Si la desregulación es una bandera emblemática de la gestión Javier Milei –agitada por la figura de Federico Sturzenegger–, el mercado aerocomercial es uno de los territorios donde fue izada de arranque y con contundencia.
En este primer año, el Gobierno libertario dio pasos contundentes y arrancó un proceso que sumará capítulos en 2025. “Se avanzó mucho en poco tiempo”, sintetiza Gonzalo Pérez Corral, gerente general de Jetsmart, la low cost dueña del 17% del mercado doméstico y que en el último tiempo avanzó para captar 5% del internacional.
La compañía es la tercera operadora del mercado de cabotaje, en su gran mayoría en manos de Aerolíneas Argentinas (62%, según los últimos datos oficiales, a noviembre) y, en segundo lugar, de Flybondi (20%). Sólo queda un 1% en otras manos.
¿Qué promete la “apertura de los cielos” libertaria? “El objetivo final del paquete de reformas es que el país tenga mayor conectividad, más frecuencias y nuevas empresas aéreas. Esto generará un mayor flujo de turismo en las provincias argentinas, con tarifas más competitivas para que más personas puedan volar. También se promueven las inversiones necesarias para el sector y para fortalecer la seguridad operacional”, asegura la Nación, que ya muestra entusiasmo por una “baja del 20% de los precios” de los tickets, como efecto derivado.
Desde el sector privado, reclaman en off: “Si se quiere pasajes más baratos, un tema para trabajar en 2025 es la reducción de tasas de todo tipo, que en Argentina son altísimas”. Otra condición necesaria para el florecimiento de esta actividad es la misma que requieren otros sectores: que la economía, efectivamente, crezca el próximo año.
Gráfico. El flujo de pasajeros se viene recuperando, aunque con mayor protagonismo del tráfico internacional, favorecido por el turismo emisivo.
Cierto es que las normas que rigen el sector aéreo argentino no se renuevan desde hace más de 70 años y que, coinciden los operadores privados, el mercado argentino era uno de los más cerrados de la región y del mundo. “Para transformar el transporte, el trabajo aéreo y la aviación civil, es necesario actualizar esas normas. Por eso están previstos más decretos orientados a la reforma del Código Aeronáutico, la derogación de leyes que provocan monopolios, la implementación de la política de cielos abiertos y cambios de funciones de los organismos públicos”, señalan desde el Ejecutivo nacional, al puntear la agenda 2025.
Todo el proceso se empuja desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que conduce Federico Sturzenegger, en articulación con la Secretaría de Transporte y la Secretaría de Simplificación del Estado. El asesor todoterreno Santiago Caputo también sobrevuela el proceso. Tiene diálogo con aerolíneas privadas y supervisó la “batalla” con los gremios que actúan en las empresas estatales: Aerolíneas Argentinas (AA) e Intercargo.
Fracasado hasta ahora el intento de privatizar ambas (Milei insiste en que sigue siendo su objetivo final), el foco de Transporte migró a eficientizar sus gestiones y a modificar los roles que hasta ahora han tenido en el mercado aerocomercial.
A Intercargo se le quitó su casi monopolio en la prestación de servicios en tierra (rampa, gestión de equipajes, etcétera) y la expectativa es que ahora conviva con competidoras. Sobre AA, se aplicaron reducciones de gastos y de personal y, luego de un largo conflicto, el Gobierno consiguió, ayudado por el impacto antipático de los paros en la opinión pública, que los sindicatos cedieran algunos de los puntos de sus convenios colectivos, considerados “privilegios” para la media de la actividad.
Estas transformaciones están en marcha y su efecto final está por verse. ¿Esas empresas abaratarán sus servicios, pero sosteniendo la calidad? Si AA abandona destinos, ¿habrá zonas del país sin la conectividad necesaria? ¿Reducirá sus precios? Algunos de los muchos interrogantes por responder en 2025.
Un mercado muy regulado
El primer paquete de cambios normativos que modificó el Código Aeronáutico integró el DNU 70, fundacional para la gestión de La Libertad Avanza (LLA). En julio, se avanzó en reglamentaciones clave, con el decreto 599/2024.
Autoridades y aerolíneas coinciden en que el proceso de apertura es complejo, porque implica derogar o modificar normativa nacional y con alcance fuera de Argentina. A la vez, por motivos de seguridad, en el mercado aéreo rigen gran cantidad de regulaciones internacionales, certificaciones y controles técnicos.
De hecho, basta ver por estos días las dificultades que protagoniza Flybondi: sumó 384 vuelos cancelados o reprogramados, lo que representa un 30% de su operatividad. Las autoridades la intimaron a ajustar su cronograma de vuelos y a evitar ofrecer itinerarios que no puede garantizar, y la sancionaron por realizar tareas de mantenimiento en un taller que había sido suspendido.
Acuerdos con 11 países y batalla en Aeroparque
Algunos de los ejes de la desregulación en marcha son: firma de acuerdos de “cielos abiertos” con los países, para eliminar restricciones en la cantidad de vuelos y facilitar el ingreso de aerolíneas; habilitación de vuelos regionales desde Aeroparque, con mayor espacio allí para aerolíneas privadas, y simplificación y agilización de trámites para asignar rutas. El organismo regulador, Anac, puede ahora autorizarlas sin el procedimiento de audiencias públicas, que antes operaba en la práctica como una traba. También se quitó a AA la chance de objetar las asignaciones.
En materia de acuerdos bilaterales, Argentina firmó 11 con distintos países. Buscan eliminar las restricciones en la cantidad de vuelos y frecuencias, y facilitar la entrada de nuevas aerolíneas. Un ejemplo concreto es la posibilidad de que una chilena pueda operar la ruta Santiago-Buenos Aires-Montevideo, utilizando Aeroparque como punto de conexión. Sky Airline, AraJet y JetSmart, por ejemplo, fueron autorizadas a operar vuelos regionales.
“Una novedad muy importante es la de traer a volar al país aviones con patente extranjera, incluso también con tripulación. Eso da a las aerolíneas una enorme flexibilidad para, por ejemplo, sumar rutas en momentos de alta demanda. La intercambiabilidad de aeronaves es algo que se aplica en todo el mundo”, asegura Pérez Corral. Jetsmart está sumando a su flota aeronaves en esa condición y pudo, por ejemplo, duplicar y triplicar vuelos a Paraguay y a Brasil ante el salto de pasajeros asociados a las finales de las copas Sudamericana y Libertadores.
Entre los cambios que seguirán discutiéndose en 2025, figura el uso de Aeroparque. Las aerolíneas privadas consideran que AA aún acapara demasiados espacios allí (es la única con hangares y pueden hacer “dormir” mayor cantidad de aviones que el resto). “Hay una gran oportunidad para una mayor eficiencia en el uso de esta infraestructura central en este negocio”, sostienen las privadas.