A finales del siglo XIX, los canillitas se consolidaron en la escena urbana latinoamericana como un ícono de la economía de la información, siendo parte clave en la industria de los medios de comunicación.
Un siglo después, la revolución digital cambió esta dinámica, se remplazaron los gritos en la calle por las suscripciones en los portales de noticias. Mientras que los kioscos en la calle de los barrios se sustituyeron por la publicidad online.
Cambiaron los métodos y canales, pero el motor del oficio siguió funcionando: la creatividad, el ingenio y la lucidez, frutos del trabajo humano.

Hoy, la inteligencia artificial (IA) abre una nueva etapa de disrupción. Nos permite replantearnos cuáles serán las habilidades que impulsarán las organizaciones del futuro.
Herick Salcedo, responsable de Inbound Marketing en Nearsure, una compañía de Nortal, destaca que la IA no busca reemplazar al talento humano, sino desafiarlo a reinventarse y adquirir nuevas habilidades.
“En definitiva, y sin ánimos de preocuparnos, la inteligencia artificial no viene a reemplazarnos, sino a desafiarnos a reinventarnos. Porque si algo nos recuerda la historia, es que no hay revolución tecnológica sin supervisión humana”, dijo Salcedo.
IA y la necesidad de nuevas habilidades
En el contexto latinoamericano, un estudio que realizó la consultora Seidor reveló que el 77% de la empresas de la región invertirá a futuro en esta tecnología.

Esta transformación no exige que solo las empresas se adecuen sino que alienta a los oficios y empleos a reinventarse. Demanda el conocimiento de un lenguaje común como: prompting, LLMs, IA generativa, vibe coding, entre otros.
Este cambo trae consigo la necesidad de que profesionales sean capaces de combinar la tecnología con una visión estratégica y ética.
Entre los perfiles que empiezan a surgir se destacan tres que demuestran el tipo de talento que las organizaciones deberán incorporar en los próximos años:
- Diseñador de interacción con IA
- Auditor de ética y sesgos de IA
- Entrenador de IA

Diseñador de interacción con IA: el experto en comunicación artificial
Este profesional es fundamental para definir cómo se comunican las personas con la inteligencia artificial, estableciendo el tono, el nivel de naturalidad y la claridad de las respuestas.
Las compañías requieren expertos que dominen el prompting, el lenguaje específico, las emociones y la experiencia de usuario (UX) para diseñar interacciones verdaderamente efectivas.
Auditor de ética y sesgos de IA
Este oficio evalúa que los sistemas de IA cumplan principios éticos y normativos, evitando sesgos y decisiones discriminatorias. A medida que la IA influye en créditos, diagnósticos médicos o procesos de contratación, la supervisión imparcial se vuelve esencial para prevenir consecuencias graves.
Entrenador de IA: garantiza la retroalimentación humana
El entrenador de IA tiene la tarea de enseñar y guiar a las inteligencias artificiales utilizando ejemplos y corrigiendo sus respuestas para que se adapten a contextos específicos.
Este rol es fundamental para industrias que requieren IA entrenada con conocimiento especializado y ajustada a sus particularidades, como la medicina, el derecho o la educación.

El regimiento humano como clave en el manejo de la IA
Herick Salcedo subraya que estamos en una “era de transformación digital” donde la IA está atravesando el ecosistema empresarial. Esta realidad exige una actualización de conocimientos y conceptos.
Las capacidades que antes parecían lejanas, hoy resultan esenciales.
“Estamos viviendo una era de transformación digital en la que nuestra vida cotidiana, y especialmente el ecosistema empresarial, está siendo atravesado por la inteligencia artificial. Esto exige una verdadera actualización en habilidades, conocimientos y conceptos. Y sí, hablamos de ‘nuevos’ porque son capacidades que hasta hace poco parecían lejanas, pero hoy resultan esenciales para mantenerse a la vanguardia. Llega la era de los gemelos digitales, de los entrenadores de IA, de los auditores éticos y de los ingenieros de prompting: allí se concentrarán las próximas búsquedas de talento de las organizaciones y será clave que sobresalga la capacidad humana y su adecuada gobernanza”, resaltó Herick Salcedo.
La IA no es un mecanismo de reemplazo, sino una herramienta que incrementa la necesidad de la ética, la comunicación y el conocimiento especializado humano.

























