La amistad que se forjó en la Facultad de Arquitectura, pasó en la década de 1990 a un sólido vínculo profesional que todavía se mantiene. “Este año vamos a cumplir 32 años de sociedad. Somos el estudio de arquitectura más longevo de Córdoba en continuidad ininterrumpida de trabajo”, señala con orgullo el arquitecto Marcelo Palmero, en referencia a su amigo, socio y colega Ángel Vucovich.
No sólo eso. El estudio Palmero Vucovich ya cuenta en sus filas a una nueva generación de profesionales con Lucía e Ignacio Vucovich y Francisco Palmero.
Tras años de trabajo y luego de convertirse en una referencia en materia de diseño en innovación, Palmero y Vucovich, en 2018 crearon Wellmod, un concepto de arquitectura modular transportable con unidades preconstruidas destinadas al uso residencial, comercial o de servicios.
La construcción de estas unidades, en las que la sustentabilidad cumple un papel fundamental, la realiza la propia empresa en una planta industrial. La novedad es que recientemente firmaron un convenio con el Banco Hipotecario para financiar sus productos a 20 años.
–Empecemos por lo más importante, ¿cuál es la fórmula para mantener el vínculo profesional y la amistad?
–Hay un plus que es el entrelazamiento de las familias. Yo soy padrino de la hija de mi socio y mi socio es padrino de mi hijo. Y hoy ya trabaja con nosotros la segunda generación, los hijos de mi socio Lucía e Ignacio y mi hijo Francisco. Creemos que las bases familiares y la amistad son fundamentales para un proyecto de continuidad a lo largo del tiempo.
–Mucho tiempo y muchas crisis.
–Nos recibimos en 1993 y nuestra primera crisis ya fue en el año 1995. Después vinieron la del 1998, 2001, 2008 y... para qué seguir hablando, ¿no? Esta Argentina cíclica nos ha dejado siempre golpeados, pero también resilientes para resurgir en la actividad profesional. Tenemos un estudio consolidado con innumerable cantidad de obras, más de 500 casas en todos los barrios cerrados y urbanizaciones de Córdoba.
–¿Qué es Wellmod y la arquitectura modular transportable?
–Esa es una nueva unidad de negocio, realmente muy disruptiva. Consiste en construir módulos dentro de una planta fabril y transportarlos a los lugares de ubicación definitiva.
–¿Cómo surgió?
–En 2017 hice un viaje a China y pude conocer todas las nuevas tecnologías que el mundo viene aplicando hace años en la construcción en seco, en donde la variable tiempo es fundamental. Los sistemas constructivos están muchísimo más evolucionados que los sistemas constructivos tradicionales nuestros. En el mundo, la construcción en seco relocalizable o transportable ya existe hace muchos años. Ya casi no existe un edificio de mampostería en China, Estados Unidos o Europa.
–Baja el tiempo de construcción, ¿y el costo?
–Los costos bajan en referencia al tiempo, a la eficiencia de materiales y a la sostenibilidad de los proyectos. Eso es fundamental en países donde tenemos altas tasas de inflación y altos riesgos. Reducir el tiempo de construcción implica minimizar ese tipo de riesgos.
–Suena revolucionario para Argentina.
–Mirá, la empresa nace en 2018 y en 2021 comienza a fabricar unidades en serie. El año pasado ya comenzamos a proveer a distintas industrias, viviendas unifamiliares, ampliaciones hoteleras, incluso estamos trabajando en el sector de energía y gas en Vaca Muerta proveyendo soluciones habitacionales. También en aeropuertos. Todo se construye en una fábrica y después se traslada a la ubicación definitiva.
–¿Cómo es lo de los créditos para viviendas?
–Firmamos un convenio con el Banco Hipotecario Nacional para la financiación a 20 años de toda nuestra línea de productos. Eso significa un hecho histórico, no sólo para el desarrollo inmobiliario en sí.
–¿Qué montos prestan, a cuántos años?
–Hay tasas a 20 años destinadas para primera vivienda, para segunda. Son montos importantes, hasta U$S 250.000. Prestan hasta el 80% del importe de estos inmuebles. Es algo histórico.
–¿Por qué histórico?
–Porque jurídicamente o notarialmente en la Argentina los bienes deben estar clavados y plantados cuando firmas una escritura y esto es transportable y relocalizable. Entonces han hecho una ingeniería jurídica y notarial para que en estos préstamos la hipoteca esté sobre la tierra.
–¿Cuándo comienzan a ofrecer esos créditos?
