La decisión de Starbucks de reducir el menú para principios de este año responde a la necesidad de enfocarse en las ofertas de gama alta y optimizar la eficiencia.
Entre las bebidas que ya no estarán disponibles a partir del 4 de marzo, se encuentran varios Frappuccinos, el Royal English Breakfast Latte y el chocolate blanco caliente. Fueron elegidas por su baja popularidad, complejidad en la preparación o similitud con otras opciones del menú. La cadena ya había eliminado bebidas de ananá y maracuyá.
Las 13 bebidas que ya no se venderán son las siguientes:
- Espresso Frappuccino
- Caffè Vanilla Frappuccino
- Java Chip Frappuccino
- White Chocolate Mocha Frappuccino
- Chai Crème Frappuccino
- Caramel Ribbon Crunch Crème Frappuccino
- Double Chocolaty Chip Crème Frappuccino
- Chocolate Cookie Crumble Crème Frappuccino
- White Chocolate Crème Frappuccino
- Iced Matcha Lemonade
- White Hot Chocolate
- Royal English Breakfast Latte
- Honey Almondmilk Flat White
La eliminación de bebidas de la carta y reducción del personal
Brian Niccol, el nuevo CEO de Starbucks, comunicó estos cambios como parte de un ambicioso plan de recuperación. Niccol busca eliminar las complejidades en la estructura de la empresa, aumentar la responsabilidad y fomentar una mejor integración.
La reducción de personal, que afectará a los empleados corporativos a nivel global, es una medida para operar de manera más eficiente y reducir los niveles de gestión. Starbucks también planea cubrir los puestos de trabajo con personal que pueda tomar decisiones.
Además de la optimización del menú y la disminución de empleados, Starbucks busca mejorar la experiencia en sus cafeterías, reviviendo tradiciones como los dibujos en las tazas y las estaciones de autoservicio de leche y azúcar.
La compañía se centrará en lo que considera ofertas de alta gama, como el cortado lanzado recientemente, y planea traer de vuelta la línea de lavanda que debutó el año pasado. Niccol considera que la empresa se había enfocado demasiado en los pedidos móviles, lo que había afectado la experiencia del cliente.
El objetivo final es restablecer las tiendas como lugares de encuentro comunitarios, mejorando los tiempos de servicio y la satisfacción del cliente.