Los incendios forestales se repiten, una y otra vez, en Córdoba y en varias regiones del país, como en otras partes del mundo. Con el cambio climático, los expertos internacionales marcan que serán cada vez “explosivos” y difíciles de controlar. En ese marco, en 2001 nació en Alta Gracia una empresa dedicada a la fabricación de elementos para trabajar en tareas de combate al fuego. Ese emprendimiento familiar fue creciendo hasta exportar sus productos.
Miguel Peláez (45) y María Elisa Cordi (44) son esposos y socios de Inforest S.R.L. Ambos contaron a La Voz sobre los inicios y los avances de la empresa, los productos más demandados en un nicho tan especializado, las dificultades del contexto económico y las chances para el comercio exterior.
Peláez recordó que la idea nació mientras trabajaba en un plan Primer Paso en ABS Industria, en 2001. “Fueron los que me dieron la oportunidad de hacer mi primera experiencia laboral”, relató, y agregó que también con sus máquinas le “dieron permiso” para hacer una primera mochila de agua.
Peláez era bombero voluntario desde 1992. Siete años más tarde, cuando se encontraba combatiendo incendios en La Pampa, tomó contacto con personal del Plan de Manejo de Fuego y les comentó sobre esa mochila que estaba desarrollando. Le pidieron sus primeras 100 unidades.
Desde entonces, fue evolución. Comenzó como monotributista, pero al poco tiempo ya debió cambiarse a Responsable Inscripto. En 2013, Miguel y María formaron Inforest SRL, fabricante de insumos para incendios forestales.
Y en mayo de 2022 dieron un nuevo salto, con la creación de una nueva empresa con sede en España de la que son socios y que cuenta con otros asociados: Inforest Ibérica.
El producto estrella
Inforest cuenta con 25 empleados directos en la fábrica cordobesa. También suma profesionales contratados para tareas específicas como contadores o diseñadores industriales, entre otros. El producto estrella son las mochilas de agua, para que carguen los bomberos cuando les disputan cada metro a las llamas, Cordi señala que realizan mochilas de diferentes tipos y que el catálogo ya cuenta con más de 90 productos diferentes dedicados a la protección y al rescate.
Respecto de las primeras mochilas, Peláez bromea: “Eran muy pesadas y me tocaba cargarlas a mí”. En ese contexto, indicó que desde el inicio hasta la actualidad tuvieron más de 10 modelos diferentes y en cada uno de ellos se sumaron mejoras. “En parte, por las respuestas de los clientes; y en parte, por la inversión en el desarrollo de nuevos productos”, describe.
“A su vez, cada vez que se entra a un mercado nuevo, sugieren cosas. Cada cliente tiene una forma específica de trabajar”, apunta Cordi.
Para el mundo
Inforest comercializa hoy sus productos en los cinco continentes, dependiendo de las temporadas de incendios. Han logrado generar una red de distribuidores en distintos países. “Nuestro principal región cliente hoy es Oceanía, por Australia. También llegamos a otros lugares como Israel”, ejemplifica Cordi.
“La oficina de España no es tanto de comercialización al cliente final, sino la base de una red de distribuidores. Nosotros vamos generando en cada país un distribuidor específico. Por ejemplo, en España, Alemania, Francia o Chipre los tenemos”, agrega Peláez.
Consultados sobre si los receptores de los productos son el Estado o empresas privadas, marcan: “El cliente más grande siempre es el Estado porque es el responsable de la población ante la ocurrencia de incendios, como grande lo es en cuanto a volumen”. Pero señalan que también mantienen contratos con empresas y con asociaciones sin fines de lucro, como bomberos de varios países. En algunos casos, las compras las hacen fuerzas militares.
Cordi destaca que fue fundamental la colaboración de la Agencia Pro Córdoba (un ente público–privado de la Provincia) para lograr el desarrollo de la empresa en el exterior. “Lo que buscan es mostrar lo que se produce en Córdoba en todo el mundo. Y nos sirvió”, precisa.
Desde Inforest explican que era importante tener una certificación bajo la normativa europea para sus tipos de productos, lo que les permite abrir mercados en distintos países. “Esa norma, que es de 2016 y se terminó de implementar en 2019 en Europa, te obliga a que todos los elementos de protección personal que se califican como categoría 3 lleven un proceso especial para auditar. Si querés hacerlo desde Argentina, es imposible porque no hay convenio de cooperación entre nuestros organismos oficiales, como el Iram o el Inti, con los organismos europeos”, detalla.
La vida puesta ahí
“Desde mi lado, empezó siendo algo para poder seguir en relación con todo lo que tenía que ver con los bomberos en Alta Gracia. Ha pasado toda mi vida entre fuegos, rescates, incendios, como una pasión. Seguí estudiando seguridad e higiene. Básicamente era poder hacer algo laboralmente que me apasionaba desde afuera. La pasión y lo que me daba de comer: poder vincular esas dos cosas ha sido fundamental para que la empresa creciera”, señala Peláez sobre el salto dado desde aquellos primeros ensayos.
“Para mí, es parte de mi vida”, completa Cordi. “Este predio y los ladrillos que están acá son los regalos de mi casamiento. Me acuerdo de que mi abuela me regaló $ 1.000 en esa época, que eran mil ladrillos. Ha sido un proyecto que hicimos en conjunto. Yo digo que fue el primer hijo que tuvimos juntos porque después vinieron las otras dos. Pude volcar todo lo que me preparé como contadora, después estudié administración de empresas. Amo ver cómo cada cosa llega a cada parte del mundo, desde acá, desde el Valle de Paravachasca. Me siento orgullosa de eso”, valora la mujer.
