Un nuevo estudio revela una transformación radical en el panorama financiero de los adolescentes argentinos. La exclusión financiera se desplomó, impulsada por la adopción masiva de billeteras digitales, pero la educación financiera no ha seguido el mismo ritmo.
El informe también destaca que las diferencias de género y nivel socioeconómico impactan en el ahorro y la confianza financiera, al tiempo que emergen preocupaciones sobre apuestas online y estafas virtuales.
Este desajuste plantea desafíos importantes para el futuro financiero de los jóvenes. El informe busca promover la educación financiera para construir comunidades más prósperas.
Inclusión financiera en auge: las billeteras digitales lideran el camino
La investigación “Los adolescentes y las finanzas. Conocimiento y hábitos en Argentina”, realizada por Junior Achievement, el Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Di Tella y BBVA, arroja luz sobre este fenómeno.
El estudio, que contó con la participación de 5.126 estudiantes de entre 14 y 19 años, revela que la exclusión financiera se redujo del 41% en 2022 al 9% en 2024. Las billeteras digitales son las protagonistas de este cambio, con una penetración que se disparó del 51% al 89% en sólo dos años.
Este auge de las billeteras digitales ha democratizado el acceso a servicios financieros, incluso en niveles socioeconómicos bajos, donde su penetración alcanza el 80%. El efectivo, que en 2022 era el medio de pago preferido por el 86% de los jóvenes, ahora se ve superado por los medios digitales, elegidos por el 50% de los encuestados.
La paradoja: más acceso, pero menos educación
A pesar de este avance en la inclusión financiera, el estudio revela una paradoja preocupante: el mayor acceso no se traduce en mejores hábitos o conocimientos financieros.
Si bien el 78% de los adolescentes tiene una actitud positiva hacia el ahorro, solo el 49% logra ahorrar de manera consistente, y el 29% admite gastar sus ahorros antes de lo planeado.
La demanda de educación financiera es evidente: el 79% de los jóvenes considera necesario fortalecerla en la escuela secundaria. Esta necesidad se vuelve aún más urgente considerando que 1 de cada 4 jóvenes no habla con nadie sobre sus planes financieros.
Brechas de género: la confianza financiera, un desafío para las mujeres
Las diferencias de género también marcan el panorama financiero de los jóvenes. Si bien las mujeres muestran niveles de conocimiento similares a los varones, e incluso ligeramente superiores en niveles altos, su confianza en el manejo del dinero es significativamente menor. Mientras que el 37% de los varones se siente seguro, sólo el 21% de las mujeres comparte esa percepción.
Esta brecha de confianza se refleja en otros comportamientos financieros, como el ahorro. Los varones (57%) muestran una mayor propensión al ahorro que las mujeres (42%). La investigación subraya la necesidad de abordar activamente estas diferencias, empoderando a las mujeres jóvenes para que desarrollen su confianza financiera.
Nuevos riesgos en la era digital: apuestas y estafas virtuales
La digitalización financiera, si bien trae oportunidades, también expone a los jóvenes a nuevos riesgos. Las apuestas y las estafas virtuales se posicionan como las principales amenazas, potenciadas por la impulsividad, la falta de diálogo en los hogares y la indiferencia por la legalidad.
El 54% de los adolescentes afirma que sus amigos participan en apuestas online, pero solo el 7% reconoce haber apostado. Esta discrepancia sugiere un subreporte de la práctica, posiblemente debido a la conciencia de su problematicidad. Sin embargo, la normalización de las apuestas como entretenimiento es preocupante: la mayoría las ve como un juego, y solo el 8% las asocia a adicciones.
La capacidad crítica para evaluar la información financiera en línea también es limitada. El 56% de los jóvenes estaría dispuesto a seguir consejos de inversión de las redes sociales. Esto subraya la importancia de desarrollar habilidades para discernir información confiable en el entorno digital.
Hacia una educación financiera integral
Ante estos hallazgos, las organizaciones detrás del estudio hacen un llamado a la acción para fortalecer la educación financiera de los jóvenes. Se destacan cuatro áreas prioritarias:
- Fortalecimiento de la educación financiera escolar, aprovechando el rol crucial de la escuela en la democratización del acceso a la educación financiera.
- Desarrollo de programas de educación financiera integral, que combinen la alfabetización digital con el desarrollo de capacidades para un uso efectivo y seguro de las herramientas financieras.
- Abordaje activo de los sesgos y brechas de género, empoderando a las mujeres jóvenes y promoviendo una transmisión más equitativa del conocimiento financiero en los hogares.
- Fomento del diálogo y el desarrollo de capacidades críticas, para que los jóvenes puedan evaluar riesgos y beneficios financieros, discernir información confiable en línea y tomar decisiones informadas.
El futuro financiero de los jóvenes depende de un esfuerzo conjunto de todos los actores sociales. Gobiernos, organizaciones y empresas deben trabajar en conjunto para crear un entorno donde los jóvenes puedan adquirir las herramientas y la confianza necesarias para construir un futuro financiero sólido.