo”, explicó el ministro.
Sobre la discusión por el atraso cambiario, Caputo afirmó que “no puede ser que la anormalidad sea que un argentino de clase media no pueda veranear en Brasil. Al empresariado lo acostumbraron a ganar plata con un dólar alto, pagando salarios miserables y protegidos”.
“Bajando impuestos y haciéndolos competir, vamos a hacer que bajen los precios” sostuvo el ministro.
Y apuntó a los textiles: “Los conozco bien. Tienen márgenes altísimos, mucho más que otras industrias. No se puede pretender seguir teniendo los mismos márgenes en una economía ordenada. Habrá de todo, empresarios que venderán u otros aprovechan para bajar los precios, ganando mercado”.
Por otro lado se defendió de aquellos que dicen que se perderán puestos de trabajo: “No es que la gente se quedará sin trabajo como era en el esquema anterior. Alguien que pierda su trabajo porque una empresa cierre la tomará el que ganó mercado”.
Baja de la inflación mayorista
La inflación mayorista fue de 1,6% en febrero y acumuló un incremento de 3,2% en el primer bimestre. En la comparación interanual el incremento es de 3,2%.
Los datos fueron dados a conocer este martes por el Indec y tras su difusión el presidente, Javier Milei volvió a ponderar la labor de Caputo, en medio del cierre del mercado.
“Luis Caputo, el mejor ministro de economía de la historia argentina. Inflación mayorista: 1,6%. Si neteamos sólo el crawling peg la tasa anual viene viajando al 7,4%. Si a su vez restamos la inflación de EE.UU., empezamos a ver tasas cada vez más razonables...”, posteó el presidente en sus redes sociales.