El Mercado Argentino de Valores (Mavsa) fue el escenario de la primera negociación de un nuevo instrumento financiero: el pagaré producto o pagaré a la vista, a tasas que se ajustan según la variación del valor de un bien, un índice o una tasa financiera.
En esta operación, concretada el martes 6 de mayo pasado, marcó un hito para el financiamiento del sector productivo, ya que a diferencia del pagaré bursátil tradicional, que opera con una tasa fija, el pagaré a la vista permite emitir instrumentos con una tasa variable asociada a un índice económico o un commodity con precio oficial.
En este caso, además de utilizar el precio de la soja, estos pagarés pueden ajustarse por la tasa Badlar y la Tasa Mayorista de Argentina (Tamar). Para los pagarés base soja, la referencia utilizada para ajustar el valor del interés es el precio pizarra publicado por la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario.
La primera negociación fue realizada por la Alyc cordobesa S&C Inversiones. Este instrumento permite a las empresas agrícolas con tenencia de soja financiarse en su “misma moneda”. Según explicaron desde S&C Inversiones, esto facilita el financiamiento al productor, sobre lo cual indicaron: “Este nuevo pagaré le permite al productor financiarse en términos que le resultan más naturales, como su propio producto o una tasa que refleje su flujo de ingresos. Es una solución a medida, con lógica económica”.
Este nuevo instrumento fue habilitado a partir de la reglamentación del decreto 1124/24 y la Resolución CNV N°1046. El decreto actualiza el régimen de letras de cambio y pagarés bursátiles, permitiendo emisiones “a cierto tiempo vista” que replican la evolución de precios reales o tasas de interés variables.
La iniciativa fue celebrada por el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Roberto Silva, quien destacó que esta innovación facilita el acceso de más empresas al mercado de capitales e impulsa la inclusión financiera productiva sin necesidad de pasar por el sistema bancario.
También lo hizo el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien calificó a estos nuevos pagarés como “un ejemplo más de libertad económica” y resaltó que el instrumento fuera desarrollado por una ALyC cordobesa, sobre lo cual resaltó: “Este pagaré tiene otro atractivo: fue desarrollado y promovido por una ALyC cordobesa, lo cual confirma que la desregulación más se siente para los que tienen los pies en el barro, y que ofrece oportunidades reales a quienes están en contacto con la producción. ¡Viva el federalismo y VLLC!”
Las ventajas de este instrumento
El pagaré a la vista ajustado por variables reales, como el precio de la soja, representa una cobertura natural frente a la volatilidad de precios y mejora la capacidad de planificación financiera para las empresas. También amplía plazos, reduce el costo financiero y flexibiliza las condiciones de acceso.
A diferencia de las obligaciones negociables (ON), los pagarés bursátiles tienen menor carga burocrática y ofrecen negociación más flexible. La operación es ágil: empresas registradas en la plataforma Epyme de Caja de Valores emiten el pagaré, lo suben a una subasta en MAV y acceden a inversores. La clave es la confianza del inversor en el librador.
“El secreto es la confianza del inversor en el riesgo librador. No es lo mismo una pyme con historia que una sin antecedentes. Este instrumento es una alternativa más de financiamiento al mercado tradicional de créditos, abre la cancha para todos los que no quieren -o no pueden- financiarse a través de bancos”, señalaron desde SyC.
Desde el Mavsa, señalaron que este hito incrementa las alternativas de financiamiento productivo y potencia los portafolios de inversores, dinamizando las carteras según distintas condiciones y expectativas de mercado. El mercado bursátil se consolida así como fuente de financiamiento, con los pagarés a la cabeza.