Días atrás se lanzó en Córdoba Pod, una marca de viviendas y oficinas en módulos que apuesta a una nueva tendencia, bastante extendida en Estados Unidos y en otros países desarrollados. El fenómeno es conocido como tiny house, casas pequeñas de bajo impacto en el medio ambiente y una inversión menor, pero con buen diseño y terminaciones de calidad.
Pod es un desarrollo de Nexia Hub, una alianza que comenzó hace dos años y que reúne a profesionales y especialistas, algunos con siete años de experiencia en la construcción en seco, integrada por E-mat, G3/A y BT Arquitectas.
El grupo ofrece siete líneas modulares diferentes, cinco para particulares y dos para el mercado corporativo, que se van adaptando según sea para uso de oficina, vivienda para particular o vivienda para un trabajador, en el caso de un uso industrial.
Así por ejemplo, Pod Esencial es un monoambiente de 27 m2 con balcón y deck exterior que vale U$S 25.500 más IVA, adaptable a las distintas necesidades comerciales, productivas y habitacionales. Del mismo tamaño, Pod Esencial Flex, incluye baño, balcón, kit de asador, muebles y grifería, con un valor de U$S 33.500 más IVA. El más grande es Pod Evolución Flex, una vivienda residencial de 55 m2 con dos dormitorios, baños en suite, terminaciones premium y cocina comedor, cuyo precio es de U$S 71.500 más IVA.
La marca Pod surge de la sigla de portable on demand, también denominado construcción off site, ya que el 90% se produce en la planta en un plazo de hasta 120 días desde que se concreta la compra. Una vez fabricada, se traslada en camión hasta el lugar donde el propietario tiene el terreno y donde ha realizado la platea con la conexión a los servicios (obra que está a cargo del cliente, en el caso de los particulares).
El 10% restante se completa en el lugar, vinculando la platea con los módulos y realizando las terminaciones finales. Esto reduce el impacto ambiental en el sitio de obra, minimiza los desperdicios y optimiza los tiempos de ejecución, ya que se puede realizar en plazos de un día hasta una semana.
Este tipo de viviendas se diferencian de las casas container porque son más anchas (el módulo tiene 8m x 3,20m) para cumplir así con el código de habitabilidad y darle más comodidad al usuario.
Por qué tan pequeñas
Andrés Brandán, director comercial de Pod, asegura que el formato tiny house es una tendencia consolidada en los países desarrollados, a punto tal que es posible comprarlas por internet a través de Amazon.
“Es un tipo de vivienda muy acorde a las nuevas generaciones, que tienen la idea de comprar una casa para toda la vida, es acorde a las nuevas tendencias minimalistas, tienen un ticket final más bajo y es más eficiente en materia constructiva, ya que no genera desperdicios y los tiempos más cortos”, explica.

Pod se presentó días atrás en un evento del que participaron más de 120 personas y entre sus primeras ventas está una vivienda para un terreno en Potrero de Garay, donde su propietario quiere desarrollar un complejo de cabañas utilizando unidades de este tipo.
La empresa fabrica la estructura metálica de la unidad, pone las placas de las paredes y coloca un relleno de celulosa en el interior que permite el aislamiento térmico y sonoro, al tiempo que evita el sonido hueco que suele tener la construcción en seco. También incluye las instalaciones eléctricas y sanitarias, emplacados, pisos, aberturas, pintura y terminaciones principales.
Los módulos se fabrican en su planta de 1.500 m2, ubicada en el predio de La Voz del Interior (Av. La Voz del Interior 6080) donde tiene un equipo de 12 colaboradores en forma directa y 20 indirectos, con capacidad para producir 72 módulos por año (seis al mes en promedio), lo que equivale a unos 2.000 m2 de superficie modular construida.
Allí también se produce la celulosa, a partir de una tecnología importada desde China que, cuando esté plenamente operativa, tendrá una capacidad mensual estimada de hasta 80 toneladas mensuales. Se trata de una fibra de celulosa a partir del reciclado de papel y cartón.

El plan de Nexia es entregar sus módulos en todo el territorio nacional. Incluso ya inició conversaciones con bancos para ofrecer créditos personales en UVA, para financiar en pesos en plazos de hasta 72 meses.
“Tenemos dos grandes mercados; por un lado el consumidor, que lo utiliza como segunda vivienda en zonas turísticas; y por el otro industrias como petróleo y minería, que desarrollan sus actividades en lugares complejos donde es más difícil la construcción tradicional porque no tiene proveedores cercanos”, explica Brandán.