En el mes de diciembre de 2024, los haberes jubilatorios subieron un 2,7%, que fue la inflación del mes de octubre. Siguiendo la situación de dos personas jubiladas, una con la mínima que cobra bono y otra que recibe un haber equivalente a tres haberes mínimos (su jubilación evoluciona en línea con la evolución del haber), se tienen dos situaciones distintas para el último mes de 2024. Dado que el valor del bono fue de $ 70 mil, el ingreso nominal del jubilado con la mínima subió 2,1% (perdiendo contra la inflación), contra una suba del 2,7% de la otra persona.
Respecto a diciembre de 2023, el haber jubilatorio aumentó en términos reales 11,7%; y respecto a noviembre de 2023, un 7,6%. Por su parte, el ingreso del jubilado con la mínima y bono registró una caída real del 6,7% y del 4%, en relación con los mismos meses de 2023. La explicación de esta situación diferente está en que el bono se mantuvo durante varios meses en un valor fijo de $ 70 mil.
¿Cómo terminaron 2024 los ingresos reales de los jubilados?
El jubilado con el haber mínimo, que cobra bono, terminó el año con un ingreso promedio anual real 15% inferior al de 2023. Respecto a 2017, la pérdida real de su ingreso anual fue del 29%. En plata, en moneda de diciembre de 2024, el ingreso promedio mensual de 2017 hoy sería equivalente a $ 450 mil; y el de 2023, a $ 376.500. El valor promedio del año 2024 fue de $ 320 mil.
Si se analiza el caso del jubilado que cobra un haber equivalente a tres haberes mínimos, también terminaría 2024 con pérdidas reales, tanto respecto a 2023 como a 2017. Contra 2023, la pérdida real de su haber promedio mensual fue del 19% y contra 2017, del 48%. El valor promedio mensual de su ingreso de 2017 en la actualidad es de $ 1.352.000 y el de 2023 es de $ 870 mil. El valor real del promedio anual de 2024, en moneda de diciembre de 2024, fue de $ 706 mil.
En conclusión, el ingreso real promedio mensual del jubilado que no cobra la mínima y bono cayó más que el del jubilado que cobra la mínima y bono. Esto se debe a que durante los primeros meses de 2024 los haberes tuvieron una caída real importante, que la recuperación posterior no logró mitigar.
Dado que la contracara de las jubilaciones es el gasto público, la caída real de las jubilaciones determinó una caída real del nivel de gasto público nacional durante el año 2024. Sin contar el pago del bono, el gasto en jubilaciones y pensiones disminuyó 16% real en el año, destacándose un cambio de signo a partir del mes de noviembre, cuando la suba de los haberes empezó a superar a la inflación. Si se toma en cuenta la reducción total del gasto público nacional del año, se tiene que la reducción del gasto en jubilaciones explicó el 19% de esa caída. En efecto, el pago de jubilaciones explicó la quinta parte de la caída anual del gasto primario.
La pérdida acumulada de los haberes en siete años
Resulta importante acumular la pérdida que tuvieron los haberes y los ingresos reales de los jubilados en los últimos siete años.
Puede concluirse que un jubilado que no cobra bonos perdió entre los años 2017 y 2024 el equivalente a 19,4 haberes del año 2017. En pesos de diciembre de 2024, la pérdida acumulada de alguien que cobra un haber equivalente a tres veces el haber mínimo fue de $ 26 millones. Como referencia, la pérdida acumulada de un haber mínimo es de $ 8,7 millones.
En el caso de los jubilados que cobran la mínima y el bono, la situación fue la siguiente: entre los años 2017 y 2024, perdieron el equivalente a 12,7 ingresos del año 2017. En los siete años, la pérdida acumulada fue de $ 5,7 millones en moneda de diciembre de 2024.
¿Qué puede pasar con los haberes jubilatorios en 2025?
Dada una regla de ajuste nominal de los haberes, consistente en que todos los meses se otorga un aumento nominal igual a la inflación de dos meses previos, la clave para establecer una dinámica mensual del poder adquisitivo de los haberes pasa por el sendero de inflación que se prevea para todo el año. Una desaceleración mensual de la inflación deriva en un aumento del poder adquisitivo.
Para la situación de la persona jubilada con la mínima y que cobra bono, además de la inflación, es importante el valor nominal del bono que va a cobrar todos los meses. Si el bono sigue congelado en $ 70 mil por mes, esa parte del ingreso del jubilado va a perder poder adquisitivo. Su situación final va a depender de qué efecto es mayor: si la suba real del haber es mayor que la pérdida real del valor del bono, la persona va a mejorar algo su poder adquisitivo. De lo contrario, va a ir perdiendo mes a mes.
Suponiendo una inflación anual del 26% y un valor del bono congelado en $ 70 mil durante todo el 2025, el haber real anual podría aumentar 12% respecto al del año 2024. Esto sería representativo de las personas que no cobran la jubilación mínima y el bono. Para las que sí cobran bono, el aumento real de su ingreso sería del 2% durante todo el año 2025.
Si esta situación llegara a confirmarse durante el transcurso del año, algo muy deseable, igualmente determinaría un nivel de poder adquisitivo todavía muy inferior al del año 2017. En el caso de una persona jubilada con la mínima y el bono, terminaría este año con un 27% menos de poder adquisitivo que en el año 2017. En el caso de una persona jubilada que no cobra el bono, la pérdida respecto a 2017 sería del 40%. Sin dudas, se necesitan otros cambios legales del sistema jubilatorio argentino si se desea que las personas jubiladas recuperen al menos parte del poder adquisitivo que tenían hace siete años.
(*) Consultor económico y presidente de Iaraf