Todo comenzó en la cooperativa de Santa Rosa de Calamuchita y en el Instituto Provincial de Enseñanza Técnica (Ipet) Nº30 de Villa Rumipal. Allí Juan Domínguez tomó contacto con la electrónica y la telefonía. Hoy su empresa despliega fibra óptica para telefónicas, cooperativas y gobiernos de 16 provincias e instala las tecnologías para telecomunicación. Pero cuando mira hacia atrás, entiende que el empuje venía de antes, de su padre Carlos y de su abuelo Ramón.
–¿Cómo arrancó en esto que es tan nuevo como tender fibra óptica?
–Soy de Santa Rosa de Calamuchita. Estudié en el Ipet Nº 30 de Villa Rumipal, al que le debo mucho de mi vocación, y en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) donde vine a los 18 a estudiar ingeniería electrónica. En la secundaria, daba clase de computación, y en el segundo año de la carrera empecé a trabajar para una firma de medición de energía.
–Eso lo ayudaba en la carrera.
–Si, porque reparaba medidores. Pero mi vocación es casi familiar. Mi abuelo, Ramón, que sólo tenía la primaria, estudió electrónica por correo y como no había electricista en Santa Rosa lo tomaron en la cooperativa. Así mi papá Carlos pudo hacer la secundaria y luego trabajar en la cooperativa; así que yo desde chiquito tomé contacto con la electricidad y la telefonía. Cuando miro hacia atrás, entiendo que ese camino me permitió llegar a la universidad.
–¿También trabajó en la cooperativa?
–No. Mientras avanzaba en la carrera, en 1997 puse un nodo de internet en Santa Rosa llamado ContectAR, pero nadie sabía qué era internet. Entonces, monté un telecentro con computadoras; la conexión era de 64 K (un mega son 1.000 K) para todo el pueblo. La cooperativa me prestó los postes.
–Y ahí nació todo.
–Ahí arranqué con las conexiones telefónicas. Empecé a replicar las conexiones y llegué a tener mil clientes. Después hice cursos en la UTN sobre networking y redes y a probar los primeros sistemas inalámbricos. En 2003 nació Tecnored.
–¿Armó solo la empresa?
–Lo hice con un socio. Ese año me recibí de ingeniero y como yo formaba parte de Aveit (organización que consigue fondos para que los estudiantes de ingeniería viajen y se capaciten en el exterior) inicié un viaje por 17 países para capacitarme. Ese recorrido me cambió la manera de pensar.
–Vio lo que se venía.
–Cuando volví armamos la sociedad que duró hasta 2015, cuando le compré su parte y quedé solo. Comenzamos haciendo redes y conexiones a internet, primero con los sistemas inalámbricos, luego con ADSL, cable coaxial y finalmente con fibra óptica. Y los primeros clientes fueron las cooperativas.
–¿Por qué no las grandes telefónicas?
–Las cooperativas dan telefonía a los pueblos y lugares donde los grandes operadores no están. Cuando llegó internet, fueron las primeras en migrar a lo que se llama servicio de valor agregado, y hoy es su principal servicio. De hecho, Tecnored hizo en 2009 el primer tendido de una red de fibra óptica en Argentina para la cooperativa de Canals, en el sudeste de Córdoba.
–¿La primera fibra óptica para residenciales se tendió en el interior del interior?
–Sí, porque las grandes telefónicas, por su magnitud y por la cantidad de población que tienen a cargo, tardaron más tiempo en resolver este tipo de proyectos. En Argentina hay fibra óptica desde hace 30 años. Pero fueron las cooperativas las primeras en hacer llegar la fibra óptica a los domicilios, hasta 2016.
–¿Por qué hasta ese año?
–Porque ese año las grandes telefónicas empezaron a tender fibra óptica y ahí empezó a crecer. Tecnored también hizo tendidos para Telecom, Telefónica, Claro, Arsat y para los gobiernos provinciales.
–¿Gobiernos provinciales?
–En el interior del interior esta tarea la encabezan las cooperativas, los gobiernos provinciales y la Arsat, en el marco de la Red Federal de Fibra Óptica, que desde 2010 viene conectando localidades.
–¿Y el tendido lo tercerizan en empresas como Tecnored?
–Claro. Llevamos tendidos tres mil kilómetros de fibra óptica. Tenemos obras en 16 provincias. En pequeños operadores, hacemos el diseño, la ingeniería, el plan de negocios, la implementación, la puesta en marcha de la red y el soporte técnico. Para una telefónica grande, su área de ingeniería nos dice qué hacer.
