En un mercado tan competitivo como el inmobiliario, Rafael Espeche logró consolidar una marca con identidad propia.
Desde la ciudad de Córdoba, el director de Grupo Inmobiliario Banker lidera una organización que hoy reúne a 120 personas, cinco oficinas en la ciudad y una en Bariloche.
En menos de una década, la firma pasó de ser un pequeño emprendimiento a una red profesionalizada, con un modelo de expansión que combina tecnología, formación y franquicias.
El crecimiento fue sostenido, incluso en años difíciles para el sector. Espeche atribuye ese resultado a un principio que es el lema de la compañía: “Construimos relaciones”.
En diálogo con La Voz, repasa su historia, el proceso de expansión del grupo y su visión sobre el mercado inmobiliario.
–¿Cuál es el diferencial de Banker?
–El principal diferencial son las relaciones que se construyen. Somos un equipo de 120 personas, y eso tracciona mucho más rápido todo lo que tiene que ver con el servicio al cliente. Además, el 90% de los integrantes son corredores inmobiliarios y el 10% restante son estudiantes de la carrera. Eso hace que la atención sea sumamente profesional y cercana al mismo tiempo.
–¿En qué zonas de la ciudad trabajan?
–Tenemos cinco oficinas en Córdoba Capital y una en Bariloche, pero trabajamos en toda la provincia. No hay una zona exclusiva: atendemos clientes desde Nono o Mina Clavero hasta Villa de María del Río Seco. El mismo mercado nos fue pidiendo esa globalización y ese trabajo en red. Buscamos que todos nuestros clientes, sin importar dónde estén, reciban el mismo nivel de servicio y de acompañamiento.
–¿Cómo logran atender a los clientes del interior?
–En muchos casos, con agentes de esas localidades. Si un cliente vive en Carlos Paz, por ejemplo, lo atiende un corredor que está ahí, pero que trabaja con todo el respaldo de la estructura de Banker: la tecnología, los servicios profesionales de abogados, contadores y el soporte en los principales portales inmobiliarios.
–¿Cuántos clientes tienen?
–Hoy tenemos cerca de 1.100 clientes activos que nos confían sus propiedades para venta o alquiler e incluso para comprar. Y más allá de toda la inversión en publicidad, marketing o sistemas, hay algo que sigue siendo decisivo: el boca en boca. Podés tener la mejor publicidad o el mejor sistema, pero si no hacés bien tu trabajo día a día, el cliente no vuelve ni te recomienda. La recomendación sigue siendo la base del crecimiento.
–¿Cómo surgió la apertura de la oficina en Bariloche?
–Fue un desafío y también un sueño compartido. Pablo, el responsable de esa oficina, fue uno de los primeros agentes que se sumó a la marca. Un día me dijo que quería irse a vivir al sur y que quería llevar la marca con él. Trabajamos en conjunto para hacerlo posible y hoy lleva dos años y medio allá. Formó un equipo de unas 15 personas y ya tiene unos 200 clientes activos. Fue una decisión más aspiracional que de mercado; un sueño que se consolidó muy bien.
–¿Esa oficina funciona como franquicia?
–Sí. La empresa está pensada desde el inicio con un modelo de franquicias. Salvo la casa madre, ubicada detrás de la Central de Policía, en calle Coronel Olmedo al 477 (ciudad de Córdoba), todas las demás oficinas son franquicias. Cada una mantiene la identidad de Banker.
–¿Planean seguir expandiéndose?
–Sí. Este año cumplimos el objetivo de abrir la sucursal en la avenida O’Higgins 5.400, y para el año que viene aspiramos a sumar dos oficinas más en Córdoba Capital. En enero cumplimos nueve años y la meta es llegar a los 10 años con todos los objetivos cumplidos: cantidad de asociados, oficinas abiertas y operaciones realizadas.
–¿Cómo están en materia de actividad?
–Este año llegamos a las 4.000 operaciones. Eso significa que se concretó en torno al 40% de lo captado, lo que es un muy buen porcentaje para el rubro. A futuro también proyectamos seguir creciendo en el interior, pero lo haremos con planificación. Preferimos avanzar consolidando cada paso.
–¿Cómo fueron tus comienzos en la actividad?
–Empecé con dos sillas de plástico que todavía conservo en una de las oficinas, un escritorio que todavía tenemos y un sillón ejecutivo que estaba roto. El aire acondicionado se lo compré a una amiga en siete cuotas y me atrasé en las dos primeras. Así empezó todo.
–Un comienzo desafiante...
–Y también de mucho trabajo y de objetivos que se fueron cumpliendo uno a uno. Además, de historias personales de crecimiento. Pablo, el que hoy está en Bariloche, fue uno de los primeros agentes: lo conocí en una muestra de una casa en Villa Cabrera. Llegó en bicicleta, hablamos y se sumó. Hoy tiene su propia franquicia, su equipo y llevó a toda su familia al sur. Historias como esas, en nuestra empresa, hay varias.
–¿Por qué elegiste dedicarte al negocio inmobiliario? ¿Venís de familia del rubro?
