El Clúster de Economía Circular de Córdoba Asociación Civil presentó este miércoles oficialmente su visión y metas para impulsar la producción sostenible en la provincia.
El lanzamiento tuvo lugar en la sede de Bithouse, en Córdoba Capital, y reunió a representantes de empresas, organismos públicos y el ámbito académico.
Con la idea de posicionarse como un espacio abierto, colaborativo y de alto impacto, el clúster tiene como objetivo estratégico reemplazar el modelo lineal tradicional por otro que promueva la reutilización, reparación, reciclaje y reducción del impacto ambiental, generando así un desarrollo económico más resiliente y sostenible.
“Buscamos unir todos los esfuerzos individuales en una mesa de trabajo conjunta que analice las iniciativas que hay en Córdoba en materia de economía circular y ponga a disposición esa estructura para que se ejecuten”, destacó Franco Frola, presidente del clúster y gerente general de Circularis.
Transversalidad y proyectos
Teniendo en cuenta que este sector es transversal a todas las actividades, Frola explicó que, ante la proliferación de empresas de distintos rubros y diferentes unidades de negocio, una meta prioritaria es que todos los involucrados trabajen en conjunto.

“Tenemos una misma visión sobre lo que representa la forma de producir y de consumir y el paradigma de cambio que queremos en el ecosistema provincial”, señaló.
Con más de 25 firmas ya integradas, y la posibilidad de sumar más en el futuro, el clúster centrará inicialmente su atención en tres proyectos principales: la certificación de bonos de carbono, una planta de generación de energía limpia y un mapeo del ecosistema en Córdoba.
Para el primero, según manifestó Frola, el hecho de que el clúster se haya constituido en una asociación civil le permitirá conseguir la validación de la iniciativa a nivel internacional.
En cuanto a la planta de energía limpia, el titular de la organización añadió que se trata de un parque solar para uso del Clúster.
“Estuvimos en San Pablo (Brasil), en el Foro Mundial de Economía Circular, buscando financiamiento y subsidios para este proyecto y volvimos con muy buenos resultados”, aseguró.
Sobre el mapeo del ecosistema local, el tercer proyecto, contó que la idea es abarcar todas las iniciativas existentes en Córdoba para brindarlas a la sociedad, de modo de facilitar el proceso de las empresas que quieren hacer una transición hacia la circularidad y también de los particulares interesados en reciclar, consumir productos más amigables con el ambiente y conocer nuevas tecnologías.
Asimismo, el relevamiento permitirá contar con datos relevantes sobre empleo, facturación y emprendimientos de reciclaje.
La intención del clúster es, mediante la intervención de distintas comisiones y mesas de trabajo, desarrollar los proyectos mencionados en los próximos dos años, de modo de tenerlos terminados para 2027.
El papel del Estado y la academia
El clúster tratará de posicionarse como un ámbito de encuentro y sinergia para los sectores privado, público y académico.
“Tenemos empresas que son de la economía circular y otras que están en una transición, que tal vez hoy están en la economía lineal, pero quieren empezar a transformarse y mejorar su desempeño ambiental”, afirmó Frola.
A estos últimos emprendimientos, el clúster tiene como meta brindarles todas las herramientas para que esa transición sea lo más práctica y potente posible.
El sector público, encargado de generar políticas y regulaciones, trabaja con la organización para saber cuáles son las necesidades del ecosistema y qué es lo que las empresas pueden brindar a la sociedad.
“Entendemos que hay una intencionalidad de tomar la economía circular como una política pública”, resaltó Frola.

En este marco, existe una agenda común con el Ministerio de Ambiente de la Provincia y con diferentes municipios cordobeses.
Según el presidente del clúster, “esto es lo más potente que podemos hacer como organización: federalizar en la provincia el desarrollo de la economía circular”.
Precisamente, empresas de Río Cuarto, Villa María, Río Tercero y Las Varillas, entre otras ciudades, integran el ecosistema local.
“Debemos potenciar todas las regiones de Córdoba porque la economía circular no es de las grandes ciudades solamente”, insistió Frola.
El trabajo mancomunado cuenta además con el aporte del sector académico, al que el Clúster busca conectar con los procesos particulares de la economía circular a través de las universidades, laboratorios y recursos humanos altamente capacitados.
El titular de la organización puntualizó, asimismo, que en clústers de otras partes del mundo, como San Pablo, Róterdam y Barcelona, se reconoce a Córdoba como un punto de desarrollo en América Latina, sobre todo por la potencia de su ecosistema basado en la articulación entre lo privado, lo público y lo académico.
El desafío: pasar a la acción
Al referirse a los desafíos del clúster de cara al futuro, su titular fue categórico: “no queremos ser un espacio más, queremos ser relevantes”.
Por ello, llamó a todos los integrantes del sector a pasar a la acción, mediante el armado de comisiones que puedan brindar más potencia a los proyectos actuales y futuros.
Otros ejes por donde pasa el accionar del Clúster son la capacitación y la sensibilización sobre economía circular, como así también el posicionamiento de empresas locales en mercados nacionales e internacionales y la promoción de políticas públicas que favorezcan la transición ecológica.
Además, ofrece a sus miembros herramientas para medir el impacto ambiental, mesas de trabajo multisectoriales, redes de cooperación empresarial y apoyo para la expansión comercial.