El 90% de las firmas argentinas son empresas familiares, cifra que se replica también en México y en Alemania.
En el mundo, las empresas familiares son el 80% de las compañías que generan el 70% de la mano de obra mundial y el 50% del comercio en los cinco continentes. El 70% de los nuevos profesionales ocupan cargos jerárquicos en este tipo de empresas.
Dado el contexto global de los negocios, que está haciendo cambiar los sistemas de fabricación global, y las nuevas tecnologías, como la aparición de Amazon, Alibaba y Mercado Libre, como también los sistemas de comercialización y el cada vez más importante rol de la mujer y la inteligencia artificial (IA), desde la experiencia de 20 años asesorando a empresas de este tipo, se puede advertir que las empresas familiares enfrentarán estos desafíos en los próximos años:
1. Evolución. Antes era común decir que los padres creaban la empresa, los hijos la disfrutaban y los nietos la fundían. Hoy, los padres fundan, los hijos organizan y multiplican lo legado y, sobre los nietos, hay tiempo para verlo más adelante.
Esta premisa anterior, generada por el antiguo paradigma de las empresas familiares, ha quedado prescripto, pues no contempla como solución la lógica evolutiva que significa que si se agrandan las bocas (hijos), es preciso generar más ingresos, más unidades de negocios.
2. Generaciones. Antes las generaciones eran, conductualmente, de 25 años. Hoy se diferencian a los cinco años.
Se ve permanentemente en las experiencias con clientes que, incluso entre hermanos, hay una generación o varias. Mis hijas, de 29 y 24, son un ejemplo claro. Una es millenial, la otra, centennial. No piensan ni se conducen de la misma manera.
3. Poder. Antes el objetivo era resolver conflictos involutivos vinculados al poder. Hoy, la lógica está en resolver los conflictos para el poder. El poder progresar, prosperar, generar calidad de vida y abundancia juntos, en familia.
Nuestros abuelos y padres pueden haber partido de la pobreza a la riqueza. Aquello tantas veces señalado: “Vinieron con una mano atrás y otra adelante”. El poder se resolvía por mandato. Hoy es preciso enseñar a manejar abundancia, porque si no, es muy probable que no se sepa cómo hacer para que evolucionen las generaciones, atentando contra la calidad de vida de las empresas, las familias, los profesionales y las personas.

4. Educación. Antes era importante la educación formal. Hoy, además, se necesita educación financiera.
La vida es matemática. Cumplimos años y los números los representan, por citar un hecho convencional humano. En la vida es preciso educarse financieramente no sólo para la especulación, sino también para la producción de riqueza cualitativa (productos o servicios, por ejemplo) y que nos proporcionen resultados cuantitativos; dinero; que nos permitan progresar, prosperar, mejorar la calidad de vida y generemos abundancia. ¡Es preciso amigarse con el dinero!
5. Profesionalización. Antes era clave la profesionalización educativa. Hoy, también, la de negocios. Antes, la clave era vender. Hoy, se incluye el hacer negocios.
La primera profesión, vista desde la Negociología, es la venta. Si esa persona no supiera cómo venderse, no sería productiva.
6. Vivir como empresario. Hay que animarse a ser empresarios, no sólo de las empresas; sino de la propia vida. Tu vida es tu empresa.
Ser empresario suele ser una mala palabra. Cuando pregunto a mis clientes cómo firman cuando llenan los formularios de acceso a un hotel en un viaje, solo el 1% firma como empresario. ¡Uno es empresario hasta de su propia vida!
7. Patrimonio. Antes, el patrimonio estaba conformado por bienes. Hoy, incluye los valores de las personas, el manejo de sus emociones y el aprendizaje permanente.
A las propiedades y a los vehículos hay que sumarles las empresas como patrimonio. La empresa tiene un valor que, en ocasiones, es preciso conocer para dimensionar esa posesión como punto de partida para generar riqueza.
Valuar tu empresa es como que te tasen tu vivienda o vayas a un concesionario y te tasen tu vehículo.
Los conocimientos, los valores, la forma de ser, las emociones, entre otros aspectos, hoy también forman parte de tu patrimonio.
8. Globalización. Antes, la lógica era el mercado interno y exportar. Hoy, los mercados globales.
Antes se utilizaba otro tipo de IA: la inteligencia ancestral. Hoy es preciso comprender que tenemos a unos pocos dólares de distancia a una persona transversal que dispone del conocimiento que precisamos hoy para desarrollarnos: la inteligencia artificial (IA).
Hay todavía más desafíos, que marcan el futuro de las empresas familiares, en este cambio de época. Te invito a profundizar el conocimiento a través del libro Negociología en Acción.

Libro. En 20 años de trabajo, Walter Brizuela ha asesorado a más de 300 empresas familiares. Actualmente, trabaja con una docena de compañías de este sector. El consultor acaba de presentar su libro Negociología. La nueva disciplina, de Editorial Dunken.
(*) Consultor y creador de la disciplina Negociología