–No, siempre quise tener un negocio que me permitiera crecer personal y profesionalmente, y que lo económico fuera una consecuencia de ese desarrollo. Y siempre sentí que el mercado inmobiliario no es un negocio de ventas, sino más bien de relaciones. Y eso está plasmado en nuestro lema: “Grupo Banker Inversiones Inmobiliarias: construimos relaciones”.
–¿Qué quiere decir esa frase?
–Que la relación no termina cuando se firma un contrato, al contrario, ahí empieza. La persona que te compra o alquila una propiedad te recuerda toda la vida, y si hiciste bien tu trabajo, te recomienda. Siempre cuento que mi primer cliente fue Jorge, y sigue siéndolo. Lo primero que le vendí fue un departamento en barrio Müller. Después se mudó a San Vicente, luego a Jardín, y él nos fue recomendando a otros. Por eso digo que una operación te relaciona con ese cliente para toda la vida.
–¿Cómo fue tu camino previo a la creación de Banker?
–Trabajé cinco años en otra empresa que también opera bajo el sistema de franquicias. Luego la vendí y en 2016 puse en marcha Banker. De esa experiencia anterior tomé lo que quería capitalizar y dejé de lado lo que no me gustaba. Así armé mi propio proyecto. Desde entonces, venimos construyendo un modelo con identidad y cultura propias.
–¿Cómo ves el mercado inmobiliario en la actualidad?
–Con muchas oportunidades. En épocas de incertidumbre es cuando aparecen las mejores, hay que saber aprovecharlas. 2025 arrancó con mucha expectativa por los créditos hipotecarios; parecía que iba a ser un año muy activo. Eso nos dio un impulso fuerte al principio, pero en julio los créditos se frenaron. Sin embargo, el comprador e inversor en propiedades sigue estando, con dólar alto, bajo o medio. Ese cliente no desaparece. Este año también es récord para nosotros, tanto en cantidad de operaciones como en facturación respecto al año pasado.
–¿Cómo es competir con otras cadenas inmobiliarias?
–Yo siempre digo que no tiene que haber competencia, sino colaboración. De hecho, la mayoría de nuestras operaciones son compartidas con otras empresas. Es algo que el sector fue aprendiendo con el tiempo: ninguna empresa es realmente competencia. Si uno tiene la propiedad y otro tiene el cliente, lo lógico es compartir la operación. Se hace más rápido y todos ganan. Esa mentalidad de trabajo colaborativo es la que hay que seguir fomentando.
–¿Qué condiciones hacen falta para una reactivación más sostenida del mercado?
–Fundamentalmente, confianza. Si el Gobierno logra afianzar su plan económico y reactivar los créditos hipotecarios, el sector podría tener varios años de muy buena proyección. También sería importante el acceso al crédito para los pequeños desarrollistas y emprendedores, que son quienes construyen dúplexs o pequeños proyectos que dinamizan mucho el mercado de la vivienda.
–Otra clave en este negocio es la comunicación y el marketing, ¿no?
–Nosotros apostamos fuerte al marketing digital. Si bien tenemos presencia en vía pública y en medios gráficos, la inversión más grande está en los portales online. No sólo porque publicitamos propiedades, sino porque posicionamos la marca. Si hoy tenemos mil productos, son mil oportunidades en las que nuestro logo circula y genera visibilidad.
–¿Y en materia tecnológica?
–El otro gran pilar es la tecnología. Operamos con cuatro sistemas, uno de ellos es de desarrollo propio y lo estamos terminando de implementar. La tecnología es la base del negocio, aunque por suerte todavía los cierres de las operaciones los hacen las personas.
–¿Qué le aportan al franquiciado?
–Cada franquicia cuenta con soporte completo: área legal, contable y de marketing. Con esas áreas, cada agente diseña un plan de marketing y de negocio anual. Todo se vuelca al sistema, que hace el seguimiento y se mide el cumplimiento. Es una forma de profesionalizar la gestión y asegurar que cada oficina funcione con estándares similares. Intentamos que Banker sea un espacio donde se pueda crecer, donde cada uno pueda desarrollarse y sienta que forma parte de algo más grande. Esa cultura organizacional es clave.
–¿Qué expectativas tienen para los próximos años?
–Nuestro foco está en consolidar lo logrado, seguir profesionalizando el servicio y sumar nuevas oficinas con una estructura sólida detrás. Aspiramos a cumplir una década habiendo alcanzado todos los objetivos que nos propusimos. Y, sobre todo, reafirmando nuestra convicción de que este negocio se basa en construir relaciones duraderas, con los clientes, con los equipos y con la comunidad. Ese es el verdadero patrimonio de esta empresa.
Deportivo: fútbol, tenis y natación
Nombre. Rafael Espeche (41)
Hijo. Salvador (10).
Le gusta. El fútbol, el tenis y la natación.
Profesión. Martillero y Corredor Inmobiliario. Magister en Administración de Empresas.
Cargo. Director.
Empresa. Grupo Banker Inversiones Inmobiliarias
Colaboradores. 120.
Teléfono. (351) 601-9355.
E-mail. info@grupobanker.com
Web. www.grupobanker.com