–También pusieron un cable subacuático.
–Somos la primera empresa nacional en hacer un tendido subacuático. Fue en el lago Meliquina, en Neuquén, para llevar conectividad a Villa Meliquina, una obra de la Cooperativa Telefónica de San Martín de los Andes (Cotesma). Los otros dos tendidos subacuáticos en el país, en Las Toninas (provincia de Buenos Aires) y el que conecta a Tierra del Fuego, los hicieron firmas internacionales.
–¿Argentina está muy atrasada en fibra óptica?
–Sí, y la pandemia lo puso en evidencia. Se avanza rápido, pero no hay más de 20 por ciento de la población conectada a la fibra óptica. La brecha digital se explica en parte por esto.
–¿Y avanzamos rápido?
–Desde 2015, Tecnored duplicó sus operaciones cada año. Con la pandemia se cuadruplicó. El año pasado éramos menos de 150 personas y ahora somos casi 200 personas. Como veníamos trabajando con fibra óptica, aprovechamos la oportunidad.
–¿Por qué en pandemia?
–Antes, con el avance de la telefonía 4G, se invertía en antenas para facilitar la movilidad. La pandemia nos dio una lección, porque al comenzar las restricciones había que darles ancho de banda a los hogares para que las familias pudieran conectarse todos a la vez.
–¿Hay muchas empresas como ustedes?
–Las que trabajamos en todo el país somos cuatro, cada una partner de una proveedora grande del equipamiento necesario. Nosotros trabajamos con Huawei y competimos con los partners de Ciena, Nokia y Hewlett Packard.
–¿Todo desde Córdoba?
–Tecnored tiene su sede central en Córdoba, oficinas en Buenos Aires y una filial en Santiago de Chile, donde hace lo mismo que en Argentina, pero allá para los cableoperadores, porque no hay cooperativas, y para los prestadores grandes.
–¿Qué significa ser partner de Huawei?
–Huawei es uno de los gigantes globales en equipos de comunicación y transmisión que usan las grandes telefónicas y las cooperativas para administrar el servicio. Nosotros hacemos la ingeniería y el diseño de las redes, asesoramos a las empresas qué equipos hay que usar, los instalamos y damos soporte. También trabajamos en forma integrada con Artic, una productora global de cables y accesorios de capitales cordobeses que está creciendo en toda Latinoamérica.
–¿Cómo es el futuro de Tecnored?
–Tenemos un área de investigación y desarrollo que hizo software para la planta en Brasil de la japonesa Furukawa, una de las principales marcas en fibra óptica. Pero además, estamos invirtiendo un millón de dólares en un nuevo centro de operaciones, aquí en la planta de Córdoba.
–¿Un centro de operaciones?
–Es una sala llena de equipos que monitorean las operaciones que implementamos, para acompañar el crecimiento de la fibra óptica. Lo hacemos con Huawei, porque usa un software inteligente, que analiza tráfico y ayuda a tomar decisiones con tiempo, algo muy costoso para una provincia o una cooperativa. La idea es tenerlo este año porque queremos expandirnos desde otro lugar.
–¿Desde qué lugar?
–Nosotros hasta ahora hemos sido integradores de tecnología. La idea es ser integrador de integradores, compartir el conocimiento con firmas más chicas, ayudarles a resolver técnicamente lo que nosotros ya tenemos solucionado. Hoy en el país hacen falta más firmas como Tecnored para construir la infraestructura que necesitamos como país.
Ingeniero, músico y parapentista
Nombre. Juan Domínguez (43).
Casado con. Sonia.
Hijos. Martina (17), Julieta (16), Santino (13), Bautista (12), Tomás (8), Guillermina (4) y Felipe (1).
Le gusta. Música (toca diferentes instrumentos) y practica parapente en La Calera.
Profesión. Ingeniero electrónico, egresado de la UTN.
Empresa. Tecnored SA.
Cargo. Presidente.
Empleados. 200 aproximadamente. El año pasado incorporaron cerca de 50 personas.
Un dato. El sector telecomunicación, al igual que el software, tiene escasez de talentos. Por eso, trabaja con la UTN Córdoba para implementar planes de capacitación.
Teléfono. (0810) 345-8326.
E-mail. info@tecnoredsa.com.ar