La ciudad de Río Cuarto recibió una fuerte inversión que fortalece el nuevo polo comercial de Banda Norte. La familia Gutiérrez, que en 1979 abrió su primer supermercado en la ciudad, dio uno de los saltos más grandes en su historia con un “Súper TOP”, erigido en dos manzanas de su propiedad, entre las calles Muñiz, Juan Cruz Varela, Achalay y Estados Unidos.
La firma Superimperio fue creada por Francisco Gutiérrez, quien falleció hace dos años. Gutiérrez era médico, oriundo de Mendoza. Se casó con una riocuartense, Carmen Remedi, y abrió inicialmente una pequeña tienda en la esquina de General Paz y Belgrano, donde hoy funciona uno de sus supermercados más tradicionales.
Con el correr de los años, los Gutiérrez abrieron 16 sucursales en Córdoba y en provincias vecinas. Francisco Gutiérrez estuvo en la conducción del Centro Empresario durante seis años en Río Cuarto. Sus hijos, Miguel y Carlos Gutiérrez, se sumaron a sus emprendimientos ni bien terminaron el secundario.
Los hermanos cuentan que el supermercado siempre fue su hogar, allí tomaban la leche al regresar del colegio y allí aprendieron el ABC de los negocios. El nuevo Top, que abrió las puertas este jueves, es el súper que siempre soñaron. Cuenta con mil metros cuadrados de superficie de ventas y un espacio similar para depósito, logística, cámaras frigoríficas y oficinas.
El proyecto tiene más de 10 años. Los hermanos Gutiérrez no brindaron detalles sobre el monto de la inversión, pero cuentan que lo hicieron “con fondos propios, con una administración austera y apoyo de proveedores”. Destacan que la mayoría de los materiales fueron comprados a empresas riocuartenses.
“Este piso lo compramos en 2019; el techo, en cuotas; las heladeras y las góndolas, en 2020. Fuimos acopiando lo necesario hasta poder largar”, revelan.
Miguel y Carlos explican que les llevaron dos años las conversaciones con las autoridades y el diseño de planos para cumplir con todas las normativas. Acordaron pavimentar tres cuadras circundantes, hicieron previamente una obra de cloacas, otra de tendido eléctrico subterráneo y una subestación por exigencias de Epec, entre las mejoras consensuadas.
“Empezamos a construir cuando tuvimos todo aprobado. Tratamos de compatibilizar el interés privado con el público. La obra en sí nos llevó un año”, dijo Miguel Gutiérrez. En el predio donde fue construido el supermercado construyeron una playa de estacionamiento para 300 vehículos y les quedan dos hectáreas disponibles.
En Río Cuarto, el Concejo Deliberante aprobó este jueves, además, la reforma de una ordenanza que regula la localización de las grandes superficies, superiores a mil metros. La norma desalentaba su instalación en zonas céntricas, pero ahora quedarán permitidas mientras cuenten con el aval previo de un organismo público local vinculado al desarrollo urbano.
El nuevo Top no supera los mil metros de superficie de venta, por eso no es considerado un híper.
“Nuestra idea no es ampliar el súper. Con lo que tenemos, estamos bien. Cumplimos con todo antes de poner un solo ladrillo. Así la obra, una vez que empezó, no se paró. Cumplimos los requisitos para la obra y para la habilitación”, explicó Carlos Gutiérrez.
Una de las calles a las que da el predio de la firma Superimperio en Banda Norte es un corredor sanitario. Los hermanos comentaron que, para evitar congestión de tránsito, organizaron el ingreso de clientes por calle Estados Unidos. Indicaron que numerosos detalles de la obra en sí fueron definidos con el asesoramiento de Bomberos y de Defensa Civil. El súper cuenta con una dársena para el ingreso, la carga y la descarga de mercadería de los clientes bajo techo. El acceso de camiones es por otra cuadra, para evitar maniobras.
Una empresa familiar que privilegió la unión en Río Cuarto
Los hermanos Gutiérrez refieren que, en los años ‘90, cuando llegaron las grandes superficies a Río Cuarto, optaron por expandirse hacia el sur provincial y otras localidades de la región. Para mejorar la competitividad, luego se asociaron a otras tres cadenas de perfil similar: Becerra, de Alta Gracia; Mariano, de Córdoba, y Caracol, de Río Tercero. Juntos enfrentan la competencia de los supermercados que son propiedad de inmigrantes asiáticos, que también tienen una estrategia común.
Ante la preocupación por el impacto que su emprendimiento puede tener en los pequeños comercios de Banda Norte, los empresarios mencionan que el gran Río Cuarto hacia el norte “ha crecido mucho”. “Venimos a sumar, no a restar. Tenemos mucha gente de Las Higueras que hoy se llega a nuestras sucursales del centro, creemos que probablemente, con la apertura, causemos cierto impacto, pero después nosotros mismos, en otras sucursales, vamos a tener una merma de la gente que ya no va a tener que cruzarse toda la ciudad”, sostiene Miguel.
El nuevo súper también venderá comida al paso. Incorporaron el rubro rotisería. No prevén, por el momento, otras unidades de negocio, pero no descartan que en el futuro, en las dos hectáreas desocupadas de su predio, pueda planificarse otro tipo de emprendimientos, desde una sucursal bancaria hasta tiendas.
La familia Gutiérrez también se dedica a la producción agrícola ganadera. Produce gran parte de la carne que vende en sus supermercados. El año pasado, uno de sus novillos terminados, actividad a cargo de la tercera generación, fue premiado en la Sociedad Rural de Río Cuarto.
Con emoción, los hermanos recuerdan cómo su padre hacía los primeros bosquejos para el nuevo supermercado con sugerencias de toda la familia, para aprovechar la experiencia de más de 40 años en el rubro.
Destacan el apoyo de su personal, empleados de áreas turísticas, con mucha experiencia, se sumaron a los trabajos para el nuevo súper Top.
Tanto las esposas como los hijos mayores ya están integrados al negocio. Los Gutiérrez no dudan en señalar que, en el marco de los vaivenes del país, las claves de su crecimiento han sido “la austeridad y la unión familiar”.
