La estimación que se maneja en el sector señala que la presencia de la mujer en la industria de la construcción promedia sólo el 5%. Holcim Argentina, una de las grandes compañías en el rubro que emplea de modo directo a mil personas, viene trabajando hace tiempo en promover la perspectiva de género con el fin de visibilizar esta baja inserción femenina.
Como continuidad de su programa ConstruActoras, realizó junto con la consultora Youniversal una investigación cualicuantitativa destinada a explorar motivadores y barreras para la mayor participación de la mujer en el mundo de la construcción. La muestra de consultados incluyó a actores de muy diverso perfil dentro del universo de la actividad.
El estudio confirmó que el 87% de los encuestados cree que es poco frecuente ver mujeres en las obras. Cuando se las ve, están en roles de mayor formación y menos en puestos más básicos de mayor demanda, como obreros operarios.
Los roles que ocupan las mujeres, según los entrevistados, en general son los de arquitectas (92%), administrativas (68%) y diseñadoras (53%).
Los porqués
Entre las razones principales por las que las mujeres aún no se encuentran dentro de las obras, se enumeró, en primer lugar, la falta de articulación entre el Estado, organizaciones sociales y empresas para promover las condiciones necesarias (84%).
Otro punto asociado a la ausencia femenina es el perfil de la representación sindical: es mayormente masculina (factor citado por el 82%).
A las razones anteriores se suma la “existencia de prejuicios”: opera para el 67% de los hombres y para el 80% de las mujeres.
Cómo cambiar las cosas
El estudio realizado por Holcim y por Youniversal pidió a los entrevistados su opinión sobre qué se necesita para ampliar la participación femenina en el sector de la construcción.
Entre los factores citados para modificar la actualidad, figuró a tope la formación/capacitación de las mujeres en cuestiones técnicas, citada por el 83% de los encuestados. Le siguieron la necesidad de “aumentar el interés en el sector” (73%) y la demanda de infraestructura acorde, como la existencia de vestuarios femeninos (55%).
Todos aspectos clave para trabajar para la inclusión de las mujeres en la construcción.
“Muchas mujeres se autoexcluyen de los espacios porque piensan que no son aptas, pero también porque el mercado mismo no genera políticas de adaptación. Por ejemplo, cargar materiales de obra muy pesados, como bolsas de 50 kilos. En otros países, las bolsas son de menor peso para que puedan cargarlas tanto varones como mujeres”, citó Lisa Solmirano, coordinadora de Proyecto ONU Mujeres en Argentina, con lo que grafica uno de los múltiples obstáculos.
Algo por destacar es que nueve de cada 10 personas creen que no es suficiente el trabajo privado para que la situación cambie de modo radical. Para que eso se dé, realmente, es necesario un trabajo conjunto del Estado, de las organizaciones sociales y de las empresas.
El 90% de las personas encuestadas afirmó que se necesita de alianzas entre sector público y privado.
“Todavía vemos avisos de oportunidades de trabajo que dicen ‘excluyente masculino’ o ‘busco supervisor’. Estamos trabajando mucho en las comunicaciones. Que el anuncio diga inspector o inspectora de obra; que el lenguaje sea realmente inclusivo e invite a las personas de ambos géneros a postularse”, agregó Flavia Lanzetti, gerenta de recursos humanos de Holcim Argentina.
