Pese a los feriados, la que viene no será una semana corta. Por el contrario, la rígida oferta de horas de los días por venir quedará colapsada entre la definición de precandidaturas y las dilatadas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el quinto piso del Palacio de Hacienda, las personas encargadas de la logística del gabinete económico están en estado de alerta. Saben que en cualquier momento del día (o de la noche) puede llegar la orden para volar a Washington.
El ministro Sergio Massa encara un intenso juego a dos bandas, aunque las chances de cerrar una nueva renegociación con el organismo internacional antes del sábado 24 (cuando vencerá el plazo para la presentación de listas) no han subido en el termómetro de la certidumbre.
Es difícil que el board del FMI valide el adelanto de dólares que pide la Argentina en una semana en la que no está claro dónde quedará parado el propio Massa, quien podría encabezar la fórmula presidencial de Unión por la Patria (el rebranding que eligió el kirchnerismo) o no. Y si no es el elegido, ¿seguirá siendo el ministro de Economía?
No pasó inadvertida la plataforma que la coalición oficialista (aglutina a 18 partidos) presentó ante la Justicia electoral, en la que dedica párrafos poco amigables al FMI y califica de “criminal” el endeudamiento que la gestión macrista tomó con el organismo.
“Pensarnos a futuro implica responder algunas preguntas: ¿qué vamos a hacer con el Fondo Monetario Internacional? ¿Cómo vamos a compatibilizar la necesidad de dólares para pagar la deuda externa privada y con el FMI, con los dólares que también necesitamos para sostener el desarrollo argentino y la inversión para diferentes sectores de nuestra industria?”, se pregunta, aunque sin dar respuestas. ¿Las tendrá Massa?
Más preguntas
Por delante, hay dos vencimientos consecutivos con el organismo (miércoles 21 y jueves 22) que implican casi U$S 2.700 millones, en medio de la dura sequía de reservas netas en el Banco Central. ¿Se pagarán, de manera total o parcial, o el calendario se estirará hasta la fecha tope del 30 de junio?
Fueron también sugestivos los datos “extras” que el Central comunicó sobre el alcance del tramo de libre disponibilidad del famoso swap de monedas con China.
La entidad contó que desde abril se autorizaron importaciones en yuanes por el equivalente a U$S 2.900 millones, lo que implica “ahorrar” esas divisas en el segmento de importaciones y liberar ese mismo volumen de reservas para otros fines.
El foco de esos “otros fines”, más que los vencimientos con el FMI (que se vienen pagando con los derechos especiales de giro que el propio organismo libera), son las intervenciones diarias en el mercado para apaciguar las cotizaciones financieras del dólar. Aunque, se sabe, el dinero es fungible.
En esa alquimia ocurren, incluso, cosas impensadas, como anuncios de inversión que, por atrás, aprovechan las ventajas que otorga el swap chino. Es el caso del plan de AGD y Bunge para ampliar la capacidad de producción de bioetanol de Promaíz, en el sur provincial, proyecto que para concretarse necesita insumos del gigante asiático.
Comedia dramática
La dinámica de precios, salarios y dólar ingresa en la etapa más sensible para las aspiraciones electorales del oficialismo. “No se puede vivir con 100% de inflación”, exclamó el presidente Alberto Fernández en una entrevista con estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires. Parece el guion de una comedia dramática para un personaje que de principal sólo tiene el cargo.
Hubo un sordo alivio en el Gobierno con el índice de inflación de mayo, que logró quebrar una inercia ascendente de cinco meses seguidos y se ubicó en 7,8%, después del 8,4% de abril
¿Se mantendrá ese movimiento? Las consultoras privadas creen que el escenario de aquí a fin de año es una inflación mensual que se estacionará entre 7% y 8%, gracias a los efectos de un ancla poco virtuosa: un menor nivel de actividad que está llevando a la economía al siempre incómodo suelo de la recesión.