El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha reconocido haber deportado por error a Kilmar Ábrego García —un salvadoreño que vivía en Maryland con estatus legal protegido— a una notoria prisión en El Salvador, pero argumenta que no puede regresarlo a Estados Unidos debido a sus supuestos vínculos con pandillas y la falta de poder de Washington sobre la nación centroamericana.
El gobierno de Trump envió a Ábrego García a El Salvador en marzo a pesar de que un tribunal de inmigración emitió una orden que impedía su deportación.
Desde marzo, El Salvador ha aceptado de Estados Unidos a más de 200 inmigrantes venezolanos, a quienes funcionarios del gobierno de Trump han acusado de actividad pandillera y crímenes violentos, y los ha colocado dentro de la prisión de máxima seguridad para pandillas del país, ubicada en las afueras de San Salvador. García es uno de ellos.
Esta galería de fotos, seleccionada por editores de fotos de la AP, destaca un reciente recorrido por la prisión realizado por la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem.