El gin se ha convertido, desde hace algún tiempo, en una de las bebidas espirituosas favoritas de los argentinos y ya no solo se consume en bares o en restaurantes, sino que también puede hallarse en las casas particulares.
En este sentido, según la consulta IWSR, se calcula que desde el comienzo de la pandemia su consumo se incrementó un 81% en Argentina.
Uno de los fenómenos ligados a este crecimiento es la aparición de nuevas marcas locales y nuevos emprendedores que se animan a comprar un alambique y destilar su propia bebida.
Este fue el camino que siguió Natalia Marina Vera, quien luego de quedar desempleada tras el cierre de Falabella en Córdoba, comenzó a indagar en cursos de destilación para tomar. Tras muchas pruebas y errores, a fines de 2022 lanzó su propio gin bajo el nombre Deseo Gin.
“Todo surgió por curiosidad. Me encanta la cocina y con mi esposo nos encanta el gin. Nos pusimos en campaña de averiguar si dictaban cursos de destilación en Córdoba, y ahí aprendí un montón”, cuenta Vera, de 45 años.
La emprendedora se sumergió en el mundo de la destilación en abril de 2022 y, de acuerdo con lo que comenta. le llevó tres meses dar con la receta actual de su gin. Tras un largo proceso de habilitaciones, para noviembre del mismo año ya lo estaba comercializando.
“Fue toda una aventura. Es un desafío, es un trabajo de mucha paciencia y dedicación. Desde el primer momento supe lo que quería: lograr algo propio y distinto”, afirma.
La producción y el despegue
Vera cuenta con un laboratorio donde lleva a cabo la preparación del gin con un alambique de cobre. Allí destila alrededor de 15 botánicos, entre los que destacan bayas de goji, enebro patagónico, jengibre, nuez y almendra.
La preparación incluye una maceración durante 24 horas de los botánicos, para la posterior producción del gin tipo london dry.
Con tan poco tiempo en el mercado, en la actualidad ya produce 1.500 botellas de 750 mililitros y cuenta con una facturación mensual de $ 2.200.000.
En el emprendimiento, Vera se encuentra acompañada de su pareja, quien se encarga de la parte comercial del gin. Los principales clientes de la dupla son vinotecas y gintonerías de la ciudad de Córdoba y de Rosario, y tienen planes de expansión por el resto del país.
“Hoy el rubro está muy manejado por hombres, pero voy desafiando barreras. Mandamos nuestro gin para competir en Inglaterra y estamos por participar de competencias en Argentina para darlo a conocer”, adelanta.
Cómo fue la capacitación
La emprendedora destaca la importante que fue para ella realizar cursos de destilación, pero que sobre todo lo primordial es la práctica. “Empecé desde el día uno destilando distintos botánicos hasta llegar a la receta, hice como 30 destilaciones hasta lograr lo que yo quería”, dice.
“Aprendí un montón. Lo teórico lo tenés, pero lo práctico es fundamental. Es un trabajo con mucha paciencia porque todo tiene que ser equilibrado”, explica.
Meticulosa en el proceso, como se define, sostiene que siempre surgen nuevas alternativas y sabores. “Te das cuenta de que podés crear un montón de cosas”, agrega.
Los planes para 2023
Además de participar de manera activa en encuentros y en competencias para presentar su marca Deseo Gin, buscan expandirse fuera del país. “Una vez consolidado el mercado cordobés, nos abriremos al resto de las provincias y con la Agencia Pro Córdoba”, afirma.
Para acompañar el crecimiento de la bebida, están probando otras recetas para ampliar su oferta de productos y buscan hacer un recambio en la etiqueta actual de las botellas.
