No hay que confundir comprar una caja de vinos por internet con invertir en vinos. Comercializar los vinos es una de las partes fundamentales de una industria en la cual se suele pensar, más que nada, desde el punto de vista del productor y el enólogo.
Pero vender vinos es también un arte, o al menos una destreza particular que tiene muchas variables. A lo largo de la historia, vender vinos implicaba ofrecer botellas con el vino listo. Con internet nacieron nuevas formas de comercialización, y la avanzada digital ahora propone una nueva manera de adquirir vinos en proceso de elaboración para asegurarse, entre otras cosas, su posesión a futuro, o sea, activos traducibles en vinos.
No es tan fácil de comprender el tema de los NFT, las siglas en inglés de Not Fungible Token, que se traducen como activo digital encriptado, una forma de comercio digital que ya es común en inmuebles, autos y hasta en obras de arte. En relación con el vino, es algo muy nuevo y forma parte de las ventajas que ofrece la tecnología digital. Drinksify es una plataforma tecnológica argentina que apuesta a innovar la manera de comprar vinos teniendo como horizonte no sólo la adquisición de botellas, sino todo un conjunto de soluciones que van desde adquirir vinos que aún no están embotellados hasta tener una cava virtual e invertir en vinos que a futuro pueden subir de valor.
La tokenización, la nueva forma de vender el vino
Para explicar esta nueva manera de adquirir vinos, Carlos Moyano, uno de los fundadores de Drinksify, explica que “el proyecto lo empezamos a gestar en el 2021 con mi socio Diego Leda, cuando nos introdujimos en el mundo blockchain. “Trabajé casi 14 años en la industria del vino y detecté dos debilidades que tienen las bodegas: una es la necesidad de capital de trabajo para poder financiar los vinos de alta gama; la otra, más del 80% de los vinos en Argentina se venden en el mercado de venta directa por medio de intermediarios. Entonces empezamos desarrollar una herramienta que les sirva a las bodegas en el aspecto financiero, en el sentido de que pueden recibir la cobranza para elaborar vino en forma anticipada antes de que el vino esté terminado”, asegura.
La preventa de vinos no es algo nuevo. Casi se puede decir que vender los vinos con anticipación pertenece a la historia de los vinos de alta gama, porque en Francia funciona así, con los grandes productores ofreciendo a los comerciantes sus vinos antes de que estén listos con la promesa de que en el momento de entregarlos su valor será muy superior. Esa forma de comercializar inspiró en cierto modo a replicar ese modelo en Argentina a través de plataformas digitales, un modelo que funciona con beneficios para ambos lados: a la bodega le permite tener activos para seguir trabajando mientras el vino está en las viñas o en los toneles. Por el lado del consumidor, tiene la tranquilidad de que ese vino existe, está en una bodega habilitada para elaborarlo y de que lo recibirá cuando desee.
“Además, le agregamos una cuota de fidelidad al cliente, porque el vino tiene muchos aspectos aspiracionales que se complementan con otros bienes, un maridaje, una cena, una juntada con amigos. Entonces hay muchas cosas que las bodegas pueden ofrecerles a sus consumidores para fidelizarla, y es ahí en donde la plataforma le soluciona la parte operativa a la bodega para que puedan aplicar un programa de lealtad”, destaca Moyano.
Esta fidelización del cliente se puede traducir en beneficios adicionales a los que recibe en góndola, canjeables en el ecosistema no sólo de la bodega, sino con comercios adheridos, hoteles, restaurantes, vinotecas. Además, ofrecemos la posibilidad de que el que compra un vino en preventa si quisiera el día de mañana desprenderse de él por una decisión de inversión, pueda hacerlo, incluso con la posibilidad de que la misma bodega recompre el vino.
La compra de vino, como una opción financiera
Suena bastante extraño para el comprador tradicional este tipo de mercado, pero hay cuestiones financieras que pueden resultar atractivas a la hora de pensar en la plusvalía que puede generar comprar con anticipación un vino. Por ejemplo, cuando aparecen los puntajes de críticos afamados, los vinos inmediatamente suben de valor; y si el comprador posee un stock de esos vinos, de pronto se encuentra con un valor adicional.
Lo bueno es que no hay que ser especialista en blockchain ni depender de un asesor financiero. Drinksify funciona como cualquier plataforma de e-commerce adaptada para usuarios convencionales, que están a un clic no sólo de comprar vinos, sino de hacer negocios importantes, y tanto la bodega como los consumidores pueden seguir la trazabilidad desde la elaboración hasta el traspaso de propiedad.
En esta plataforma ya se pueden comprar vinos de bodegas reconocidas como Durigutti, Mauricio Lorca, Karim Mussi y Penedo Borges, y planean llegar a las 100 bodegas de alta gama.
Los vinos que se venden a través de la plataforma aún no están embotellados, pero existen y están en el proceso de crianza. Es decir que los consumidores pueden asegurarse de manera digital las botellas futuras de su vino favorito, ya sea para consumo propio o como inversión. Vinos que estarán en góndolas dentro de algunos años pueden estar en una especie de cava virtual que cada comprador puede manejar a su gusto. Una nueva forma de operar que está llamada a revolucionar la manera de hacer transacciones con el vino.
