Tras la explosión en la demanda de tecnologías digitales en 2020, IBM Argentina quiere expandir su ecosistema de soluciones y para eso decidió apuntar a las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Estos son parte de la batería de anuncios que hoy martes hizo la compañía en el marco de Think, una jornada en la que todos los años presenta las novedades tecnológicas.
“El foco está puesto en cómo se amplía el ecosistema de plataformas y servicios a través de la nube híbrida y la inteligencia artificial (IA), un plan que incluye a pymes y en el que se está trabajando para que se sumen muchas más”, asegura Roberto Alexander, presidente y gerente general de IBM Argentina.
Tanto a nivel global como en Argentina, la empresa puso sus esfuerzos en dos líneas tecnológicas: la nube híbrida, que combina plataformas públicas y privadas con los sistemas físicos, para dar a las organizaciones flexibilidad y seguridad; y la IA, capaz de administrar grandes volúmenes de información y de lo cual la compañía hizo una bandera a través de Watson, un producto con procesamiento de lenguaje natural, reconocimiento visual, aprendizaje automático y procesamiento de datos.
Con 98 años en el país, International Business Machines (IBM) ha tenido fuerte ascendencia en medianas y grandes empresas, principalmente del ámbito de las telecomunicaciones.
Junto a Movistar y a Fibercorp (la división de soluciones corporativas de Telecom) viene desarrollando en Argentina y Brasil una serie de innovaciones para llevar la nube y la IA a la último tramo, sus clientes, sobre todo en vistas a la próxima red de 5G.
“Para la transformación digital y los sistemas colaborativos, la participación de las pymes es fundamental; por esto, IBM ofrece accesos y herramientas para pequeños desarrolladores y empresas de software de nicho, sectores que antes no formaban parte de nuestro ecosistema y que hoy estamos buscando”, resalta el ejecutivo.
Digitalización acelerada
La pandemia del virus Covid-19 está acelerando el proceso de digitalización de las organizaciones, de tal manera que los avances previstos originalmente para un los próximos cinco a 10 años se están concretando en dos a tres años.
En el marco de una caída generalizada de la economía, IBM registró a nivel global en todo 2020 ingresos por 73.600 millones de dólares, un cinco por ciento menos que en 2019. Pero su división dedicada a la nube elevó sus ingresos 19 por ciento hasta los 25.100 millones de dólares, mientras que Red Hat, proveedora de sistemas de código abierto para el sector corporativo y adquirida por el grupo en 2019, también elevó sus ingresos 18 por ciento.
Actualmente, la demanda de tecnologías crece a un ritmo mucho mayor de lo que hoy puede responder la oferta, lo cual provoca un “cuello de botella” en todo el sector.
De hecho, IBM tiene abierta en todo el país búsquedas para 300 puestos de trabajo en distintos perfiles, como arquitectos (diseñan la estructura del software), desarrolladores, ingenieros, consultores en metodologías ágiles y otras habilidades de la industria. “Es una cantidad muy importante para lo que es la empresa en el país”, dijo el ejecutivo, que por políticas de la compañía no puede informar públicamente datos de la cantidad de empleados en Argentina.
Al respecto, Alexander adelantó los resultados de una encuesta hecha por IBM a 3.000 CEOs sobre cuáles serán las claves para prosperar después de la pandemia. El resultado apunta a lo que en inglés se denomina las 3T: talent (talento), technology (tecnología) y trust (confianza).
“El gran desafío para los próximos años es gestionar la fuerza laboral en cualquier lugar, lo que ya empezó con el teletrabajo. El empleo está buscando un cambio y hay que focalizarse en el talento, la capacitación, la inclusión y la innovación”, resaltó.
En materia tecnológica, IBM apuesta a que las organizaciones reconfiguren sus modelos de negocio a lo digital a través de la nube híbrida y la IA, sobre todo en Latinoamérica, donde la nube apenas tiene una carga de trabajo del 25 por ciento.
Además, el crecimiento de la computación en la nube obliga a generar confianza a través de lo que se denomina ciberseguridad. “Hay que asegurar un uso ético y responsable de la tecnología, para proteger el negocio y garantizar la privacidad de datos de los clientes”, agrega.
