La presentación de una nueva edición del tradicional balance de la economía argentina (BEA) de la Bolsa de Comercio de Córdoba, elaborado por la Fundación Ecosur, brindó la ocasión para que el gobernador Martín Llaryora expusiera ante una centena de empresarios su mirada sobre el pulso económico y el modo en que su gestión busca morigerar un contexto económico desafiante.
A su turno, lo propio hizo su ministro de Economía y Gestión Pública, Guillermo Acosta, quien dio detalles del trabajo que encaró junto con su equipo para lograr la exitosa y flamante colocación de deuda por U$S 725 millones en el mercado internacional. Los fondos permitieron a la Provincia lograr aire al despejar el perfil de vencimientos financieros de corto plazo y le granjearon fondos frescos para financiar su plan de obra pública.
“Felicito al Gobierno provincial por esa operación, habla de la credibilidad que ha sabido construir entre los inversores. Es el primer subsoberano (administración provincial) que logra colocar deuda y encima lo hizo a una tasa por debajo del soberano (Estado nacional), lo cual es realmente inusual”, celebró desde el escenario de la sede de la Bolsa, en el Parque Empresarial Aeropuerto, Guido Sandleris, economista director de Fundación Ecosur, brazo de investigaciones de la entidad. El especialista, presidente del Banco Central entre 2018 y 2019, analizó la marcha de la economía haciendo foco en el tema que más se debate: el cambiario. Y analizó posibles escenarios.
Llaryora: en Córdoba hay menos tensión
“En Córdoba no hay una situación social tan tensa como en otros lugares”, insistió al dar su discurso Llaryora, enfatizando que eso se debe al esfuerzo que realiza el Gobierno provincial para acompañar al sector privado y cubrir déficits generados por la situación social y por el propio retroceso del Gobierno nacional. El mandatario defendió el “modelo Córdoba” e insistió en que se asienta en una posición de equilibrio entre el exceso kirchnerista y la motosierra mileísta.
Como ejemplo de que su gestión seguirá colaborando en apuntalar la actividad privada, confirmó el programa de promoción de inversiones en el noroeste y extremo sur cordobés, anunciado hace tiempo pero ratificado este lunes. “En los próximos 30 días, vamos a enviarlo a la Legislatura. Estamos dispuestos a destinar U$S 100 millones de la recaudación de Ingresos Brutos (II.BB.), hasta el 5%, para apoyar inversiones privadas en esas áreas”, dijo.
La iniciativa permitirá a industrias productivas y a emprendimientos turísticos que se radiquen en la zona destinar hasta el 100% de II.BB. que les hubiera correspondido pagar a una inversión productiva.
Para el sector agropecuario, se otorgará un 50% de desgravación para nuevas inversiones de agricultura intensiva, plantaciones y ganadería para ambas regiones.
Llaryora también destacó la colocación del bono por U$S 725 millones que logró la Provincia, y sobre el punto agradeció especialmente a Diana Mondino, excanciller separada de manera intempestiva de la gestión mileísta, miembro de la Bolsa cordobesa y presente en el evento. “Pido un aplauso para Diana porque siempre nos ayudó en el contacto con inversiones internacionales”, dijo.
El presidente de la institución, Manuel Tagle, por su parte, también destacó la colocación de deuda provincial y el hecho de que esos fondos se destinaran a obra pública, variable clave para sostener e incrementar la competitividad de la economía local.
Tagle destacó el trabajo de estabilización macro que viene realizando Javier Milei: “El Presidente tiene un fuerte foco en bajar la inflación. A veces eso puede parecer poco, pero no lo es. La inflación se convirtió en un problema hasta moral para el país”, insistió Tagle, instando a continuar el sendero de disciplina fiscal y llamando a ejecutar las reformas impositiva y laboral.
El titular de Economía provincial, Guillermo Acosta, destacó la labor realizada junto con su equipo en lo que hace a la estrategia financiera de la Provincia y adelantó que se sigue avanzando en lograr fondos de organismos internacionales. El funcionario se dijo optimista al respecto luego de la buena respuesta lograda de parte de inversores extranjeros y locales en el exterior en la reciente colocación.
Aunque se dijo “preocupado” por el impacto que el incremento de retenciones (rige desde este 1° de julio) tendrá sobre la economía cordobesa –la Bolsa de Cereales estimó que “chupará” U$S 440 millones extras al campo cordobés–, ratificó la intención del Gobierno provincial de seguir acompañando con sistemas de promoción de distinto tipo a la inversión privada.

Guido Sandleris y la pregunta del millón: ¿aguanta el tipo de cambio o vuela por el aire?
Este año, la inflación será del 30% y la economía crecerá entre un 5,5% y un 6%, en gran medida por recuperación de la caída del primer semestre de 2024. Son algunos de los datos con los cuales Guido Sandleris, presidente de la Fundación Ecosur, trazó un panorama del estado de situación de la economía. El analista advirtió que, en el primer trimestre de este año, se desaceleró el crecimiento respecto del cierre de 2024, pero subrayó que tanto el consumo como la inversión privada vienen al alza, recuperándose.
En línea generales, con una mirada optimista y de apoyo al plan de estabilización aplicado por la gestión Milei, Sandleris destacó lo hasta ahora conseguido. Advirtió, sí, que la luz amarilla aparece en materia cambiaria: “Durante todo 2024, se logró un superávit de U$S 5.500 millones, y sólo en el primer trimestre de este año el déficit fue de U$S 5.191. Claramente allí hay un punto por resolver”, dijo en relación con el punto débil que aparece en el esquema oficial.
Para analizar si la economía marcha o no inexorablemente a un fuerte sobresalto cambiario, trazó una comparación con la crisis de 2017/2018: el dólar barato no aguantó más y el peso terminó depreciándose 100% en cinco meses con corrida cambiaria incluida.
Sandleris diferenció la actualidad respecto de aquel momento: “Es difícil que con este nivel de tipo de cambio la economía crezca y acumule reservas. Creo que el mercado irá haciendo una corrección. Pero no considero que estemos yendo a una crisis cambiaria como la de 2017/18, porque hay algunas diferencias de contexto y porque el Gobierno tiene herramientas para evitarla y hasta ahora se ha mostrado pragmático”.
Para el economista, hay margen para que, a diferencia de 2018, la corrección cambiaria sea un soft landing. “El déficit externo es todavía más chico que en 2017: por entonces era de 5 puntos del producto contra 2,5 y pico de hoy”, diferenció Sandleris.
Al respecto, agregó: “Tampoco hay hoy tanta cantidad de fondos haciendo ‘carry’ en pesos como en 2018, y un punto importante es el actual equilibrio fiscal; eso ayuda mucho”.