El anuncio de inversión fue realizado a fines de 2018, cuando el marco regulatorio de los biocombustibles aún no había comenzado a sufrir continuas intervenciones que afectaron a la industria y que, con el paso de los años, derivaron en la sanción de una nueva ley muy criticada por el sector privado.
Sin embargo, estas vicisitudes no le quitaron impulso a ACA Bio para continuar con un desembolso de 53 millones de dólares que comenzará a dar sus frutos a partir de noviembre próximo.
Según adelantó Víctor Accastello, director de Insumos Agropecuarios e Industrias de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), es la fecha elegida para que la planta ubicada en Villa María comience el proceso para incrementar 60 por ciento su capacidad productiva.
“En noviembre se pone en marcha. A fin de 2021 estaríamos llegando al régimen de 800 metros cúbicos por día. Actualmente, estamos en 500”, explicó Accastello a La Voz.
De esta manera, ACA Bio se convertirá en la mayor fábrica de etanol del país. Hasta ahora, tenía una capacidad productiva similar a la de Promaíz, la empresa creada a través de una alianza entre Bunge y Aceitera General Deheza (AGD) en Alejandro Roca.
Junto a Bio 4, de Río Cuarto, estas tres compañías elaboran cerca del 80 por ciento del etanol de maíz en Argentina, y alrededor del 40 por ciento del total de este biocombustible si se tiene en cuenta también el que se produce en Tucumán, extraído de la caña de azúcar.
De todos modos, es un objetivo que no sólo depende de la inversión desarrollada, sino también de tener garantizada la energía necesaria para movilizar las máquinas. “Dependerá de que estén disponibles los tres megavatios por hora de energía eléctrica por proveer por Epec”, enfatizó el ejecutivo de ACA.
Valor agregado
Con todo, un aspecto fundamental para tener en cuenta es que esta inversión, además de aumentar el flujo de bioetanol destinado al “corte” obligatorio de las naftas (cada litro tiene un 12 por ciento de bioetanol, la mitad a base de maíz y la otra mitad, de caña de azúcar), significa una fuente importante de agregado de valor.
Actualmente, ACA Bio tiene una capacidad para procesar unas 1.300 toneladas de maíz por día y, con la ampliación que se pondrá en marcha, pasará a demandar 2.000 toneladas. Significa que, en términos anuales, podrá transformar en combustible unas 600 mil toneladas, que dejarán de enviarse al puerto para industrializarse a nivel local.
Pero hay más: en el procesamiento del maíz para convertirlo en etanol, quedan subproductos. Uno se denomina burlanda, un alimento que se suministra a bovinos y es valorado por su digestibilidad y su aporte proteico. Con la ampliación de la producción, ACA Bio generará 637 toneladas por día más de burlanda, que se destinará a feedlots y tambos de la cuenca villamariense.
El otro subproducto es el dióxido de carbono que emana la fermentación del maíz y que es convertido en gas carbónico por la firma Gas Carbónico Chiantore de Villa María, para su utilización en la producción de bebidas gaseosas.
Contexto
En este contexto, ante la consulta sobre si no temen que la ley de biocombustibles recientemente sancionada pueda ser un impedimento para poder alcanzar el nuevo objetivo productivo, Accastello señaló que confían en que el decreto reglamentario mantenga el corte del seis por ciento correspondiente al etanol de maíz.
Cabe recordar que la normativa dispone, en principio, que si el precio de este cereal se eleva demasiado, el Gobierno puede reducir de manera discrecional el corte al tres por ciento. No obstante, en la reglamentación esta disposición podría modificarse.
A futuro, ACA Bio se esperanza con que el Estado, a raíz de la escasez de dólares, decida sustituir importaciones de naftas, con un mayor uso de bioetanol. No se trata de una utopía: según un reciente estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el total del consumo de naftas argentino se podría reemplazar por bioetanol y sólo se necesitaría transformar el 18,8 por ciento de la producción argentina de maíz.
En paralelo, la industria aspira a consolidar un negocio incipiente para el sector: las exportaciones. Brasil y la Unión Europea son los destinos con más posibilidades.
