Luego de tres meses consecutivos de recuperaciones en las ventas, la tendencia positiva en el mercado de la maquinaria agrícola autopropulsada –tractores, cosechadoras y pulverizadoras– se interrumpió en junio.
Según los datos de la división maquinaria agrícola de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), el mes pasado, el patentamiento de los tres segmentos de maquinaria agrícola autopropulsada involucró a 410 unidades, 36% menos que en mayo, cuando la demanda nacional había absorbido 641 unidades. Respecto de un año atrás, junio de 2023, cuando se comercializaron 615, la caída es del 33,3%.
Entre marzo, abril y mayo, las ventas habían logrado crecer de manera ininterrumpida, aunque en la comparación interanual aún estaban por debajo del nivel de 2023.
En los primeros seis meses del año, la registración de venta de tractores, cosechadoras y pulverizadoras alcanzó en el mercado nacional 2.407 unidades, 921 menos que en igual período de 2023, cuando el mercado absorbió 3.328 unidades, lo que representa una caída de 27,7%.
En la ciudad de Córdoba, la empresa CNH Industrial produce tractores y cosechadoras de las marcas Case y New Holland. Durante junio, la fábrica estuvo parada una semana y está “adecuando las líneas para adaptarse al mercado”, pero desde la empresa informaron que no se deberían ver grandes cambios “salvo que el mercado cambie mucho”.
En la planta de CNH Industrial en Córdoba, trabajan unas 300 personas, de las cuales 200 son operarios, sobre los que se implementó la suspensión de una semana durante le mes pasado. Los 100 restantes se desempeñan en áreas administrativas que continuaron trabajando con normalidad
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores Argentinos (Afat), la entidad que nuclea a las principales fábricas de tractores (con la excepción de la cordobesa Pauny), cosechadoras y pulverizadoras del país, admiten que, por la caída que ha sufrido el mercado en lo que va del año, la actividad de las empresas se vio efectivamente afectada.
“Por el momento, varias han programado paradas de planta o ajustado a la baja sus procesos de producción, lo que se tradujo en la reducción de horas de trabajo, en algunas suspensiones o en la no renovación de contratos temporales”, reconocieron voceros de la entidad nacional.
Más allá de la coyuntura, desde la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac) aseguran que la menor actividad no ha producido por ahora suspensiones ni adelantos de vacaciones, al tiempo que hay confianza en revertir en el corto plazo el escenario de ventas.
“Hay buenas expectativas respecto del segundo semestre. La derogación de la reglamentación del Banco Central, que castigaba con una sobretasa al financiamiento del productor que tuviera 5% del stock de soja, es una buena señal”, aseguró Luciana Mengo, titular de Afamac.
En condiciones normales, el financiamiento bancario y de las empresas moviliza alrededor del 85% de las ventas del sector.
Por el momento, las fábricas cordobesas trabajan con la capacidad instalada normal, aunque tampoco se reportan en las líneas de producción horas extras o dobles turnos