–A partir de febrero comenzamos a ofrecerlos al público. Creemos que es un abanico muy importante para parejas jóvenes que quieran empezar con su primera vivienda, puedan financiarla y tengan la posibilidad de construir en etapas. La arquitectura modular permite ir incorporando distintos módulos. En una primera etapa podés tener 40 metros cuadrados y luego pasás a 60, 80, 100 a medida que crece tu familia. Eso es una oportunidad para muchos jóvenes que hasta hoy no existía.
–¿Cuánto se reduce el tiempo comparado con la construcción tradicional?
–Es prácticamente un tercio o un cuarto del tiempo. Realizamos construcciones en un plazo de 90 días, cuando una casa en un formato tradicional de las mismas características puede ser entre 9 y 12 meses. Bajás el tiempo y los costos variables o inciertos que tiene la construcción tradicional. En nuestro caso se trabaja en un formato llave en mano porque son productos adaptados.
–Son una fábrica de casas.
–Sí. Concebimos esta industria como evolucionó la industria automotriz. Hoy nadie concebiría fabricar un auto con un ingeniero, un chapista o con un mecánico que lo arme. Se hace una línea de producción de autos. Bueno, nosotros hoy tenemos una línea de producción de casas, y en vez de autopartistas nosotros tenemos casapartistas, es decir, tenemos proveedores que nos fabrican los techos, las aberturas, los placares, los muebles de cocina, y nosotros ensamblamos en una fábrica. A partir de febrero de este año nos instalamos en Polo 52, donde disponemos de 5.000 metros cuadrados cubiertos.
–¿Qué porcentaje de una casa construyen?
–El porcentaje de construcción en fábrica es cercano al 90–95%. O sea, prácticamente listo. En los terrenos se hacen las fundaciones, conexión de agua, luz, cloaca y cualquier otro servicio que tenga el terreno. Todo eso se hace en simultáneo. Una de las grandes ventajas de este tipo de construcciones es que las tareas están todas solapadas una con otra. En la construcción tradicional, no. Tenés que concatenar todo. Es decir, primero muevo el suelo, después hago la estructura, después levanto la pared, revoco, pongo la abertura, los pisos. Entonces concatenar tareas te lleva a una extensión en tiempo. Esta industria permite hacerlas una encima de la otra y la reducción de tiempo es enorme.
–No hace falta que el cliente “visite” la obra.
–Claro, ahora la visita es en la fábrica, donde ven prácticamente todo terminado.
–Ahora, ¿con la fabricación en serie el arquitecto no pierde un poco su vuelo creativo?
–Para nada. El vuelo creativo se mantiene, las ideas siguen estando, los productos son validados por clientes de todas las características. Yo tengo 57 años. Venimos de una generación analógica, una generación para la cual el valor del tiempo no es el mismo que el de los chicos de hoy. Hoy vivimos en la era de la inmediatez. Yo esperaba 15 días un correo para que llegue una carta. Esperábamos una semana para revelar un rollo de fotos. Usábamos fax. Y no estoy hablando de hace 150 años, hace sólo 20. Entonces, preguntale hoy a un joven si puede esperar dos años para tener su casa.
–¿Es así también para construir una casa?
–Es la era de la inmediatez. Si el teléfono no anda rápido no sirve, si no tengo 250 megas, no sirve internet. Es así. Hay un cambio de concepción. Yo lo marco siempre como ejemplo. Nuestros padres querían que la pared sea de 30, 45 centímetros, la casa de piedra para que dure 100 años. ¿Hoy te comprarías un auto que dure 100 años como un Ford Falcon? No. Los jóvenes dicen “Durlock”. El mundo está hecho en Durlock. No está ni mal ni bien. Son épocas. Tenemos que aggiornarnos. Vivimos en una era donde la inteligencia artificial nos está sorprendiendo día a día. Es pensar en el tiempo ¿Cuánto cuesta la plata en dos años? ¿Cuánto cuesta tu vida en dos años? ¿Me quedo dos años esperando una casa? ¿Cuánto espero un proyecto inmobiliario de edificios para realizarse y terminarse? En China te hacen edificios en 48 horas.
Entre el diseño y el gusto por andar en moto
Nombre: Marcelo Palmero.
Edad: 57 años.
Casado con: Claudia.
Hijos: Francisco, estudiante de Arquitectura.
Le gusta: jugar al tenis y salir a andar en moto con amigos.
Profesión: Arquitecto. CEO y fundador de estudio Palmero Vucovich y Wellmod.
Socio: arquitecto Ángel Vucovich.
Empresa: Estudio Palmero Vucovich y Wellmod.
Colaboradores: 80 directos y más de 200 indirectos.
Web: www.palmerovucovich.com y www.wellmod.com.ar
E–mail: info@palmerovucovich.com