DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — En los últimos días, Teherán respaldó un ataque de los rebeldes hutíes de Yemen que eludió las defensas antimisiles de Israel e impactó cerca del Aeropuerto Internacional Ben-Gurión. Transmitió imágenes de su propia prueba de misiles balísticos, y su ministro de Defensa denunció las amenazas de Pete Hegseth, el secretario de Defensa estadounidense, contra la República Islámica.
Además, una organización vinculada a su Guardia Revolucionaria paramilitar reveló un nuevo mural con un mapa de Israel superpuesto a posibles objetivos de misiles en forma de una yambiya yemení, una daga ornamental que portan los hombres en Yemen.
Pero a la vez, Irán afirma que desea alcanzar un acuerdo nuclear con Estados Unidos luego que las conversaciones programadas para el fin de semana pasado en Roma no se concretaran. Esto se da a pesar de que funcionarios del gobierno de Trump insisten en que Teherán debe renunciar a toda su capacidad de enriquecer uranio para recibir un alivio de las sanciones en su contra —algo que Irán ha dicho repetidamente que hará imposible las negociaciones.
En conjunto, todo lo anterior puede parecer contradictorio. Pero esta es la posición en la que se encuentra Irán ahora, tras haber dominado Oriente Medio con su autodenominado “Eje de la Resistencia”: países y grupos extremistas que tienen una causa común contra Israel y Estados Unidos.
Eso cambió con el ataque del grupo extremista palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que mató a alrededor de 1.200 personas y en el que otras 250 fueron llevadas como rehenes a la Franja de Gaza. Israel lanzó una guerra devastadora contra Hamás en Gaza que continúa hasta el día de hoy —y que posiblemente se intensifique después que Israel aprobara el lunes planes para capturar toda la Franja de Gaza y permanecer allí por un tiempo no especificado.
La respuesta bélica de Israel ha matado a más de 52.000 personas en Gaza, muchos de ellos mujeres y niños, según funcionarios sanitarios palestinos, quienes no distinguen entre combatientes y civiles en sus recuentos.
En el curso de la guerra, Hamás, Hezbollah —de Líbano— y otros extremistas respaldados por Irán han sido repelidos por los ataques israelíes. El presidente sirio Bashar al-Assad, apoyado durante mucho tiempo por Irán, vio cómo llegó a su fin el gobierno de más de 50 años de su familia en diciembre, cuando los rebeldes arrasaron el país.
Esto ha dejado a Irán con sólo los rebeldes hutíes de Yemen, aunque ahora ellos también enfrentan una campaña de ataques intensificada por el gobierno de Trump.
El ataque del domingo contra el aeropuerto Ben-Gurion recibió bastante atención en los medios estatales iraníes. No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní insistió en que el ataque “había sido una decisión independiente” por parte del grupo.
Las opiniones de los expertos varían respecto al grado de influencia que Irán ejerce sobre los hutíes. Pero Teherán ha sido fundamental para proporcionar armas a los hutíes durante la década de guerra en Yemen, a pesar del embargo de armas impuesto por Naciones Unidas.
“El pueblo yemení, impulsado por su humanidad y solidaridad religiosa con los palestinos, y también para defenderse frente a la continua agresión de Estados Unidos, ha tomado algunas medidas”, declaró el lunes Esmail Baghaei, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán.
Mientras tanto, el general Aziz Nasirzadeh, ministro de Defensa iraní, criticó las declaraciones de su homólogo estadounidense, quien había advertido que Irán “pagará las CONSECUENCIAS” por armar a los hutíes.
“Aconsejo a los funcionarios estadounidenses que amenazan, especialmente al recién llegado secretario de Defensa del país, que lean la historia de Irán de las últimas cuatro décadas”, declaró el general. “Si la leen, se darán cuenta de que no deben dirigirse a Irán utilizando un lenguaje de amenazas”.
No obstante, Irán no ha respondido a los ataques aéreos israelíes de octubre que tuvieron como objetivo sus defensas aéreas y su programa de misiles balísticos.
A pesar de lo anterior, alcanzar un nuevo acuerdo nuclear con Estados Unidos, que podría implicar que Teherán limite su enriquecimiento y almacenamiento de uranio a cambio del levantamiento de las sanciones económicas, aún es una máxima prioridad para Irán. Su moneda, el rial, que se encontraba en una situación de crisis —superó 1 millón de riales por 1 dólar estadounidense—, se fortaleció drásticamente sólo por la posibilidad de que se lleven a cabo las conversaciones, y alcanzó los 840.000 riales por 1 dólar.
Sin embargo, ambas partes parecen estar muy lejos de llegar a un acuerdo, aunque el tiempo se agota. Los medios iraníes describieron ampliamente un plazo de dos meses impuesto por el presidente Donald Trump en su carta inicial enviada al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei. Trump dijo que escribió la carta el 5 de marzo, la cual llegó a Irán a través de un diplomático emiratí el 12 de marzo.
Mientras tanto, la campaña estadounidense sobre Yemen y la escalada de Israel en Gaza continúan presionando a Teherán.
Esto aunado a las amenazas de funcionarios estadounidenses, incluido Trump, con sanciones a cualquiera que compre crudo iraní, además de adoptar una postura más dura al afirmar que Irán no debería poder enriquecer uranio en absoluto. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien animó firmemente a Trump a retirar unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales en 2018, también ha presionado para lo mismo.
Es probable que Irán haya intentado enviar mensajes a Estados Unidos a pesar del aplazamiento de las conversaciones previstas para el fin de semana pasado en Roma. El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, voló a Islamabad para reunirse con su homólogo pakistaní Ishaq Dar. Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán reconoció que ambos discutieron las negociaciones nucleares.
Araghchi recibió una recepción menos entusiasta por parte de Kaja Kallas, jefa de política exterior de la Unión Europea. Si bien las naciones europeas han mantenido lazos más estrechos con Irán en el pasado, el suministro de armas a Rusia por parte de Teherán en su guerra contra Ucrania ha indignado a muchos en la UE.
“Exigí a Irán que detuviera su apoyo militar a Rusia y expresé mi preocupación por los ciudadanos de la UE detenidos y la situación de los derechos humanos”, escribió Kallas el lunes en la plataforma social X. “Los lazos UE-Irán dependen del progreso en todos los ámbitos”.
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Los periodistas de The Associated Press Nasser Karimi y Amir Vahdat, en Teherán, Irán, y Riazat Butt, en Islamabad, contribuyeron a este despacho.
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NOTA DEL EDITOR — Jon Gambrell, director de noticias de The Associated Press para el Golfo e Irán, ha reportado desde cada uno de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, Irán y otros lugares de Oriente Medio y el resto del mundo desde que se unió a la AP en 2006.