En el segundo trimestre del año, aumentó el uso de las tarjetas de crédito, pero también la morosidad. Según los últimos datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en mayo alcanzó 4,5% en el crédito destinado a los hogares; la mayor alza fue en los plásticos, ya que pasó de 1,9% en junio de 2024 a 3,8% en mayo pasado, mientras que en préstamos personales el salto fue de 4,1% a 5,6% en el mismo período.
La dinámica es complicada, porque las tasas de interés reales mensuales son positivas y con incrementos, por lo que –aunque haya una desaceleración de la inflación– hay más dificultades para pagar los resúmenes de tarjetas o los créditos. La traducción de esa situación es el alza de la mora.
En la nueva edición de “Ronda de negocios”, la propuesta audiovisual de La Voz que se emite vía streaming por su plataforma web y en su perfil en YouTube, se analizó el actual contexto y también qué herramientas deben tener en cuenta las familias para gestionar mejor sus finanzas.
En la conversación, participaron Gabriela Gentilini, docente universitaria que lidera el laboratorio de inclusión financiera de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, y el economista Patricio Canalis, de Idesa.
“Los niveles de morosidad no son aún alarmantes, están por debajo del promedio de las últimas dos décadas, pero sí preocupa que vengan creciendo. Hay evidencia clara de que las subas de tasas impactan en la capacidad de pago de los hogares, especialmente en préstamos personales y en tarjetas, reflejando un mayor costo para financiarse en pesos y una reducción del margen de maniobra para muchas familias”, definió Canalis.
Sobre a qué herramientas podría apelar el Gobierno, indicó que, en el corto plazo, no hay soluciones mágicas. “Lo que toca es atravesar esta etapa con paciencia y con los ojos puestos en el objetivo: bajar la inflación de forma sostenible”.
Añadió que, como en cualquier “tratamiento difícil”, los efectos de la lucha contra la inflación son “duros, pero forman parte del proceso”, por lo que “la clave está en que el remedio no termine siendo peor que la enfermedad, y que el sacrificio tenga sentido al final del camino”.
Por su lado, Gentilini recomendó tener siempre un “kit financiero saludable”. Las herramientas que incluye son pagar el total de la tarjeta de crédito, no el mínimo, y evitar el uso del financiamiento para gastos superfluos o para el pago de gastos corrientes.
“En todas las épocas hay que ser consumidores conscientes, tener una minuta de los gastos. Eso no corre sólo para tiempos de inflación –agregó–. Tener claro el ‘costo de oportunidad’, saber cómo evaluarlo”.
Además, aconsejó la regla del 50/30/20, que alude a gastar la mitad de los ingresos en costos fijos y consumo, destinar el 30% a compras extraordinarias y ahorrar el 20% restante.
La mirada. El protagonista del segmento fue Luis Bermejo, cofundador y managing partner de Alaya Capital. Analizó cómo fue cambiando el sector, qué es lo primero que miran en los emprendimientos que analizan y el valor del venture capital para lograr impacto. “Se busca invertir en los que tienen mayores chances de ganar el juego regional”, señaló.
Finanzas personales. El bloque con el asesor financiero Matías Daghero estuvo dedicado a explicar por qué los ahorristas, en el manejo de sus inversiones, no tienen que intentar alcanzar rendimientos que estén por encima del promedio del mercado.